Hoy nos toca darle color a nuestras imágenes, teñir una foto en blanco y negro (o mejor dicho en escala de grises, pero de eso hablaremos otro día), pintar frutos de colores, cambiar el color de unos ojos o conseguir un Guggenheim estilo arcoíris.
Para ello vamos a usar una herramienta de Photoshop que se llama «Sustitución de color» que tenemos escondida dentro del grupo de pinceles.
Ajustamos el tamaño del pincel dependiendo de la zona que queramos pintar, nos aseguramos de que estamos en modo «color» para modificar únicamente la información de color de la imagen.
También deberemos tener en cuenta la «tolerancia» que viene a ser la presión que hacemos con nuestro pincel al pintar; si es alta pintamos en toda la zona del pincel, si es baja pintamos en la parte central solamente.
Abrimos una imagen, y en el selector de color elegiremos el color con el que queremos pintar.
Con el pincel de sustitución seleccionado empezamos a pintar en la imagen que queremos modificar, teniendo en cuenta que sólo estamos cambiando la información de color, lo que significa que la textura y luminosidad de la imagen no se modifican.
Vamos pintando, ajustando el tamaño del pincel, deshaciendo cuando nos equivocamos y con paciencia podremos conseguir colorear una imagen.
O colorear una imagen en escala de grises (el mal llamado blanco y negro).
Hay que tener en cuenta que esta herramienta modifica la información de color y no la luminosidad, de tal forma que no podremos conseguir colores brillantes en zonas oscuras ni colores apagados en zonas claras. Del mismo modo no habrá ningún cambio de color en las zonas totalmente negras o totalmente blancas.
Utilizamos el pincel de sustitución con un tono verde esta imagen y observamos que no se modifica ni el negro ni el blanco.