El primer día Dios Jobs creo el Mac, el segundo día con un trozo de la carcasa creo al diseñador.
El mundo del diseño (al menos gráfico) ha sido coto privado de los ordenadores de la manzana durante muchos años. Incluso en los momentos mas bajos de Apple, cuando estuvo a punto de desaparecer, seguía siendo un referente.
La devoción por los Mac está justificada no tanto por los programas que podemos manejar en él, sino por la estabilidad y potencia de su sistema.
De hecho el gran monopolio de software en cuanto a diseño es Adobe y lanza versiones de sus aplicaciones para las dos plataformas (MacOS – Windows) y prácticamente no hay diferencias entre ellas, de hecho un archivo de cualquiera de sus programas se puede abrir indistintamente en los dos sistemas operativos. El problema más grave que solíamos tener era la incompatibilidad de las tipografias, que actualmente parece casi superado, gracias a que las tipografías truetype son multiplatafoma, al igual que las opentype.
Los usuarios de Mac (perdon Mac no tiene usuarios sino acerrimos adoradores) juran y perjuran que sus equipos no se cuelgan nunca, son rapidísimos y les hacen la ola cada vez que llegan a casa. Lo realmente cierto es que cuando se cae en las garras de la secta quedas totalmente atrapado y es muy difícil volver a los mundos de windows.
En resumidas cuentas, si te vas a dedicar al diseño y te lo puedes permitir (aunque ya no hay tanta diferencia de precio en los equipos de alta gama) compra un Mac, que además es muy bonito.
Por cierto…. tengo un PC.