Cojo de nuevo el timón de la columna “Bogando por la red” durante las más que merecidas vacaciones de mi compañero y amigo Iker Merodio.
De redes y taxis
Las redes sociales son un altavoz de la actualidad y la huelga de taxistas es un suceso que ha concitado mucha expectación. Abundan las críticas de usuarios y la cerrada defensa de los profesionales. Algunos denuncian las malas prácticas del sector, como el tuitero Pablo Franco, que afirma que fue taxista antes que abogado, mientras crece la polémica y se duda de la veracidad e intención de sus revelaciones. Lo que es indiscutible es que, nos guste o no, tienen perfecto derecho a la protesta y las manifestaciones por las aceras no tienen repercusión.
El berrinche de Celia Villalobos
Seguimos con el mismo tema, giramos el visor hacia todos aquellos que asimilan con una hecatombe mundial la huelga de los taxistas. A los acostumbrados a viajar en coche oficial que el máximo peldaño que descienden es entrar en un taxi. Una periodista de la Ser grabó, en la estación de Málaga, a la exministra, Celia Villalobos, quejándose airadamente con la frase “¿Y cómo coño llego yo a Torremolinos?”, al darse de bruces con la protesta. Un avispado usuario de Twitter ha tenido el irónico detalle de informarle de las líneas y precios de trenes y autobuses.
La perrita de Jaén
Jaén se ha convertido inesperadamente en trending topic. Una conocida tuitera, de nombre Cris, pero más conocida por su apodo gallifantes, destaca por defender con ahínco sus ideas nacionalistas catalanas. Hace escasos días, publicó un mensaje en el que relataba como una perrita, adoptada por ella en Jaén, ya sólo atendía a ordenes en catalán. La feroz respuesta españolista no se ha hecho esperar, así como la encendida defensa del lado independentista. Lamenta, con ironía, que tras meses de denuncias por la situación política, acabe siendo popular por su perra.
Uso ilegal de datos para ligar
La modificación de la ley de protección de datos ha traído no pocos quebraderos de cabeza a los responsables de comunicación de las empresas. Además, según publica El Boletín, hay un uso fraudulento por parte de empleados y funcionarios que viola la privacidad de las usuarias. Nos referimos al los intentos de entablar una relación sentimental aprovechando la información obtenida por repartidores, técnicos sanitarios e incluso policías en el ejercicio de sus tareas laborales. Un empleado de Movistar ya ha sido multado con 2.000 euros por acosar a una clienta.
EEUU, violación de menores en centros de retención
Terrible e injustificada es la separación de los menores de sus padres, inmigrantes sin papeles, enmarcada en la política intolerante de Donald Trump. A ello se une la reciente revelación que los centros de retención son caldo de cultivo para pederastas. El escaso control, la falta de personal, el desconocimiento del idioma y el temor a represalias son algunos de los factores que llevan a pensar que las denuncias presentadas son la punta del iceberg. Otra espeluznante consecuencia de las intransigentes medidas de la administración norteamericana.