
El colega Mikel, miembro de la Junta Extraterritorial de los Desayunos de los Martes (JEDM),me ha enviado estas líneas que mayormente transcribo, por si, como decía Josep Pla, pudieran interesar a alguien:
«El 9 de mayo de 1976, se produjeron los desgraciados incidentes de Montejurra que ocasionaron dos muertos y una treintena de heridos y que se presentaron por los medios oficiales de comunicación como un enfrentamiento entre diversas facciones del carlismo.
Ya por entonces se sospechó de la intervención de algunas instancias estatales españolas ante la inhibición de las fuerzas de seguridad y la constatacion de la presencia de mercenarios de la extrema derecha internacional.
Hace unos días, el testimonio del hijo del entonces gobernador civil de Navarra José Ruiz de Gordoa ha confirmado aquella sospecha, destacando más allá de la implicación del Ministerio de Gobernación de Manuel Fraga, de la Secretaría General del Movimiento, a cuyo frente se encontraba Adolfo Suárez, y varios ministerios más(…) ,la intervención directa del rey Juan Carlos, para quien la existencia del pretendiente Carlos Hugo al frente de un partido moderadamente progresista era objetivamente un problema de legitimidad monárquica.
Por si a estas alturas la figura del rey emérito no estuviera suficientemente enfangada, esta revelación lo pone al pie de los caballos franquistas, mereciéndose aquel título de «pelele Juan Carlos» con el que se le conocía hasta que una parte de la izquierda política (…) aceptara acríticamente la monarquía y una Transición mitificada hasta nuestros días.
Y en este punto, tampoco está de más recordar a uno de los mamporreros de aquella conspiración que bajo el pseudónimo de » El francesillo» llamó a «la reconquista de Montejurra», desde sus incendiarias columnas de El Despertador (…) en las páginas de El pensamiento navarro.
Bien es cierto que posteriormente hubo una amnistía que benefició a tirios y troyanos, y se hizo un a modo de borrón y cuenta nueva.Pero a quienes desde hace algún tiempo muestran un lloriqueante arrepentimiento por su dogmatismo izquierdista o abertzale de antaño, no les vendría mal recordar que entre sus ideas fijas, ahora tan de derechas que, como decía Günter Grass, atisbarlos conlleva una tortícolis aguda, y los crímenes de Estado no se pueden hacer muchos matices. Y tampoco es muy sano estar siempre haciendo «exámenes de recuperación», como se apunta en el film La terraza (1980) de Ettore Scola«.
Pues,sin más, como dice ahora la juventud…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Vya, Huici, siempre con lo de la memoria histórica. ahora con lo de Montejurra. Pero, ¿quién se acuerda de aquello? Y el tal Francesillo no era Ignacio Amestoy que luego desapareció en Madrid?
A quienes vivimos aquel episodio , como otros tantos trágicos de la Transición, nos resulta difícil olvidar.Sobre «El francesillo» parece que en efecto era Ignacio Amestoy que luego ha desarrollado en Madrid una larga carrera como autor dramático.Gracias por el comentario.
Peli, ez zara gogoratzen konspirazioa salatu genuenean Iruñeko ultraeskuinak kereila kriminala jartzeko mehatxua egin zuela?
Nola ez, Goiko?…