Esta mañana he acompañado a mi amigo Mikel hasta la entrada de la Universidad. Mientras pasábamos por debajo del Zubi Zuri , me ha pasado el cromo que figura arriba y que no sé de dónde lo ha sacado. Estaba muy mosqueado porque ayer un colega del Departamento le había comentado que le parecía un despropósito que en mi última columna hablara de «periodo post-constitucional con lo que costó redactar esta Constitución » (sic).
Tenía prisa porque su primera clase era a las ocho, así que he podido volver por Abandoibarra tranquilamente observando cómo la ría entraba en bajamar.
No sé. Si hablo de la posibilidad de lo post-constitucional, es porque más allá del ambiente que describía ayer – y que en algunos lugares del mundo se ha observado como pre-constitucional- la mayor parte de los miembros del censo español actual no refrendó «esta Constitución » y además, ha podido ser testigo de cómo la tal se modificaba al albur de intereses espurios ( como en el caso del » límite del déficit «) o interpretaciones muy restrictivas ( como el » cepillado » del Estatut del que se jactaba el ínclito Alfonso Guerra.
Por otro lado, ya dijo Goethe aquello de que » quien no tenga arte , tenga religión, y eso que no conoció ni las religiones civiles modernas ( como el nacionalismo y el socialismo y sus variadas combinaciones) ni las postmodernas ( como el deporte rey o la música estandarizada), así que del constitucionalismo tampoco será muy bueno hacer una nueva dogmática…Y como ya nadie quiere ir de pre-constitucional ( salvo quienes no lo conocieron) ¿ no será mejor ir pensando que ya es hora , pasados cuarenta años , de cambiar ? ¿De asumir, pues , lo post-constitucional?
Pero , en fin, así que ha comenzado esa lluvia fina y pertinaz tan nuestra y que me ha empapado en un pispás…y se me ha ido el santo al cielo…