Aunque por entonces era un pipiolo que acababa de llegar a la secundaria —BUP, en la nomenclatura de la época—, tengo un recuerdo nítido del primero de mayo de hace treinta años. Sobre todo, de una de las consignas que grité a pleno pulmón junto a mis compañeros de instituto precozmente ideologizados: “¡El hijo del obrero, a la universidad!”. Tres cursos y una selectividad aprobada después, mi padre, que era un frigorista que no siempre cobraba a fin de mes, tuvo que pedir prestadas a una amiga de la familia las treinta mil pesetas (más de la mitad de su incierto sueldo) del primer plazo de la matrícula de Periodismo en la UPV. Cuando estaba a punto de vencer el segundo sin posibilidad de hacerle frente, llegó una beca salvadora por importe de la cantidad exacta. Si bien no podía comprar la mayoría de los libros obligatorios y más de una vez me tuve que hacer a pie los cinco kilómetros que separaban el campus de mi casa, conseguí que el toro mecánico de la pasta no me descabalgase de la llamada enseñanza superior.
No es una historia excepcional. Buena parte de los que compartían aula conmigo pasaron por tragos similares que, mirándolos en positivo, nos sirvieron para saber lo que valía un peine y para dejarnos los cuernos en obtener aquel papel que te daban al llegar a la meta. Las generaciones que fueron viniendo después lo tuvieron algo menos difícil. Pronto lo normal, por lo menos en las universidades públicas, fue que los pupitres estuvieran ocupados mayoritariamente por hijas e hijos de familias de bolsillos no muy abultados… aunque fuera para convertirse en futuros titulados en paro o que jamás trabajarían en lo que habían estudiado.
Pero eso también va a cambiar. Como hace tres décadas, el curso que viene a muchos alumnos no les saldrán las cuentas. El próximo martes, que es primero de mayo, volverá a tener sentido gritar: “¡El hijo del obrero, a la universidad!”. Otra vez.
¿Que es eso del primero de mayo?
Que no.
Que no es así.
Que no.
Que esto ya esta hecho.
Las castas ya están marcadas.
Que con eso de la transición y la reconstrucción de Europa, pues mucho no podían hacer los propietarios.
Pero ya esta.
Se acabó.
Hay que trabajar más horas. (¿Y para decir eso hacen falta títulos y masters universitarios y una experiencia empresarial de tropecientos mil años y más sabiduría que la Wikipedia).
-Dejadme que aunque sin muchos recurso y en ERE se me parta la caja de risa-
Trabajar más horas por el mismo sueldo. Claro.
Y eso de la universidad publica ¿cuantos años hace que se perdió?.
Un ejemplo: ¿Puede cualquier ciudadano, igual por ley a otros muchos que le rodean elegir libremente estudias medicina en este País Vasco / Euzkadi? -Respóndame sin «peros», porfi»-
No soy un señor licenciado como usted Don Javier. Nunca sabré si por que era muy vago o por que no me creía el sistema.
Lo ha relatado muy bien eso de al llegar a la meta te daban el papelillo ese, ¿y el conocimiento? ¿Solo se aprende en la universidad?¿La universidad solo es para una época de tu vida?.
Tantas y tantas preguntas en torno a una institución dominada por una de las castas de esta sociedad. Los funcionarios o «Patricios». Casta que domina a otras castas por medio de su poder económico y de derechos laborales.
Derechos laborales que usted Don Javier cedió en el momento que eligió una carrera recién inventada para otorgar pedigrí a una ciencia desconocida (ironía).
Derechos que quizás su señor padre tuvo y que los universitarios con todo el conocimiento adquirido en su licenciatura han perdido a lo largo de los años. Derechos y dignidad.
Eso es. Todo esta muy revuelto. Pero muy bien orientado hacia la gestión de las castas y el olvido del estado del bienestar para todos (es interesante leer bien lo de para todos).
Arratsalde on,
en mi opinión si hay algo que debiera ser gratuito es la universidad. No sé cuál es tu experiencia pero en mi época podríamos haber estado en clase 10 ó 200 que el coste de profesores, etc habría sido el mismo, si exceptuamos el asunto del inmueble y corregir los exámenes. Por eso ayudándonos de nuevas tecnologías podríamos permitir que cualquiera se presentara a los exámenes, que repitiera las veces que hiciera falta, eliminar números clausus, etc
No se puden poner cortapisas a que alguien se matricule en la universidad porque está trabajando, o porque en su casa no tienen dinero (estamos hablando de gente siempre mayor de edad), etc
Siempre da la sensación de que se quiere, por una parte dificultar que muchos tengan lo que yo tengo porque entonces pierde valor, y por parte de los que manejan la universidad seguir viviendo igual de bien y dedicarse a lo que les viene en gana.
En definitiva replantear el objetivo de la universidad que debiera ser aumentar el conocimiento de toda la sociedad y no dar un papelito, como bien dices…
abarkada bat
Has reflejado muy bien Javitxu una situación de esos años, muy típica en la gente obrera y muy conocida en Astrabudua. Muchos de tu generación os habéis pegado con el dinero, con los libros y con el mal ambiente que también os tocó vivir para salir adelante. Y me alegro un montón cuando veo que sacáis, con humildad, pecho, cuello y hasta voz para decir a los más jóvenes que las cosas hay que hacerlas con esfuerzo, trabajo y un poco de ilusión
Y tuviste mucha suerte Javier de que tus padres te dieran la oportunidad de ir a la Uní. Yo en esas épocas ya estaba pagando los impuestos para que tu tuvieras la beca! Mi padre también era obrero y mi madre llevaba el caserío..y así y todo la única con carrera superior y con un doctorado soy y mira para que! He trabajado desde que a los 10 anos mi madre me saco de la escuela para cuidar de mi hermana Garbine! A los 12 me llevaron al colegio y lavaba a mano las ropas de todas las internas unas 10-12 y aparte limpiaba 3 clases! y encima tenia que sacar matriculas porque era muy inteligente! A los 17 ya estaba dando clases en el colegio de Nuestra Sra de la Compasion de Munguia, A los 18 al querer ir a estudiar Sociologia a Deusto mi madre se negó así que hubo una guerra para que pudiera ir a la UNI y eso que estaba pagando mis propios estudios!
Luego me he enterado que la empresa de mi padre daba becas para los hij@s de los empleados!
Quien obtenía las becas y quien se ha quedado fuera? Cuanta gente de pueblos no ha llegado ni al BUP?
En EEUU la mayoría de los jóvenes trabaja para pagarse los estudios y mirando para atrás sabes lo que pienso?
Que es una experiencia maravillosa! porque entre otras cosas sabes lo que es ser un obrero de primera mano y no de segunda!
Hay mucho principito aburguesado entre los hij@s de muchos obreros o campesinos que son aun mas esclavos de su trabajo que los obreros!
Y para muestra ya tienes uno en Lakua y otros muchos que han pasado 10 anos para obtener el titulo en lugar de 5 !