Pero entonces llegó el doctor, conduciendo un cuatrimotor, ¿y saben lo que pasó? Según la canción infantil, que todas las brujerías del brujito de Gulugú (o de Culubrú, en otras versiones) se curaron con la vacuna del galeno. En el caso que nos ocupa, más prosaico y dramático, fueron dos los doctores que llegaron, los ases de la antropología forense Francisco Etxeberria y José Maria Bermudez de Castro, y sacaron los colores a unos anacletos de la pestañí española que literalmente no distinguen los restos óseos de unos ratones de los de unos niños. Ante la apabullante evidencia, que incluía la edad exacta de las criaturas calcinadas, todo lo que se le ocurrió decir al grotesco ministro de Interior es que el mejor escribano echa un borrón. Hemos visto los suficientes capítulos de CSI y Bones —réstenle las necesarias exageraciones de la ficción— para hacernos una idea de la impericia que hay que atesorar para cometer una cantada de ese tamaño.
¿Que no hubo mala intención? Está sobradamente probado que muchas veces la ineptitud resulta más letal que la maldad. Sólo hay que pertenecer a la condición humana para imaginar el innecesario sufrimiento añadido causado por la chapuza a una familia a la que ya no le puede caber más. En segunda pero insoslayable derivada están las toneladas de carroña gratuita y con sello oficial que ha recibido la bandada de anarrosas que desde el minuto uno robaron el asunto de la agenda informativa y lo convirtieron en pienso putrefacto para engordar la audiencia. El infame espectáculo que debió desinflarse hace meses ha tenido mil prórrogas y cien mil penaltis gracias, en buena medida, a la metedura de pata de la que se dice policía científica o, como poco, de los que emiten sus comunicados de prensa.
A esta hora sigue el festín en las cloacas mediáticas. Cada energúmeno pidiendo la horca para el todavía presunto autor del crimen es una décima más de share. Amarillo gana.
Y lo grave no es que los doctores hayan dejado en mal lugar a la policía científica; lo peor es que el propio doctor Etxebarria, no necesitó ni un mini ningún análisis para estar completamente seguro de que eran restos humanos.
Y Mikel Zabalza tenía los pulmones llenos de agua del Bidasoa…
Profesor Don Francisco Etxeberría Gabilondo, motivo de orgullo para Euzkadi…….
¿Qué opinará sobre estos acontecimientos carlos bueren roncero?
Que horror, y luego dicen que Espana esta en Europa e incluso andan vendiendo hispanidad por el mundo mundial! las chapuzas que han hecho conmigo eran deliberadas, pensaba que eran idiotas pero nunca pense que iban a llegar a este calibre! paz y amor para estos pobres angelitos! que si este esperpento es obra de sus padre…donde estaba su madre que fue incapaz de ver a un mosntruo semejante? Como dije el otro dia en otro foro: Vaya leccion amarga para las mujeres: Como decía Isadora Duncan: Mujeres con quien tenemos hijos! No pidáis anillos de boda…ni firmas sino que os amen ! solo si os aman y respetan , amaran a vuestros hijos!
Francisco Etxeberría Gabilondo, Gran Forense, Buena Persona