Si alguna vez me he puesto Rottenmeyer con mis compañeras y compañeros más jovenes —bueno, y con alguno bien talludito—, es cuando me han confesado entre lo cándido y lo descarado lo mucho que les aburre la política. Me pasaba con cierta frecuencia en mi antigua casa. Superado el primer sofoco, empezaba por soltarles esa frase que, según quién la cite, se atribuye a Yves Montand, Churchill, Kennedy o George Bernard Shaw, que es el más socorrido a la hora de documentar ocurrencias ingeniosas: si tú no te ocupas de la política, ella se ocupará de ti.
Ante el nulo efecto cosechado, no me quedaba otra que pintarme un bigotillo facha y recordarles una anécdota de José María García. Al pedirle al cronista destacado en el estadio de Los Cármenes el resumen telegráfico del partido que se acababa de disputar, el interpelado se atrevió a decir que había sido un encuentro “como para dormir a las ovejas”. En mala hora. Los millones de oyentes que tenía por entonces Butanito, y servidor entre ellos, asistimos a la punzante réplica: “Aquí no te pagamos por divertirte en el fútbol, sino para que nos cuentes lo que ha pasado en el campo, ¿entendido?”.
Pues no, tampoco solían captar que lo que les quería decir es que estaban profesional, moral y hasta contractualmente obligados a distinguir entre Permach e Iturgaitz. Y no crean que me estoy adornando en el ejemplo, por exagerado que les suene. Pero igualmente se trataba de un esfuerzo vano porque los cachorros de la manada tenían su propia teoría: “A la gente no le interesan esas chapas que les contamos. Quieren saber otras cosas”.
Izo exactamente aquí la bandera blanca. Esta campaña que hoy termina me ha enseñado que para el periodismo actual unas elecciones son una especie de concurso de Miss o Mister Simpatía. Lo que importa es la foto más chuli con la parienta o el pariente. O las veces que “lo hacen” a la semana. Lo demás es aburridísimo.
Y cómo se llevan entre ellos, si Basagoiti es amigo de Urkullu en la intimidad o de Azkuna, etc.
De sexo se habla poco, igual es porque no existe.
Más o menos.
Ya que hace tiempo que no la veo, alegría de leer por aquí no solo a Javi sino también a «Qué caro»
Egun On
Hoy lo tengo fácil, porque sólo me voy a limitar a «cortar y pegar» la cita de uno de los pensadores más agudos que hemos tenido en los últimos tiempos.
Allá va:
«El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los fréjoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.»
(Bertolt Brecht)
Pues yo se la he oído a Enrique San Francisco, en versión,tú puedes pasar de la política pero los políticos no pasarán de ti, así que es mejor estar al loro. Más castizo aunque el hombre tiene un afán por las armas que…
En cuanto a Brecht, seguro que no era miembro del partido feminista, era un misógino recalcitrante el muy cab… Tb escribió, cuando vinieron por uno, por otro y por otro no hice nada, cuando vinieron por mí, no quedaba nadie para ayudarme (versión libre y reducida). Por lo demás, él huyó de los nazis a Escandinavia primero y a EEUU después donde no se integró y finalmente volvió y vivió de las rentas en la antigua Alemania del este. No me gusta mucho el tío, se ve no? Gran literato pero un hombre penoso.
Si hubiera nacido en un país normal tampoco me interesaría la política, da mucha mala sangre y no acaba de cambiar nada para bien, por lo menos en el presente. No sé cómo va lo de la democracia participativa en Brasil, parece farragoso pero interesante y t b me gustaría que hubiera consultas a menudo como en Suiza. Eso de votar cada 4 años al menos malo y que luego que hagan lo que quieran hasta las próximas elecciones….
Normal que la gente se aburra, es lo que ellos quieren (los políticos), que nos durmamos y votemos algo de vez en cuando.
Hola de nuevo
Hoy estoy de enhorabuena, porque el artículo de JV permite «ser complementado» a base de frases y citas ilustres, y es así que a servilleta le basta con «cortar y pegar». (Ahora que lo pienso, una persona podría ser cultísima y megaempática para con el prójimo sin más que memorizar las 300 ó 400 frases célebres que han parido las mejores cabezas de la Historia… aunque de esta manera renunciaríamos a seguir «prosperando». Pregunta del millón: ¿Compensaría?)
Decía que me he propuesto «copiar y pegar» esto que viene en Wikicastaña:
«»Desde la década de 1980, Niemöller es mejor conocido como autor del poema «Cuando los nazis vinieron por los comunistas», que trata acerca de las consecuencias de no ofrecer resistencia a las tiranías en los primeros intentos de establecerse. El orden exacto de los grupos y las palabras están sujetos a disputa, ya que existen muchas versiones, la mayoría transmitidas oralmente. Niemöller menciona[3] que no se trataba originalmente de un poema, sino del sermón ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?, pronunciado en la Semana Santa de 1946 en Kaiserslautern (Renania-Palatinado, Alemania). Este poema se atribuye erróneamente, en muchos idiomas, al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht.»»
La famosa frase sobre «primero vinieron a por…….. y no me importó porque yo no era……; luego…….., ahora llaman a mi puerta» NO es de Bertold Brecht, sino de UN PASTOR PROTESTANTE DE LA RESISTENCIA ALEMANA. Ahora no me acuerdo del nombre.
No entiendo qué inconveniente ven algunos en votar por todo. Se podría hacer todos los domingos. Hay otras cosas menos transcendentes que se han hecho todos los domingos (por ejemplo ir a Misa nuestros mayores) y se siguen haciendo (ir al fútbol los futboleros, ir al basket los altos de la canasta, las rabitas del mediodía con el vermouth para las familias de bien de siempre, el monte del domingo por la mañana, o elimperdonable partido de pala de los jueves). Se votaría por diversas cosas en varios niveles (desde cosas del barrio hasta cosas de más extensión, como la desintegración del Estado actual en Estados más cercanos al ciudadano, o federaciones de municipios para algo o de comarcas para otra cosa. o reprobación de un registrador de la Propiedad que a pesar de tener mayoria absoluta en unas elecciones ha descubierto que el anterior lo ha hecho peor de lo que pensaba y su electorado ha descubierto que no sabe nada de macroeconomía y menos de microeconomía, y por lo cual puede seguir incrementando el paro toda una legislatura de 4 años). En fin, sé que es una utopía, un ensueño quijotesco, pero que no me digan la típica frasecita «No se va a estar vortando contínuamente», porque al txikiteo sí se va continuamente.
Creo yo, vamos.
Lo que pasa, que en esas rutinas que citas Julian, hay un grado de placer. Meter el sobre en la urna, para mí al menos, no va unido a un placer concreto (salvo la última vez que fui) sirve para ver como van envejeciendo los vecinos, encontrarme con éste o aquel, y contemplar , este fue mi placer,cómo una señora con la cartulina del PP de observadora.. rompía una sillita de una clase de infantil con su orondo culo; por un momento pensé si entre sus más de cien kilos había algún kilo de la banda armada, o del entorno del entorno del michelín independiente.
En fin, felicidades a Urkullu y a Mintegi por adelantado.
PS:
Iñaki, te leo siempre y mucho placer verte aquí.