Contemos bien. Aunque las elecciones que mandaron al PSOE por el desagüe fueron el 20 de noviembre de 2011, entre pitos, flautas y trámites varios, Mariano Rajoy tuvo que esperar hasta el 21 de diciembre para ser investido presidente. Por tanto, no es un año sino once meses —se cumplen exactamente hoy— lo que llevamos bajo el signo de la gaviota. Procede hacer la acotación porque una de las lecciones que hemos aprendido en este tiempo tenebroso es que al PP un mes, o sea, cuatro consejos de ministros, le cunde mucho. De aquí a la efeméride redonda nos aguardan aún, me temo, un puñado de tantarantanes vía Decreto ley convalidable a rodillazo limpio.
El balance es, en consecuencia, incompleto, pero no por ello menos ilustrativo e ilustrador de la que nos cayó encima el día en que el pueblo español soberano y rumboso —¡ay, ay, ay!— le concedió a los genoveses una mayoría, más que absoluta, aplastante, demoledora e incontestable. Si había la menor posibilidad de escape al ricino y la motosierra era que a la formación gobernante no le salieran las cuentas solamente con sus culiparlantes. Inútil, a estas alturas, llorar por la (mala) leche derramada. No quedan muchas más opciones que el pataleo y el desfogue. Y sí, también la protesta en la calle y ceder a la tentación de resignarse, aunque no sea sino para no reconcomernos más todavía pensando que ni siquiera lo hemos intentado.
Como los negros números cantan y se han escrito cien columnas con la misma intención que la presente, obvio el inventario de las medidas que nos han hecho estar peor que ayer y, por desgracia, mejor que mañana. A cambio, señalo con todo el escándalo del que puedo hacer acopio una cuestión que parecemos haber aceptado como un imponderable. Desde 1979 hacia acá ha habido gobiernos regulares, malos, muy malos y pésimos. Aunque se antoje imposible, el actual es sin duda el peor de todos… con bastante diferencia.
Hola
Leo el artículo, y lo comparto salvo en dos apartados. Concretamente en estos:
Primero. «-el pueblo español soberano y rumboso —¡ay, ay, ay!— le concedió a los genoveses una mayoría, más que absoluta, aplastante, demoledora e incontestable. » Discrepo. Los habitantes de La Cosa (Susaeta copyright) entregaron a Mariano 10,867 millones de papeletas; pero como el censo de La Cosa asciende a 35.779.000, resulta que el Registrador se ha hecho con el cortijo gracias al voto del 30,37% de la peña. Dicho de otra manera, el 70% ha pasado de Mariano. (Triste es que este 70% sea incapaz de modificar la situación…pero esta es otra historia.)
Segundo.- Para mi, Palmer, el peor Gobierno que ha tenido la Cosa ha sido el del Contador de Nubes y Amiguito del Viento. El de ahora es malo de cojones, sí, pero no para todos; hay gente que vive muy bien; «un determinado tipo de gente. Además, ya se sabía: los fachas no engañan; siempre hacen lo mismo. Sin embargo, el Inútil Superlativo no sólo engañó, sino que pudiendo haber emprendido acciones eficaces, porque contaba con apoyos externos, y fueron multitud los asesores que le indicaron lo que inevitablemente vendría (diariamente aparecen documenos que así lo atestiguan) no hizo nada de nada, en unos momentos en que acciones decididas podrían haber parado la bola de nieve en su fase cuasi inicial.
Por lo demás, sin novedad.