Angela Merkel no gana: tritura, aplasta, vapulea. Tercer mandato con tres millones de votos más que en las últimas elecciones. No parece que las papeletas le cayeran del cielo ni que fueran fruto de una trapisonda. Los alemanes, que cumplen el tópico de la precisión hasta para ir a las urnas —participación del 73%— le han otorgado su confianza en masa. A mi tampoco me hace el hombre más feliz del mundo, pero eso es así y seguramente atenderá a alguna razón. Otra cosa es que dé mucho miedo aventurarse en los porqués. ¿Y si de golpe y porrazo descubriéramos que, contra lo que sostienen ciertos discursos con mucho predicamento mediático, la mayoría de los ciudadanos de este pastiche de estados llamado Unión Europea no ve con tan malos ojos el recortazo y tentetieso?
Lo propongo como (incómoda) hipótesis de trabajo, sin siquiera alcanzar a ver las consecuencias de que resultara cierta. Hasta ahora nos habíamos construido una tramoya argumental según la que unos poderosos malísimos (emporios, multinacionales, gobiernos) decidían crueles políticas que segaban el presunto bienestar a su paso y condenaban a una vida cabrona a millones de personas. Pero empiezo a intuir que al simplificar los hechos así, omitimos un dato fundamental: los ejecutores de las tremebundas decisiones cuentan en cada uno de sus países con el respaldo de los ciudadanos. Están ahí porque ganaron unas elecciones.
Se me podrá decir que existen matices importantes, como que hay una veintena de gobiernos europeos que han caído, en teoría, por haberse cebado con la austeridad. Siendo eso verdad, también lo es que los gabinetes que los han sustituido llevaban en bandolera las mismas o peores recetas. Ni en la arrasada Grecia, donde aparentemente no habría mucho que perder, ha conseguido imponerse la supuesta alternativa radical. ¿Será que, en el fondo, los votantes europeos son (somos) más conservadores de lo que se presume?
Merkel habla por y para sus votantes alemanes. Su máxima preocupación, como buen acreedor, es cobrar las deudas, especialmente de las cajas arruinadas de los Landers. En el momento, en que se vea obligada a asumir quitas importantes, la Europa acreedora dejara caer a toda la periferia. Lobbys empresariales alemanes, que asesoran al CDU, ya hablan de la Europa a dos velocidades, mantener regiones del sur ricas, y dejar caer al resto
Durante el mes de las campañas electorales: las presiones y amenazas apocalipticas, y promesas que se realizan no sean la realidad de los países.
En ese sueño irreal, votamos.
Después los políticos, van haciendo lo que pueden y quieren, pero aquellos suelos no se cumplen, tampoco los desatres apocalipticos, y todo sigue igual.
Las elecciones es para seguir todo igual, ¿hay crisis? seguirán pagándola los de siempre, los trabajadores.
Más o menos.
Basicamente a los alemanes les tienen engañados, el estado social aleman comparado con los del sur es como un continente comparado con la isla de Izaro.
Ademas un año antes de las elecciones anulo los recortes que hizo. A los alemanes les han convencido de que la europa del sur son una cuadrilla de vagos que vive de su dinero. Me llegaron a decir que circularon papelitos por alemania donde se decia que en grecia de 10 millones de habitantes 6 millones eran pensionistas, cosa que no aguanta el menor analisis pero alli se tragaron.
¿Que pasa?, pues que ahora les estan zumbando a otros y desde la barrera todo se ve muy bonito. Cuando termines de destrozar a los del sur les tocara comer recortazo de narices, entonces se asustaran y pediran ayuda, pero a los del sur ya nos pillaran encanallados y resentidos.
Esto es como lo de israel y sus 5 guerras contra los arabes, su truco para ganar era sencillo, mientras contenia al resto solo golpeaba con dureza a un solo pais. Asi los demas paises arabes no prestaban ayuda, ya que al otro le zumbasen bien tambien les convenia. La cosa cambiaba cuando te zumbaban a ti y descubrian que ya nadie les podia ayudar.