Grandiosas noticias. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, líderes de los otrora bastiones del bipartidismo español —actualmente, tercera y cuarta fuerza, según Metroscopia—, se fotografían a las puertas de Moncloa con un palo y una zanahoria. Dicen que por ahora levantan la bota del 155, pero que al primer mal gesto de los perversos soberanistas, les vuelven a calzar el cepo, menudos son ellos. Y por si las moscas, pactan que en el ínterin controlarán las cuentas de la taifa traidora. Desde la pradera de San Isidro y junto a Begoña Villacís vestida de chulapa (se lo juro), el figurín figurón Rivera hace como que echa las muelas y aboga por “extender un 155 duro” para que los disolventes con mayoría en el Parlament se enteren de lo que vale un peine.
En otra viñeta del (tragi)cómic, el recién investido president (gracias a la abstención de la CUP, no lo olvidemos) peregrina a Berlín para que no quepan dudas sobre su obediencia al hombre que lo señaló como portador interino de la vara de mando. Qué papelón para los amigos del Procés, incluyendo los que habitamos en este trocito del mapa entre el Cantábrico y el Ebro, tener que contemporizar con la infame bibliografía presentada por Quim Torra.
Alguien con más capacidad de análisis que servidor quizá tenga a bien explicarme el porqué de semejante elección. Y ya puestos, sería magnífico conocer el motivo de la feroz defensa del personaje por parte de quienes se pasan la vida señalando xenófobos y racistas por doquier. Claro que si hay algo por lo que pagaría a gusto es por los pensamientos íntimos, allá en su lejana celda de Estremera, de Oriol Junqueras.
Yo creo que cuando eligieron a Quim Torra no sabían que ocurriría algo así, desde luego es algo que puede volver en su contra y seguro que después de ver lo ocurrido hubieran elegido a otro. Evidentemente los tuits son lamentables y las disculpas que ha dado pueden no ser suficientes, pero también es verdad que hay algo de manipulación al presentarle como racista en base de unos fragmentos de sus artículos (yo no he leido todos los aticulos enteros, pero por ejemplo van diciendo que en uno califica a todos los españoles de bestias y en realidad se refiere a la gente que muestra odio hacia todo que suene a catalán al pedir a una compañia aerea que eliminen las intrucciones durante el vuelo en catalán). Dicho esto, me parece una elección muy poco inteligente y seguro que a muchos de PDeCAT y ERC también (no hay más que ver el tuit de Joan Tarda), pero después de exigir tantas veces la inmediata formación del Govern no podían rechazar el candidato elegido por Puigdemont.
No sé sí conocían los escritos de Torra. Lo que seguro sabían es que ideológicamente a su derecha está la pared. Una cosa es que el Pdcat imponga su candidato, y otra humillar de esta manera a Esquerra.