Vaya, pues parece que esta vez sí, a Iglesias y Errejón se les ha acabado la amistad de tanto usarla. O dicho en menos fino, que han terminado de hincharse las pelotas mutuamente. Hora era, por cierto, porque como no se han cortado mucho en cuanto a exteriorizar sus enganchadas, sabíamos que la cosa viene de lejos. Quién no guarda en la memoria la reyerta de Vistalegre 2, solventada con victoria por goleada del gran líder carismático. Ahí el de la eterna cara de niño tuvo que tragar quina por arrobas. La humillación no se quedó en la derrota, sino en el perdón magnánimo del que había sido desafiado. A más de uno le sorprendió entonces que el levantisco no hubiera sido enviado a pegar sellos en el penúltimo círculo de Matalascañas, y quizá el señor de Galapagar se esté arrepintiendo tarde de no haberlo hecho. Si tan bien conocía a su antiguo íntimo, debía saber de sobra que una de sus características más acendradas es su tendencia al resentimiento y su gran memoria. Esta cuchillada por la espalda ha sido la puesta en práctica del clásico: la venganza es un plato que se sirve frío.
Comprendo que se me afee que haga chanza de algo tan serio como la ruptura no ya de una relación personal, sino de un proyecto que ha ilusionado a tanta gente. Del mismo modo, me parece humanamente comprensible que desde la organización en pleno proceso sísmico se pretenda explicar la cosa con claves de táctica y estrategia. Sin embargo, sorprende, de un lado, que esa gente tan ilusionada haya permitido con su ciega sumisión que las cosas lleguen a donde están. Y en cuanto a lo otro, cualquiera sabe que esto va mayormente de egos.
Claro que va de «egos «. Pero después de Vistalegre II, hay unos estatutos de por medio y se deben de cumplir. Que aceptes ser Presidenciable para la Comunidad de Madrid y cuatro meses antes de unas elecciones importantes, huyas del compromiso, sin haber dicho ni mú. Bueno si dijo: Carolina Bescansa le mando un buro fax, para liquidar al SG Pablo Iglesias… Creando problemas en Galicia y dando una visión de división; cuando por medio una apuesta transversal, en ganar el Ayuntamiento y la comunidad. El 29 % es menos que el 70%… Pero los aplausos de los que se beneficiarían de una división… ¡ Delata, quien es el ególatra y el eslabón débil de este episodio triste, pero real.