Para que no queden dudas, empezaré dejando claro que me pareció que el soberanismo catalán, y en particular, ERC, se equivocó al no facilitar la operación del PSOE para convertir a Miquel Iceta en presidente del Senado español. Como ya escribí aquí, el precio era ínfimo y aunque la contrapartida tampoco era la caraba, el resultado global tenía más aspectos positivos que negativos. Vamos, que menos daba una piedra. Y si bien no soy ni de lejos tan fan del voluble y excesivamente histriónico político catalán como otros, poco se perdía dándole el capricho de ser la cuarta autoridad del Estado. Máxime, si los que de verdad iban a echar las muelas por verlo ahí son los integrantes del trío de la bencina que ustedes saben.
Aclarado eso, lo que no puedo tragar es que tras la malbaratación del plan de Pedro Sánchez y sus gurús, el personal se rasgue las vestiduras porque se ha quebrado la cortesía parlamentaria que supuestamente obliga a votar de modo que se facilite la designación como senador autonómico de cualquier fulano que proponga un partido. No y mil veces no. Póngase en el reglamento que en función de su representatividad, un grupo tiene derecho a un senador o dos y nómbrese o nómbrense por imperativo. Si no se hace y se somete a votación, acéptese que cada quien haga de su capa un sayo. ¿O es que fue descortés aprovechar que Mayor Oreja se durmió para aprobar los presupuestos en el Parlamento Vasco? ¿O es que es cortés del copón y medio pactar para repartirse las mesas de los parlamentos? Por no hablar de la cortesía que implica aprovechar que hay parlamentarios electos presos para cambiar las mayorías.
Cuando el principio de legalidad se convierte en un tirito de goma elástica en la nariz del que lo esgrime como razón suprema de estado, nunca es un error.
Los que gobiernan aplicando el de 155, defensa del apaleamiento de votantes, etc… no pueden luego esperar el compadreo de los nombramientos de senadores por encima de la aceptación de los representantes. Iceta, sin ganar unas elecciones iba a ser el presidente de una institución que puede disolver el Parlament y convocar nuevas elecciones… Venga ya, engaña a los tuyos.
Los demás también tienes derecho a utilizar los gestos.
Sr. Vizcaíno, desde Catalunya:
Miquel Iceta – ese político «cortés y dialogante» -, ha sido el responsable de liquidar el PSC para convertirlo en una mera sucursal regional-federal del PSOE.
Lleva años menospreciando e insultando a los independentistas. Su oferta de «diálogo» es la misma que la de PSOR.P-C’s y Vox: que los independentistas renuncien a la independencia y se acabó el problema.
No ha querido visitar a los presos políticos y ni siquiera se dignó a mirar a la cara a los familiares cuando fueron al Parlament porque no quiere que le vean con indepes. Eso sí, para ir de mani y hacerse selfies con los fascistas y los anticatalanes no tiene problemas.
Ha apoyado la represión policial y judicial del independentismo y que los cargos electos no puedan ejercer.
¿Y ahora pide que le apoyen? Creo que sobran los calificativos.
Entiendo que desde la mansa Euskadi nos quieran dar lecciones de cómo tratar con España, incluso que nos digan que tener un gesto de dignidad es malo. Porque ya se sabe que los que tenemos que ser «moderados, dialogantes y bajar el tono» somos los indepes, los españolistas, no.
Como ha dicho Junqueras, se acusa de inflexibles y de romper el diálogo a los que están en la cárcel.
Insisto, S. Vizcaíno: no seré yo quien critique la estrategia actual del nacionalismo vasco. Pero entenderá que no nos interese demasiado recibir consejos.
Un saludo,
De acuerdo con tu análisis del tema Iceta. Pero designados dos socialistas catalanes para Congreso y Senado, lo que no acabo de ver es eso de llamarlo gesto «de calado»… Porque son catalanes es una «cesión» al soberanismo?… Y si fueran Albert Rivera o Mitjó también lo sería…? Venga hombre, no nos engañemos con los gestitos a los que nos acostumbran los socialistas. De calado hubiera sido dejarles entrar en la mesa de Congreso o Senado, o dejar a Junqueras y Puigdemont participar en los debates y entrevistas electorales, lo que sí estaba en la mano de Sánchez. Aunque esto es lo mínimo que debía exigirse a un estado realmente democrático. Ay Estrasburgo!!…
Mire usted, Kalergi, lo que quiera menos acusar de dar lecciones. Otra cosa es que se tomen como tal preventivamente por quien necesita construirse un contra.argumento para un argumento que no es tal.
Y de mansedumbres y presuntas heroicidades hablamos otros día. Tambiñen de quien se artroga la palabra de todos los catalanes o de una mayoría.
Ahora que lo pienso, menos lecciones. Le devuelvo la pelota, escribiendo, por cierto, con mi nombre y mi apellido.
Sr. Vizcaíno,
Le agradezco que me haya contestado y no sea de esos articulistas que tiene una sección de comentarios por tenerla. Usted los lee y es de agradecer.
Lo que le decía, y le repito, es que a Iceta lo conocemos bien en Catalunya; sabemos qué hace y qué representa. Y no nos gusta que quien desconoce la realidad catalana pretenda decirnos qué hacer.
Como bien dice el comentarista David, que sea catalán no garantiza que vaya a favor de la mayoría de los catalanes. ¿Cree usted que defendería lo que quiere una mayoría de vascos Mayor Oreja? Pues Iceta es peor.
No busco contraargumentos; simplemente, expongo mi opinión, que – se lo garantizo – comparte la mayoría de catalanes.
Ni busco dar lecciones, se lo aseguro. Especialmente con alguien como usted con quien, seguramente, estoy de acuerdo en muchas cosas.
Gracias otra vez por su respuesta.
Un saludo,