Si no fuera porque la cuestión de fondo contiene decenas de miles de dramas, abriría estas líneas contándoles que mi animal mitológico favorito es el Ingreso Mínimo Vital. ¿Recuerdan la gran fanfarria que acompañó a su aprobación antes del verano? Con ese espíritu más de antigua señoritinga de tómbola de beneficencia que de verdadera convicción de la justicia redistributiva, el muy progresista gobierno español vendió la especie de que la pobreza tenía los días contados en Hispanistán. Gracias a la generosa asignación de cuatrocientos y poco leureles mensuales, los menesterosos patrios tendrían la vida resuelta, y a poco ahorrativos que fueran, podrían aspirar, qué sé yo, a una chocita con pileta en Galapagar.
Y todo eso, de un día para otro, pues la propaganda del momento aseguraba que el cobro sería prácticamente automático. Un lunes se presentaba la solicitud —cosa de nada: rellenar dos recuadros y firmar— y el jueves la pasta estaría en la libreta. Pero han pasado los largos meses al sol y a verlas venir de los ingenuos peticionarios y no llegan al dos por ciento los que han llegado a percibir esa pésima copia de nuestra RGI. Lo curioso, ya que acabo de mencionar nuestra (seguramente mejorable) herramienta contra la exclusión, es que sus progres criticadores esta vez callan como tumbas. Qué cara.
Tienes razón Javier, y es que hay políticos que no piensan en lo que los ciudadanos necesitan, sino en lo que los ciudadanos quieren oír, y se lo dicen tal cual, sin ningún rigor ni compromiso de cumplir con lo que dicen y/o prometen.
Por eso los ciudadanos tenemos que tener los ojos y los oídos bien abiertos, un mínimo de sentido crítico para saber si es verdad y si es posible que cumplan lo que dicen, y en ultima instancia la memoria suficiente para recordar los incumplimientos cuando de nuevo tenemos que ir a votar.
Cuanta razón
Todos los de podemos y de más ahora callados por el retraso
Si algo así hubiera ocurrido con la RGI vasca
estarían todos dando voces ..
Es así ,prometer si pero lo que se pueda cumplir porque crear falsas expectativas es engañar al personal ..
Intentaron copiar el producto sin pensar en la línea de montaje. Salió mal, como es obvio.
Para empezar que ni la RGI ni el IMV son rentas universales. Son ayudas directas para las que hay que presentar una solicitud y para las que hay que comprobar si se cumplen las condiciones. Y hay que comprobar que no te dan gato por liebre.
Eso significa gestión, procedimientos, inspección… gente, en suma. Y no se puede construir de un día para otro, por mucho que la Seguridad Social tenga experiencia con prestaciones varias.
Creo que en la CAV la gestión del IMV la lleva Lanbide . ¿ Qué tal van las solicitudes aquí realizadas ?
Entre Felipe VI y los jueces le pondrán solución a este asunto.
Un poco de paciencia.
Esas solicitudes se atascan en el mismo sitio, en la Seguridad Social.