Buen morir, por fin

Por fin, la ley que ha de permitir el buen morir. Es motivo de celebración, lo sé, pero no puedo evitar pensar en lo tarde que llega para centenares de personas a las que se condenó a la extinción más indecorosa. No se lo perdono a alguna fuerza pretendidamente progresista que, según le convino, provocó el retraso de una norma que no es más que un signo de humanidad entreverado de sentido común. Se retratan los que ladran que en adelante se podrá dar matarile a los viejos que molesten. Por un lado, son el ladrón —en este caso, el asesino— que piensa que todos son de su condición. Por otro, exhiben una crueldad de proporciones siderales. Se la bufa un kilo y medio que haya mujeres u hombres reducidos a la condición de vegetal en nombre de una superstición fanática que, en realidad, no es más que un barniz reaccionario.

Por lo demás, a ver si lo capta el ultramonte, no se trata de una imposición. Solo quienes lo hayan decidido libre y voluntariamente podrán acogerse a la ley. Y aun así, deberán pasar por numerosos filtros antes de que pueda llevarse a efecto su determinación. Si de algo peca esta ley —y no seré yo quien lo critique— es de garantismo. La vida es demasiado preciosa como para perderla por un mal momento, pero también como para vivirla por imperativo cuando simplemente ya no da más de sí.

22 comentarios en «Buen morir, por fin»

  1. Yo creo que esta Ley viene a regular la posible solución para ese tiempo que va desde que la «vida se para» y la «muerte no llega». Un periodo muy duro para la persona que lo sufre y también para su entorno más inmediato. Un periodo que es dificil de gestionar, y espero que la Ley aprobada permita aprovechar lo que tiene de positiva, y evite que, en su nombre, se cometan acciones no deseadas por el legislador.
    Sin duda una Ley difícil, pero necesaria. Y habrá que estar muy atentos a su aplicación y a esas posibles consecuencias no deseadas.

  2. Buenos días, Javier. Y Zorionak si eres padre.

    Un amigo mío me decía antes de que se lo llevara el cáncer… «Vivir es vivir, no es durar».

    Un saludo

  3. Por fin, una buena noticia.
    Desde la encomiable y ejemplar lucha de Ramón Sampedro, han sido muchas las personas que han padecido toda la incomprensión del mundo, por una parte de la sociedad.
    Esos partidos políticos y sus votantes ultranacionalistas católicos, han puesto toda su fuerza hipócrita y despiadada, para que esas personas que querían abandonar una vida sin vida, fuesen tratadas poco menos que delincuentes, ellas, y las que intentaron ayudarles a morir dignamente.
    También ha habido otros partidos «progres» muy cercanos que han puesto piedras en el camino, y han retrasado la aprobación de esta ley por réditos electorales en la comunidad, donde intentan sentar más culos.
    Que se haga una ley firme, clara, sin lagunas, donde quien desee pueda morir en paz dignamente, y elija su momento.
    Quién no quiera hacer uso de este derecho por miedo de ir al infierno. ¡allá ellos!

  4. Sería interesante realizar un estudio sobre el empleo de la sedación terminal en ancianos hospitalizados.
    Es un asunto tan difícil de investigar y sometido a un sólido corporativismo, que su investigación sería extremadamente e complicada.
    Exta ley servirá para evitar el oscurantismo fanático,tener que contar con el consentimiento del enfermo o de quien legalmente proceda si él no puede manifestarse libremente o no tiene formalizado su testamento vital, para evitar actitudes hipócritas y la justificación de sufrimientos ajenos.
    Bienvenida sea.

  5. Pues si, yo también estoy de acuerdo en que la oposición a una ley tan humanista (y garantista) que llega muy tarde para infinidad de personas, retrata a otras como un rebaño de sádicos hipócritas cuyo único papel en esta función es marcar de nuevo territorio y manifestar un odio profundo a nada que huela realmente a libertad de elección.

    Me viene a la cabeza un artículo que leí hace años escrito por Martin Caparrós (creo) que titulaba algo así como «Cómo aprendí a odiar a Teresa de Calcuta» y en el narraba las prácticas habituales en los hospitales que fundaba y gestionaba, en los que el sufrimiento y el dolor ajeno eran sólo instrumentos para una «meta superior» o algo así, mientras la propia Teresa se codeaba con lo más (y a veces repugnante) granado de la alta sociedad.
    Sus fundaciones eran riquísimas y como tales fundaciones, inexpugnables al fisco, pero ni la caridad cristiana ni la simple empatía humana formaban parte de su actividad, sólo de nombre.
    El artículo relataba sin entrar en pormenores cómo se dejaba a los enfermos sufrir de manera inútil porque no les ofrecían analgésicos ni remedios médicos para evitar el dolor, a pesar de las reclamaciones de material y de profesionales que se le hacían desde sus propias instituciones…
    En fin, quien tenga curiosidad y tiempo podrá encontrarlo en ese gigantesco bazar que es Internet.

    A los jodidamente hipócritas que ayer hicieron exhibición de cartelitos y proclamas varias en contra habrá que recordarles que sus papaitos también se opusieron a la Ley del Divorcio y sin embargo fueron los primeros en presentar las demandas: eran los únicos que podían pagarlas.

  6. Película del Oeste. Una partida de apaches atacan un carromato en el que huyen un soldado y una mujer. Los apaches derriban de un tiro a uno de los caballos y el soldado intenta huir en el otro; la mujer grita, los apaches se acercan. El soldado se vuelve, se dirige a la mujer y le asesta un tiro en la cabeza, intenta huir pero su caballo es a su vez derribado: el soldado cae al suelo y, antes de que lleguen los apaches, se descerraja un tiro en la boca. Eutanasia en estado puro. Nadie en el cine se escandaliza por la acción del soldado; se comprende que es preferible morir que resignarse a sufrir la tortura sin ningún tipo de esperanza. Pero hay que reconocer que es duro, muy duro.

  7. totalmente de acuerdo con una ley más que necesaria
    No impide a nadie seguir viviendo con padecimiento si quiere pero da la oportunidad de renunciar a una agonía insoportable
    Si has visto morir a alguien querido con un deterioro y padecimiento que le impide vivir de una manera digna estarás de acuerdo con la ley recientemente aprobada . Otra cosa es que tus convicciones religiosas te lo impidan y en tal caí también tendrás tus derechos garantizados .

  8. Bendita sea. Ya era hora.
    Respecto de los que se oponen a ella, son los mismos que se opusieron a la teoría de la evolución porque es un montaje de la izquierda, al aborto porque la Tierra es plana, al cambio climático porque lo natural es la heterosexualidad y al divorcio porque Dios creó al hombre el séptimo día.

  9. Buenas.

    Una ley inoportuna, falsa, y criminal. No solo para los moribundos, sino tambien para los profesionales a los que se les va a obligar a realizar una practica que no es el objetivo de su estudio. No así la paliacion.

    La ley dice que el objetivo son los vegetales, como despectivamente los llamas?

    Porque un anciano dependiente, multiesclerotico y ateromatico, con insuficiencia cerebral, pero todo por el simple envejecimiento, sin enfermedad concreta… ¿será “paseado”?

  10. No, señor «Joseba». Confunde sus deseos con la realidad. La ley no permite ni remotamente lo que usted dice. Y ni siquiera hay que leerse todo el articulado. En todas las informaciones no sesgadas se cuenta que no se aplicará la eutanasia a quien no hubiera expresado por escrito su voluntad antes de que se produzca un deterioro cognitivo. Criminal (¡y sádico1) es prolongar el sufrimiento de paciente y familiares.

  11. los profesionales tampoco están obligados y pueden objetar así que no confundan con mentiras
    La ley es garantista y no obliga a nadie pero si han estado obligando por ley a sufrir a personas que deseaban irse en paz .
    Eso es fanatismo . Si alguien tiene problemas morales por sus creencias es libre de hacer lo que el quiera pero permitan a quienes no los tenemos decidir por nosotros mismos .

  12. Joseba, batez adoz zugaz. Bien hecho por dar voz a una opinión incorrecta en esta cámara de eco.
    Yo he conocido a muchas personas, he sido enfermera, en su fase final de la vida. Incluso entonces nadie quiere morir. Es un instinto muy fuerte en la gente. La gente no quiere sufrir. Pero no he conocido a nadie que, estando en su fase final, quiera morir. No he conocido situaciones que no se podian remediar con buenos cuidados paliativos. Mantener a las personas en confort no es eutanasia.
    Las únicas personas que he conocido que realmente querían morir y que habian tomado pasos serios para acabar con sus vidas, ninguna estaba cerca de la muerte. Una mujer de unos cuarenta y pico años que habia perdido a su hijo de siete ahogado. Un abogado joven con deudas. Un hombre de unos 80 años con cancer no avanzado que temia al dolor. Ninguno estaba cerca de la muerte. Dos de ellos consiguieron su objetivo suicidándose . Fueron unas muertes indignas, crueles y dolorosas. Me pregunto cuántos de Vds. les hubiesen ayudado a pasar, para ellos, a mejor vida sin el trauma que supuso sus muertes.
    La gente no quiere morir. La gente no quiere sufrir. Pero no quieren morir. Y hablar con esta alegría de algo tan serio me hiela la sangre.

  13. Buenas
    Si soy anciano, dependiente, ateromatoso, envejecido, y expreso mi deseo de morir…la ley me protege, o mas bien protege al que le ejecuta.
    No es así?

  14. Los profesionales están obligados a objetar. Porque se les pone ante la situación de acabar con la vida de una persona (que puede no ser ni paciente), cuestión para la que no se han formado (ni hace falta formación). De lo que se plantea la siguiente pregunta….es realmente necesario un medico para este menester?

  15. Argi, pero es que no estamos hablando de personas que teman morir, sino de aquellas que no quieran vivir más y no les sea posible acabar ellas mismas con su propia vida, por imposibilidad física o psíquica.
    Tiene razón Joseba cuando dice que esta ley protege legalmente a quienes se quedan.
    Y así debe ser.
    Lo que no es sano ni decente es que haya personas que altruistamente, por compasión ante una persona que sufre mucho y que ha manifestado su decisión de no hacerlo más tenga que temer por su seguridad, su libertad o su medio de ganarse la vida.
    La eutanasia no obliga a nadie a cabar con su vida ni legitima a sus deudos para que obtenga un sicario gratis y amparado por la Ley.
    O yo he entendido mal los enunciados básicos…

  16. Tampoco estamos hablando de personas agonizando, ni que están sufriendo. Para esto ya se utiliza la sedación paliativa.
    Estamos hablando de personas con una larga expectativa a de vida, pero con enfermedades o simplemente vejez, dependiente, limitada, y que no quieren seguir con ella.
    Tampoco sabremos nunca hasta qué punto es una situación en la que se influye en su decisión.
    Es una ley de todo menos garantista.
    Y mucho menos la familia que suele ser poco cuidadora y desea, la que mas, darle al viej@ el matarile.

    Insisto en una ley que es innecesaria, inoportuna y criminal.
    Pero es algo que ya estaba programado mucho antes de inventar los cuidados paliativos y a la que se ha dado prioridad.

  17. Batez adoz, Joseba. Pones el dedo en la yaga cuando especulas hasta qué punto se influye en esa decisión. En la práctica habrá personas, como dices mayores y con enfermedades crónicas, dependientes, con impedimentos para comunicarse, que sienten ser una carga. En ese debate desigual, en el que el paciente juega con desventaja, no es difícil de imaginar sucumbir a la más mínima presión. Que la habrá desde esta semana.
    Efectivamente, como dices, esta ley es de todo menos garantista.

  18. Es un tema controvertido y duro pero insisto en que si alguien se aferra a la vida y quiere continuar nada ni nadir se lo impide pero hay personas a las que les sobran unos meses de vida y yo lo he vivido con personas muy queridas y cercanas sin poder remediarles la agonía
    Los paliativos están bien pero no siempre son suficientes y a veces la sedación llega más tarde de lo necesario y los enfermos sufren lo indecible .

  19. Itzi, todos conocemos casos…..y próximos.
    También conozco de familiares que nunca aparecen, salvo en los últimos días, y piden al médico “acelerar” el proceso, con el paciente correctamente sedado que se les esta haciendo largo porque mantiene la respiración 48 horas en lugar de 24. Cuando veo en las noticias a los familiares de alguien que quiere morir, me pregunto cuantas veces han estado ahí sin las cámaras de TV delante.
    Si el problema es la sedación, se seda antes y mejor.
    Pero, insisto, para estos no esta escrita la ley. Sino para los que no encuentran sentido a su vida. Porque, al final, siempre tendrán una enfermedad crónica, incurable y con el VºBº de un médico. Y si no, una familia o entorno que hará sentir que su vida no tiene sentido.
    Es a lo que ha llegado esta sociedad.

  20. Complejísimo tema.
    Yo lo veo como una buena noticia, sobre todo desde un egoísmo personal, desde mi propio miedo a la vejez y a la enfermedad invalidante. Hoy ese miedo es menor.

    Es cierto que en los procesos terminales ya se viene dando de facto una combinación de cuidados paliativos y…no sé cómo llamarlo…eutanasia pasiva o ayuda al buen morir aunque implique una aceleración del proceso. Los profesionales, en lo que a mí me ha tocado vivir, lo aplican de una forma ejemplar.

    Esto es un paso más y grande y sí admito que da algo de vértigo pero el cosas tan trascendentales el vértigo es normal.

    No comparto para nada ese punto de vista que se centra en las familias que van a querer quitarse de en medio a los abuelos.
    No tengo mucha fe en la humanidad últimamente pero no creo que eso vaya a ser así.
    Al revés: yo creo que van a ser las personas enfermas las que van a querer acogerse a ello y las familias intentarán pararlo porque, pese a que la decisión sea de la persona, se sentirán culpables.
    Habrá de lo otro, claro, porque hay de todo. Pero no puedes cerrar esa puerta porque haya gente que lo va a utilizar perversamente; para esto están las garantías y mecanismos de corroboración de la decisión.

  21. Pues yo aún soy mas pesimista.
    Con una unidad familiar en descomposición, sin apoyo mutuo, algunos, con enfermedades incurables e incapacitantes, sin ver a sus seres queridos, hijos nietos, biznietos, sin sentirse arropado, viendo que la visita es un esfuerzo en lugar de una alegria, lo único que te preguntas es qué haces en este mundo. Pero no han tenido la valentía de suicidarse.
    Y nos hemos vuelto crueles y miserables. Y aplaudimos esta ley porque es un alivio, no para los que van a morir, sino para los que se libran de ellos. Ese es el verdadero sentido del aplauso.
    Porque esta sociedad esta asquerosamente desintegrada.
    Y le pasamos el muerto al médico. Porque se tiene que hacer en un hospital. Y el desgraciado se creerá que está haciendo una gran labor. Un Mengele mas en la historia.
    Cuando de toda la vida han existido fenómenos en la ejecución y no eran médicos. Porque hacer un Mikel Jackson no es tan difícil y se puede hacer en casa.

  22. Vuelves a poner el dedo en la yaga, Joseba, con lo de Michael Jackson. La gente tiene que saber lo que significa en la práctica la eutanasia. Porque acostumbrados a la dulce agonía inducida por la morfina de los cuidados paliativos la gente a lo mejor se piensa que es lo mismo. Lo de Michael Jackson es muy apropiado porque aquel murió de una dosis de anestesia. Si señores. Las drogas que se utilizan para la anestesia paralizan todos los músculos. Excepto el del corazón, que tiene su propia fuente de energia eléctrica. Imagínense no poder respirar y el corazón aun latiendo. Cómo prodrian ser tan crueles como para permitir eso? No, claro que no. Habria que parar el corazón también! Esa es la realidad señores de la eutanasia. Claro que no es obligatoria. Faltaria más, señores, que encima nos obligasen al personal sanitario a asistir a esta monstruosidad.
    Yo preveo a corto plazo una pequeña explosión de eutanasias. Seguido de gente negándose a ir al hospital.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *