Justo un peldaño por debajo de los antivacunas y dos de los negacionistas rabiosos, nos han salido unos malotes de lo más enternecedor. Son los que, a raíz de la reciente norma que vuelve a hacer obligatorio el uso de mascarillas en exteriores, se han puesto megamaxifarrucos y se proclaman aguerridos desobedientes. “¡Pues yo no me pienso poner el bozal en la calle!”, porfían tontos del haba como Arcadi Espada, Macarena Olona o el más corto de luces de nuestro barrio. Deben de sentirse como los Sans-culottes de la revolución francesa o las feministas que quemaban los sostenes cuando hacerlo suponía jugársela de verdad. En este caso, estamos apenas ante el mendrugo postureo de enfants terribles que no llegan a mocosetes consentidos. Ni merece la pena desearles que otro mastuerzo como ellos les atice a la jeta descubierta un buen estornudo con tropezones que, pasado el periodo de incubación, los lleve a una estancia de dos semanas boca abajo en la UCI.
Por mi parte, y dado que la inmensa mayoría de mis congéneres cumple con lo determinado incluso sin estar convencidos de su verdadera utilidad, me importa una higa lo que hagan estos Martin Luther King de pacotilla. Me basta con saber que su pretendida rebeldía se debe a la seguridad de que en este punto de la pandemia interminable no va a venir un guardia a cascarles una multa. Otra cosa es que al tener su bocaza destapada tras mi cogote en la parada del bus, me reserve el derecho de pensar para mis adentros que son tipos y tipas que, amén de creerse más listos que los demás cuando son lo contrario, rezuman insolidaridad por cada poro de su piel.
Les espera un destino «inmortal» como a los dos gemelos franceses antivacuna que a pesar de llamarse cientificos y decir que estaban tan cachas que a ellos el virus se la traia floja la han cascado. Cuando veo a un tipo o tipa sin mascarilla veo a un delincuente con pocas luces. Le Petit Macron va a terminat cayéndome un poco simpático.
No son más listos aunque ellos y ellas piensen que si. Cuando estoy cerca o me cruzo con alguien sin máscarilla, siento su aire de superioridad. Leo en su mirada que me dice algo así como: «que tonto eres que vas con mascarilla».
Pero no es cuestión de tontos o de listos, es cuestión de solidaridad. Las personas que se creen estar por encima de todo, ya sea en esto de la pandemia o en otros casos, no son merecedoras de vivir en sociedad.
Tendría que existir otro mundo sólo para ellos, y que las personas «normalitas» no tengamos que soportales, y mucho menos pagar sus gastos, en caso de que se contagian.
Lo más triste es que lo hacen porque gobierna la izquierda
Si el
bozal como lo
llaman lo hubiera impuesto un gobierno de derechas estos panolis usarían dos ,una encima de la otra .. Lo hacen por joder pero Macron el franchute también está dispuesto a joderles . Que mundo ,y que cabezas . vamos derechos a la extinción.
La cuestión es que estos fanáticos no se ponen la mascarilla porque la propuesta viene de un gobierno de izquierdas por llamarlo de alguna manera
Pero si gobernasen las derechas y lo
propusieran estos personajes se colocarían dos ,una encima de otra .
Su postura es por joder pero el franchute Macron quiere joderles a ellos .
Que mundo y que cabezas ,vamos derechos a la extinción.
Yo creo que estamos viviendo todo esto de forma muy insana. Bueno…como el resto de temas; la discrepancia política, la rivalidad futbolística…todo a cuchillo, a vencer, a derrotar al del «otro bando» y, se puede, a humillar.
Yo pasé el covid hace un mes. En principio me toca ya, por edad, la tercera dosis. Parece ser que oficialmente, transcurrido un mes desde haber pasado el bicho, ya se puede uno poner la tercera dosis.
Yo ya tengo las dos primeras dosis y habiéndolo pasado tan recientemente …pues la verdad es que tengo mis dudas. Me llegan toneladas de informaciones contradictorias.
Pues solo por expresar estas dudas ya una militante anti todo («anti vacunas» «anti mascarillas»…) me cantó en el morro su «victoria» personal: «Ya te ha costado. Ya era hora de que despertases y pensases por ti mismo y salieses del rebaño».
Anda y que te den por saco…gilipollas. Mi simple duda es si esperar un tiempo. Y en ningún caso creo que haya hecho mal en vacunarme anteriormente (de hecho, creo que gracias a ello lo he pasado muy leve) ni que esto sea una conspiración o «plandemia» para controlarnos ni gilipolleces por el estilo.
Y en los «anti» hay mucho de eso. Unos egos desmesurados yendo de outsiders…postureando. Los más listos. Los que no son lacayos. Y han ido aumentando su agresividad. Es una militancia casi de secta.
Sin embargo, también veo algo de esa agresividad y militancia en el otro lado. Me han parecido fuera de lugar las palabras de Macron sobre los «no vacunados».
Y con el pasaporte covid a veces se tiene la sensación de que se quiere enfocar como un castigo, como un «vais a pasar por el aro u os vais a cagar, vamos a por vosotros».
Y eso tampoco.
Como decía, es que ya no sabemos afrontar nada si no es términos de vencer y derrotar y humillar.