Al girar la puerta, no necesariamente hay una eléctrica o una teleco. Alberto Ruiz-Gallardón, por ejemplo, se encontró con un Consejo Consultivo. El de la Comunidad de Madrid, esa que anda afeando a los demás no sé qué privilegios y prebendas. Puede sonar a premio de consolación, pero, oigan, son 8.500 euros del ala al mes por una reunión semanal que se celebra los miércoles, salvo, imagino, cuando le toca Champions a los merengues. Hasta el sastre de Tarzán trabaja más. El lote incluye coche oficial, despacho, secretaria (o secretario, digo yo) y la utillería de rigor, a saber, Iphone del copón, tablet de quitar el hipo y resmillería personalizada. ¡Ah! Y para que luego digan de la temporalidad de los contratos, se trata de un puesto vitalicio. Sin periodo de prueba ni nada. Aquí te ficho, aquí cobras la primera dieta: no se le habían secado las lágrimas por la dimisión del martes, y el jueves estaba ya a la orden. Solo el Tribunal Constitucional resolviendo recursos contra Catalunya tiene acreditada tal celeridad.
Por lo demás, al progre más ultra (o viceversa) no le va a faltar buena compañía. Preside la cosa Ignacio Astarloa, presunto muñidor de algún indulto firmado por el propio Alberto, culo conocedor de una amplia panoplia de cargos, y todavía diputado en el Congreso; las incompatibilidades son para para los pringaos. También hay otra media docena de perfectos desconocidos y, rematando el lustre, ese simpático bribón de la política que atiende por Joaquín Leguina. Se pregunta uno qué necesidad tendrá este ganado de andar con sobres y cajas B, si tienen la corrupción institucionalizada.
Vale Javier, que en Madrid son muy cañís y campeones de la corrupción institucionalizada (con permiso de la Comunidad Valenciana).
Pero a tu vuelta después del verano nos prometiste estar en el pil-pil de la cosa vasca. Y tenemos al Lehendakari ziabogando desde el derecho a decidir hacia el derecho a consultar, juicios multitudinarios en la AN por vaya Ud. a saber qué declaraciones realizadas en sede policial incomunicada, los acuerdos presupuestarios que se van a “vender muy caros” y el Athletic con depresión.
Ahora que si es por Consejos Consultivos aquí tenemos al CES VASCO, con presupuesto 2013 de 1 millón 300 mil € ( Traducido a RGI, el copón). Dicho gasto se distribuye en 580.000 de gasto de personal para 10 de plantilla, incluidos tres administrativos que tampoco creo que tendrán un sueldazo. Y 600.000 de gastos corrientes y de funcionamiento. ¡Que incluyen las sesiones de trabajo para elaborar la Memoria de Actividades que justifica su actuación anual!.
Hala, que tenemos donde mirar más cerca!!
http://www.cesegab.com/es-es/
Felix Rojo: ¿Pretendes marcar la agenda sobre lo que escribo? Creo que te has equivocado, ampliamente. Si no te gusta, no leas. O lee y opina, pero no me digas sobre qué tengo que escribir y sobre qué no. En 25 años y en varios medios de diversa línea ideológica no me lo han impuesto nunca. Vamos, ni sugerido.
A esto es a lo que algunos se refieren como la famosa «casta». Sociatas, peperos, progres venidos a menos y chaqueteros de ideologías que por un general son los más peligrosos. Lo que más gracia me hace era que el mismo Gallardín era el que proponía adelgazar administraciones de las ,que casualidad, este Consejo Consultivo así como otros no entran.
Pues no, no era mi intención ni sugerir ni marcar agendas. Siento el malentendido por mi forma de expresarlo.
Pero lo que sí sugiero es que aquellos que llevais más de 25 años como referentes creadores de opinión, si generais expectativas de continuar otros 25 años como pepitos grillos y además os comprometeis a ello públicamente, que cumplais.
Y tentaciones de fuegos artificiales sobre si Gallardón cobra un pastazo o si Esperanza Aguirre tiene el verbo suelto, algunos las percibimos como marear la perdiz cuando la cosa, en casa, está calentita. Y de eso creo que podemos opinar. Pura percepción, nada más.
Es muy fácil, Félix: Te abres un blog y lo cuentas tú.
En mi caso, el problema es que no me considero referente de nada. Y no es falsa modestia, sino un dato objetivo. Lo que pueda trascender lo que yo digo tiene un alcance muy limitado. Y al margen de eso, no me canso de repetir que no dispenso potitos precocinados. Cada cual tiene que currarse su opinión.
Y yo elijo los asuntos de los que hablo cada día. ¿Que no acierto siempre? Pues, la verdad es que yo mismo veo que quizá no he hecho la elección adecuada o que no he transmitido lo que estaba en mi cabeza.
Me pides, es decir, me exiges, que no sea yo, que sea otro columnista. La cosa es que a ese otro columnista seguro que lo tienes en otro medio, o quizá en este mismo.
No sé los demás, pero yo me enteré de que existía el tal Consejo Consultivo el mismo día del nombramiento de Alberto Ruiz-Gallardón – el guión es suyo – como consejero permanente del mismo. Y todavía me zumbaban los oídos con su discurso de dimisión, que más bien parecía un bautizo con tanto «Renuncio» : «¿Renunciáis a Satanás y a todas sus obras y seducciones?» «Sí, renuncio». Solo que, en su caso, a ser ministro, diputado y a todos los cargos del partido. Un poco más y renuncia al siglo.
De modo que en castigo por creerme lo de «Mi vida política la debo dar por agotada» – la suya es una canonjía de ultratumba, supongo – decidí leerme la Ley 6/2007 de 21 de diciembre, Reguladora del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, que, lógicamente, dicta (art. 8.2) que el cargo de Presidente y de Consejero permanente y electivo será incompatible con el desempeño de cargos públicos de representación popular. Ya: en teoría.
En cuanto a la práctica, me extrañó que Astarloa fuese Su Señoría en el Congreso y Vuestra Excelencia en el Consejo; de repartirse por mil cargos había caído a diputado raso y de los que se sientan en la última fila. Entonces ¿por qué dejarle compatibilizar esos dos puestos? Bueno, y ¿por qué auparlo a uno más? Aunque sea de archipámpano.
Supongo que ha pasado ya su purgatorio y su partido considera que será más útil – a la ciudadanía, por supuesto- desde allí. Eso sí, «pringao» o no, nada de compatibilidades ni de incompatibilidades: desde el 10 de abril Astarloa es únicamente – en fin – Presidente del Consejo Consultivo etc. http://bit.ly/1rWPV4z El 14 se dio de baja como diputado. http://bit.ly/1rf1b8K
Por cierto, usted tenía razón: esto sí es un seguimiento al milímetro. Pensaba que podía dejar de comprobar todo y de comentarlo aquí, pero veo que no.
Por si sirve de algo, no encuentro ninguna justificación a este ataque de bilis sobre si Astarloa es diputado o no.
Desde el 21 de enero de 2014 Alberto Ruiz-Gallardón está autorizado para compatibilizar su puesto en el Consejo Consultivo con el ejercicio privado de la abogacía.
http://transparencia.gob.es/es_ES/buscar/contenido/autorizacionesac/AUTAC_2015