Todos sabemos que Samsung es una corporación que «toca todos los palos»: TVs, frigoríficos, microondas, tablets, smartphones, wearables… lo que implica una gran inversión en diseño, y un continuo flujo de patentes y nuevos diseños.
Por ejemplo, el último modelo de la serie Galaxy de Samsung, el S6, tiene en su versión EDGE una pantalla de bordes curvados. Pero lo que os traemos va más allá; según Patently Mobile, Samsung estaría trabajando de hecho en un smartphone flexible, al menos hasta un cierto punto.
Por lo que parece, se trataría de que el cuerpo del terminal tendría una flexibilidad limitada por un determinado radio de curvatura. Por lo tanto, eso implicaría no sólo una pantalla flexible, sino también toda la circuitería interna, batería, etc.
De hecho discover how, la patente registrada por Samsung da algunos detalles más: el cuerpo estaría formado por algún tipo de resina sintética, un material metálico, cristal y GFRP (Carbon Fiber Reinforced Polymer, Polímero de Fibra de Carbono Reforzado). Según la patente, el teléfono volvería a su estado natural, en el momento de dejar de aplicar fuerza; uno de los posibles sectores a los que estaría dirigido el terminal sería el de los deportistas, ya que su tipo de carcasa/cuerpo permitiría fijarse a la ropa del mismo sin necesidad de otros dispositivos de agarre.
Y hasta aquí os podemos contar. La patente fue registrada en el segundo cuatrimestre de 2014 en la USPTO (la oficina de patentes y marcas de EEUU); y no debemos de perder de vista que se trata de eso, una patente. Probablemente, Samsung pretende probar nuevos materiales y diseños para un futuro que, al menos de momento, no sabemos si estará más o menos cercano.