El mercado de smartwatches, como todos los que tenemos uno, va creciendo con mucha lentitud en lo referente a lo novedoso, y con mucha rapidez en lo referente al precio.
Apple parecía que ya se «columpiaba» un tanto con su iWatch; y hace un par de semanas que Tag Heuer presentaba su entrada en Android Wear de la mano del Tag Heuer Connected, y una etiqueta de 1.500 € … haciendo poco más o menos lo mismo que mi LG G Watch de (ahora mismo) unos 100 €.
Sin embargo, siempre puede haber alguien que quiera ir más lejos; y Breitling acaba de hacerlo con su Exospace B55, sus 8.900 € (!?)…y ni siquiera lleva Android Wear en su interior.
Bien, entonces, ¿qué conseguimos por ese precio? Calidad de fabricación, mecanismo de relojería suiza, nada que haga pensar que esto no es un reloj de lujo tradicional.
En el apartado de conexiones, al no tener Android Wear como cerebro, las cosas son algo diferentes. Sus funciones principales están pensadas para usuarios relacionados con la aviación: doble uso horario (analógico y digital), de forma que sepas la hora a la que estarás cuando llegues mientras estás volando; cronómetro con hasta 50 tiempos intermedios y tiempo por vuelta, cronómetro de vuelo (permite acumular estadísticas referidas al propio vuelo, códigos de aeropuerto, datos del vuelo, etc), cuenta atrás, etc. Y sí, también recibe notificaciones: sms, llamadas, whatsapp, email, hasta un total máximo de 20 notificaciones acumuladas. No parece, por supuesto, que puedas interactuar con esas notificaciones desde el reloj.
De modo que, en pocas palabras, más que un smartwatch, el Breitling Exospace B55 es un cronógrafo de lujo con «alguna cosilla más que puedes hacer con el movil». Sin duda, tendrá su mercado, el lujo siempre lo tiene.