El sistema de Bielsa intenso, que acosa al rival y que combina toque con pegada está dando resultados. Los leones estuvieron eléctricos, con chispa y chamuscaron al funambulista Gregorio Manzano. Llorente, con sus dos goles, electrocutó a los colchoneros. El riojano vuelve a ver la luz con facilidad y todo parece más claro. El Athletic ya es octavo. Que siga la corriente el próximo domingo en Gijón.