Bielsa dejó en el banquillo a Aduriz y apostó por Fernando Llorente como titular por tercer encuentro consecutivo que encendió el motor en Riazor , impuso su físico y el Deportivo fue incapaz de apagarle: fue una amenaza constante. El Athletic sumó un punto de oro gracias a su hercúleo jugador, pero pudieron ser tres por su superioridad, que no quedó reflejada en el marcador por no aprovechar sus oportunidades. Los leones acarician ya la salvación.