El equipo de Valverde, al que le sienta mal que se hable de Liga de Campeones, dio un severo paso atrás contra el Granada, un equipo que no había ganado en su casa y ni siquiera había marcado en su estadio en tres encuentros. Contra el Granada, el Athletic nada de nada… estuvo sin chispa. Y por contra los granadinos estuvieron muy «explosivos». A los leones se les vuelve a indigestar comer fuera de casa.