Tras el varapalo europeo sufrido en Nicosia, el Athletic se encontró con los regalos del portero Ochoa y la defensa granadina que sirvieron de bálsamo para recuperar el ánimo y luchar por entrar en Europa.
Tras el varapalo europeo sufrido en Nicosia, el Athletic se encontró con los regalos del portero Ochoa y la defensa granadina que sirvieron de bálsamo para recuperar el ánimo y luchar por entrar en Europa.