El Athletic consiguió dos objetivos en Balaídos. El primero, lograr la primera victoria a domicilio de la temporada. El segundo, salir de los puestos del abismo clasificatorio. Y eso fue gracias a la actuación de Iñaki Williams, que con una buena asistencia y un gol sirvieron para doblegar al Celta. Tres puntos de oro y vitales para luchar por la salvación.