El Valencia de Gary Neville, sostenido por la figura de su portero Ryan y la falta de acierto rematador de los rojiblancos, supo capear un temporal en un partido en el que fue protagonista la incesante lluvia y el barro. Aduriz erró lo que nunca falla. Una ventaja mínima que esperemos la próxima semana ayude a anegar las ilusiones valencianistas. Aupa Athletic!