El Gran Premio de La Liga hace tiempo que ha arrancado y el Athletic necesita imperiosamente arrancar, ir a todo gas.Aunque, por ahora, el único gas es el gas de la risa.Bielsa parece como en el libro de Albert Camus El hombre en Rebeldía que dice así «El hombre es la criatura que, para afirmar su ser y diferencia, niega».Que ruede la moto porque sino su cabeza es la que va a rodar.
El juego de los rojiblancos mejoró pero no lo suficiente como para sacar tajada frente a un Málaga plagado de estrellas.Los de Bielsa, sin pegada, suman su tercera derrota consecutiva y están en el abismo del descenso.El que juega con fuego al final se termina quemando.Unos tienen el corazón de fuego y otros la cabeza llena de humo
El proyecto de Bielsa ansía florecer en La Rosaleda en un campo en el que esperemos encontrar más rosas que espinas.Mientras tanto la afición parece decirle a Bielsa lo que Cicerón a Catilina: «Quosque tandem abutere patientia nostra» (¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?)
Tras la balsámica victoria europea y la mejoría experimentada por los leones, el técnico argentino busca reafirmar la fe en sus métodos futbolísticos y refrendarla con otra victoria ante un Betis en racha. «Moisés» Bielsa quiere alejar del pecado a los leones para cumplir la Ley Divina del tiki-taka.
Desastroso partido de un Athletic menor ante un recién ascendido Betis muy superior que pudo haber obtenido una goleada mayor y que le valió los primeros silbidos de La Catedral. El proyecto de Bielsa sigue sin pasar la prueba de la Liga y las dudas centrifugan a la afición.La defensa va de colada en colada.