El Athletic recuperó su mejor versión de lo que vamos de temporada. Desplegó un juego en la segunda parte que recordaba a los genuinos leones que nos encandilaron el año pasado. Solo la falta de acierto rematador impidió a los rojiblancos ganar el partido. Como decía un pensador «la clave del éxito depende solo de lo que podamos hacer de la mejor manera posible»…y los de Bielsa así lo hicieron demostrando que nos se les ha olvidado jugar al fútbol. ¡¡Toda una declaración de intenciones!!
Es hora ya de que los leones pasen de las palabras a los hechos y convertir toda la energía negativa que se está cerniendo sobre el Athletic en energía positiva. Ya no es tiempo de palabrería vana y sí de hacer bueno el refrán que dice «hechos son amores y no buenas razones», porque si no la pesadilla de esta temporada amenaza con hacerse más grande. El sueño de la razón provoca monstruos.
Los leones siguen en caída libre, encajando su tercera derrota consecutiva. El chaparrón de mediocridad, apatía y desidia que anega al club presidido por Urrutia no parece tener fin. El tiempo pasa, todo sigue igual y amenaza con ahogar al Athletic. Pero nadie se da por aludido. Llueve sobre mojado.
El Rayo llega a San Mamés como una centella. Los de Vallecas son todo optimismo y alegría. Los de San Mamés llevan 6 meses inmersos en un estado de apatía y flaccidez futbolítica. Bielsa tiene que encontrar nuevos estímulos para que el equipo reaccione.
Los de Marcelo Bielsa comienzan el año como lo finalizaron: instalados en la mediocridad. Los granotas remontaron el gol de Aduriz y terminaron arrollando a lo leones. El Athletic parece que sigue en la Final de Bucarest. Los Reyes Magos no han tenido piedad con los leones.
El tango es la danza de la carne, el deseo, de los cuerpos entrelazados. Es un diálogo, la seducción hecha movimiento. Ojalá que en esta temporada 2013 el maestro tanguero Bielsa la seduzca paso a paso como lo hizo el año pasado susurrando….»El día que me quieras no habrá más que armonías, será clara la aurora y alegre el manantial…»
Un Athletic sin luces se despidió de 2012 quemado. Su juego no termina de encenderse ni alcanzar el brillo con el que la temporada pasada deslumbró. Los defensas volvieron a ejercer de Reyes Magos regalando dos goles. Y muchos de los jugadores más que estar en unas Felices Fiestas parecían estar en unas Felices Siestas. Esto huele a chamusquina.
