Un Athletic sin luces se despidió de 2012 quemado. Su juego no termina de encenderse ni alcanzar el brillo con el que la temporada pasada deslumbró. Los defensas volvieron a ejercer de Reyes Magos regalando dos goles. Y muchos de los jugadores más que estar en unas Felices Fiestas parecían estar en unas Felices Siestas. Esto huele a chamusquina.