Los leones tratarán de prolongar ante los periquitos la buena racha de cuatro partidos sin perder y ocho puntos sumados en los últimas jornadas ligueras y poder así mirar hacia arriba en la clasificación. Los periquitos quieren volar alto en San Mamés pero los leones se han conjurado para ser su jaula. ¡¡Aupa Athletic!!
Los «periquitos» fueron águilas imperiales, con sus garras maniataron a los rojiblancos con una presión asfixiante y un Sergio García estelar. Es la primera derrota en Liga en La Catedral de los leones y el segundo año consecutivo que los «pericos» se tornan aves depredadoras ganando a los leones en su hogar. Una derrota sin paliativos. No se puede decir ni pío.
Los periquitos se comieron a los leones. El feudo «periquito» sigue siendo maldito y ya van 16 años sin poder ganar. Los blanquiazules picotearon una y otra vez en las debilidades y desgracias del Athletic y se consumó otro encuentro del mal fario. La película del partido empezó siendo de suspense y terminó siendo de suspenso.
El Txingurri Valverde regresa a la que fue su casa como jugador y entrenador. Sentimentalismos aparte, el Athletic debe romper el maleficio que se cierne sobre él desde hace la friolera de 15 años sin ganar en el campo de los periquitos para seguir en los puestos altos de la tabla. ¡¡Ya es hora de que los leones se zampen a los periquitos!!
Cuanta más verdad contenga, más peligroso es un error. El Athletic sucumbió con estrépito debido a sus errores garrafales en ataque, en defensa y en la portería. Llueve sobre mojado. La verdad , la única verdad de esta temporada aciaga es el dolor que produce ver en tantas ocasiones la mediocridad de unos leones convertidos en gatitos.
Los rojiblancos esperan romper el maleficio que les ha impedido triunfar en el feudo del Espanyol desde 1998. Para ello deben abstraerse de todos los temas extradeportivos y centrarse en saltar la valla que más le interesa a los de Bielsa en estos momentos: la valla periquita. Ojalá que la vuelta de Llorente sea positiva, y que termine de sonar este estribillo en el Athletic: «Valla, valla…aquí no hay playa».
Partido «cum laude» en La Catedral. El Maestro Bielsa se enfrentaba a su alumno Pochettino. Los rojiblancos desarrollaron un fútbol de alta escuela, sentando cátedra. Con los deberes hechos se daba por cerrado el triunfo local cuando apareció Albín en el descuento para anotar el empate a tres y sacar al Athletic de la Champions. Un resultado que aún chirría.
