Me pido el Ministerio de la Realidad

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En el próximo gobierno de España, sea cual sea, me pido el Ministerio de la Realidad. En la tele, TVE lleva dos temporadas filmando el Ministerio del Tiempo, una serie de ficción histórica (algo así como las novelas históricas pero en imágenes) que especula con lo que pudo pasar, podría haber sucedido y dicen que ocurrió. Un juego consolador de los desastres del pasado. Buena idea, aunque pobremente desarrollada. Mi Ministerio de la Realidad tendría la competencia de proteger y promocionar el conocimiento de todo cuanto constituye la realidad, a saber, su composición tangible e intangible, la certeza de los sucesos, su información completa, su análisis plural y el enriquecimiento integral de las personas y la sociedad gracias a una apertura plena y sin miedo a la realidad. Porque este es el problema: los poderes ocultan y tergiversan lo real y los ciudadanos le tenemos miedo, nos educan para eso.

Conviene distinguir la realidad de la verdad. La realidad es todo lo que existe y sucede, conocido o desconocido, percibido u oculto, mientras que la verdad es su diversa interpretación. La realidad y la verdad son diferentes y lo ideal es que trabajen juntas. La confusión de ambos conceptos lleva a graves equívocos. Y precisamente el equívoco sobre lo real, intencionado o ingenuo, es la principal causa de conflictos, desencuentros colectivos y, finalmente, de infelicidad humana con todas sus insolidaridades. No tenemos un método igual de visión y análisis, no vemos lo mismo mirando las mismas cosas: hablamos diferentes idiomas mentales y emocionales que derivan en valoraciones y conclusiones distintas a lo que es obvio y común. Por eso, hace falta un Ministerio de la Realidad, una previsora herramienta pública para que el conocimiento de la realidad sea completo y nos permita ser felices. Y ser felices es ser enteramente reales, que es algo más grande que la pequeñez con la que nos vemos y los miedos que disminuyen lo mucho que somos.

¿Quién teme la realidad? En mayor o menor medida, todos tenemos miedo a la realidad y por eso tratamos de ignorarla, ocultarla o disfrazarla. Los poderes políticos y económicos, los primeros; pero también las personas. No nos gusta la realidad. Vivimos enfadados con ella. Ni siquiera sabemos lo que es real y lo que no. ¿Por qué hay tanta gente cabreada con su cuerpo, su vida, su suerte y su cotidianidad? ¿Esos elementos componen toda su realidad? La primera perversión de la realidad es la falta de autenticidad, uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. La realidad se transforma en algo falso para sustituirla cuando elementos externos (el embellecimiento, el diseño, la retórica, el arte, la narración poética y literaria, lo creativo), que estaban pensados para mejorarla o completarla, se plantean suplantarla. Deberíamos aprender de la naturaleza. Aún no dominamos los resortes de la cultura mediática para que actúe a favor de lo real. Es el mayor reto al que nos enfrentamos, y por si no fueran pocas las dificultades para ver y entender la realidad, ahora tenemos que confrontarnos con la apariencia más engañosa, la cultura de la imagen, la plaga del siglo XXI.

Objetivo, la autenticidad

Lo contrario de lo real es lo falso, aquello que niega o disminuye una certeza. Si lo falso se convierte en real ya es su paradoja: existe para ocupar el sitio de lo original siendo lo único real. Una patología. Lo más real del mundo es la autenticidad, el original, aquello que es en sí incontestable, absoluto y pleno. Una creación humana que se inscribe en la grandeza y misterio de la vida. Lo sublime. Todo consiste en que lo que se vive, la identidad de las personas, los hechos y lo creado sean auténticos. Es cuando coinciden lo real y lo verdadero. El Ministerio de la Realidad debería proteger la autenticidad como primer objetivo, eso creo.

Ahí tenemos la política y las relaciones humanas y sociales, cuajadas de ataques a lo auténtico. La gente percibe, aunque precariamente, lo irreal de los discursos partidistas y, en consecuencia, termina por desconfiar y no creer lo que dicen. Eso es tener sentido de la realidad, la capacidad de apreciar lo auténtico y distinguirlo de lo falso e irreal. ¿Cómo se consigue ese sentido de la realidad? Mediante el procesamiento de la información y su posterior sintetización, que lleva a la elaboración de criterios precisos y determinantes sobre las cosas. Tener opinión no es tener criterio. Eso es lo más aproximado a la sabiduría, que no es la erudición, sino la virtud de dotarnos de razonamientos abiertos y profundos sobre todo lo que existe, unida a una facultad máxima de visión analítica. Porque la realidad no solo es lo visible y tangible. La realidad es infinita.

Y si la política está llena de falsificaciones, qué podemos decir de las relaciones personales. Los afectos y la amistad compiten con la falta de autenticidad y lo irreal. Ser auténtico es de lo poco que puede producir felicidad. Los hombres y las mujeres pueden engañarse; pero nada será peor que no ser ellos mismos por mucho que se digan la verdad. Las parejas que no son auténticas producen mundos virtuales, aunque no se crucen mentiras. Quiero decir que la mentira es reparable; pero no ser auténticos es una trágica imposibilidad de ser felices. El mundo enloquece si no es auténtico. La mentira es un mal ético, pero es previsible: lo falso es la absoluta negación existencial.

No me preocupa que los políticos digan mentiras, porque manifiestan errores y torpezas ciertas. Lo preocupante es la construcción sobre lo inauténtico, su base virtual y su naturaleza teatral. Deberían mandar los que intentan mejorar lo común desde el más profundo sentido de la realidad, de toda la maravillosa y compleja realidad humana. No puede haber actores en la política, ni escenarios públicos, ni tampoco comedias. Tienen que existir políticos reales, que son los más sensibles y casualmente los más inteligentes. Me fío de los que se equivocan, pero no de los que impugnan lo que somos y cómo somos. Por cierto, para soportar el absurdo de negar la realidad se inventó la risa y el humor, un corazón divertido. A ver qué haríamos si no pudiésemos burlarnos de la ridiculez de rechazar nuestra propia esencia.

Los sueños son realidad

La realidad no solo es infinita; además, no deja de crecer. Somos capaces de crear realidad. El Ministerio de la Realidad debería fomentar las fábricas de sueños. Imaginar y soñar es de lo más grande que poseemos los seres humanos. Anticipan lo que queremos ser y hacer y prodigan nuestras posibilidades de pensamiento y acción. Es necesario que se entienda que los sueños no constituyen una distracción de la realidad, un entorno infantil o un ensimismamiento inútil. Los sueños son nuestro mejor intangible y constituyen una parte magnífica e ilimitada de nuestra realidad. Tanto mejor viviremos cuanto más soñadores seamos, individual y colectivamente.

Los pueblos, como los seres humanos y la diversidad de grupos sociales de los que se componen, tienen metas y sueños: las metas son los objetivos más o menos inmediatos en los que están embarcados y con los que se conforman para sobrevivir con dignidad, mientras que los sueños son los proyectos largos, de perspectiva inalcanzable, cuya consecución los harían plenos y felices. Cuestión de grado y de grandeza. Hay que vivir con estos dos rumbos, lo posible y lo imposible, porque ambos niveles de aspiraciones son compatibles sin más contradicciones ni límites que los de la propia voluntad. De hecho, muchos los consiguen.

Euskadi es una sociedad avanzada con importantes necesidades de mejora y determinados desequilibrios, entre los que destaca su invierno demográfico, la mayor amenaza para su continuidad. Y lo mismo que nos falta una conciencia sobre este problema -porque existimos solo mirando a lo más próximo- carecemos, lamentablemente, de suficiente conciencia de futuro. Vivimos sin apenas sueños y nos creemos más felices con lo poco que poseemos mejor que otros. Vivimos en permanente comparación hacia abajo. El ensanchamiento de nuestra realidad se llama independencia.

Eskamak kentzen, una historia auténtica

En Onda Vasca, hablamos de TV

Contenidos del programa del 18 de febrero 2016

ETB1 estrena el próximo martes, 23 de febrero, una nueva serie titulada Eskamak kentzen (Quitando escamas), nombre que indudablemente proviene de la tradicional canción vasca Beti eskamak kentzen.

El estreno tuvo lugar ayer en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia, con la presencia de los productores de la serie y los principales protagonistas de la comedia, así como por el director de ETB, Eduardo Barinaga. En el acto pudimos ver el primer capítulo, donde ya se fija la trama de la historia, los principales protagonistas y las claves de esta bonita historia, que tiene todas las trazas para convertirse en un éxito de aceptación popular.

¿Qué es Eskamak kentzen?

La serie es fundamentalmente una comedia desarrollada en un pueblo vasco, de tradición pesquera y conservera, donde se produce un hecho reconocible y significativo: la empresa conservera está a punto de cerrar debido a los problemas del sector y a la imposibilidad de competir, puesto que se trata de una empresa tradicional, donde trabajan mujeres.

La serie está rodada en Mutriku en lo que se refiere a exteriores, mientras que las escenas de interior se han rodado en los estudios de ETB en Miramón, en Donostia.

Se puede decir que se trata de una comedia, con argumentos y momento de gran comicidad, tanto por la acción como por las características de algunos de los personajes, muy marcado para mover a la risa.

Pero al mismo tiempo que es una comedia, tiene un fondo dramático, muy reconocible entre nosotros, que es el cierre de una fábrica conservera, debido a la crisis y que es el eje de la historia y que da lugar a todas las peripecias de la comedia.

Eskamak kentzen es una coproducción de las empresas, la productora gallega La Competencia, y la productora vasca K2000, con el apoyo de ETB. Ha sido creada por César Rodríguez Blanco (director de series de ficción como Con el culo al aire, Doctor Mateo, Cuestión de sexo, entre otras) y por Iñigo Lezertua.

Es, sin duda, una gran producción, que marca la indudable apuesta de ETB por la ficción en euskera y por el apoyo a los actores y actrices vascos.

¿Qué tiene de especial Eskamak kentzen?

Yo diría que es, además de una comedia, con fondo dramático, y hecha para reír y enamorarse e identificarse con sus personajes más singulares, es una historia de mujeres. Y diría que una historia de mujeres vascas. Mujeres trabajadoras. Mujeres luchadoras. Mujeres con carácter, incluso herederas de cierto matriarcado. Mujeres que viven la realidad actual, desde sus raíces. Mujeres vitales, que viven la vida. Mujeres diversas. Mujeres divertidas. Mujeres vascas, en definitiva.

En esta historia los hombres ocupan un segundo plano. No por ningún interés especial en dejarles al margen, sino porque son ellas las que tiran del carro y el microcosmos de la serie es un empresa conservera en la que trabajan mujeres, las escabechadoras, que tienen que enfrentarse a la situación dramática del cierre de la empresa y quienes deciden sacarla adelanta formando una cooperativa, antes que permitir que eche el cierre para siempre.

Otra característica es que Eskamak Kentzen es una historia reconocible. La historia nos es muy cercana: un pueblo pesquero, que vive del mar y para el mar, y a veces contra el mar. Una historia que, aunque se desarrolla en Mutriku, podría centrarse en Bermeo, Ondarroa, Lekeitio, Getaria o muchos otros pueblos vascos.

Es también una historia actual, una historia viva. Estamos ante la vida de un conjunto de personas que se ven abocadas a una situación dramática, como es el posible cierre de su empresa, una conservera de toda la vida, creada, como tantas otras, por marcas italianas, y que lleva decenas de años dando trabajo y sustentando a varias generaciones de personas. Como el caso de esta conservera, podría ser también el cierre de las empresas siderúrgicas que se están produciendo ahora, u otras, como las de Fagor, Edesa, etc. Nos vemos identificados en la historia desde el primer momento.

Y una cuarta característica son sus personajes, muy definidos y marcados, fundamentalmente mujeres. Muestran una paleta de caracteres muy interesantes. La mujer moderna, que vuelve de Estados Unidos, y que trae sus secretos y que vendrá a ser la líder de toda la trama. La madre, que regenta una tienda de ultramarinos de toda la vida. La amona, un personaje maravilloso, que va a enamorar, y que es una abuela cachonda, divertida y creativa, a pesar de que se tiene que mover a duras penas y usa silla de ruedas para desplazarse. Y las seis escabecheras, un conjunto de mujeres increíble, que van desde la joven previsible a la mayorcita solterona que no pierde ocasión para hacer más feliz a todo el mundo, pasando por las que tienen que bregar con sus problemas en casa y en sus respectivas vidas.

Estos personajes tan diversos son el alma de la serie. Es un conjunto de caracteres y de seres humanos absolutamente genial.

Los protagonistas

La serie es una historia de un pueblo y de unas mujeres que deciden salvar la vida de ese pueblo, haciéndose cargo de la empresa conservera que se abocada al cierre.

El personaje principal es Itsaso, que encarna la actriz Bárbara Goenaga. Es una chica joven, que regresa de Estados Unidos de forma inesperada y que trae sus secretos, que se van desvelando poco a poco. Secretos de amor, secretos de dinero, secretos de su vida. De forma rocambolesca se ve contratada por el gerente de la conservera para llevar a cabo la liquidación de la empresa. Es mal recibida por las mujeres que trabajan allí. Itsaso a revivir sus amores adolescentes con un marinero, que la engaña. Itsaso, no obstante, va tomando las riendas de la situación y decide ponerse al frente del proyecto de sacar adelante la empresa, con más corazón que criterio.

El segundo personaje significativo es la amona, Maite, la abuela de Itsaso, una vieja encantadora, que apoya a su nieta y que da pie a situaciones divertidas. Es una vieja algo deslenguada y atrevida. El personaje está encarnado por Itziar Aizpuru, actriz veterana, cuyo papel en la película Loreak es para enmarcar. Este personaje es el que más va a gustar, creo yo, y que va a dar más juego en la historia.

Otro personaje significativo es Mari Carmen, la madre de Itsaso, encarnado por la gran Loli Astoreka. Es un personaje sufriente, que vive mal la andanzas de su hija. Es la dueña del ultramarinos de toda la vida del pueblo, por donde circula todo el pueblo con sus problemas e ilusiones. Es una mujer tradicional pero luchadora.

Luego están las escabechadoras. En primer lugar Xole, encarnada por Elena Irureta, que viene a ser la líder del grupo de mujeres trabajadoras. Una luchadora que siempre va por delante y no le importa lo duro que sea lo que haya que hacer por salir adelante, sin dejar a nadie en el camino.

Está Garbiñe, que encarna Karmele Larrinaga, viene a ser la amiga de Xole, de la que es compañera de toda la vida, una mujer alegre, que busca -con sus bromas y su corazón- hacer más feliz la vida de todos lo que la rodean. Está también Elena, que encarna Itziar Atienza, es la novia de Matías, el amor adolescente de Itsaso.

Los protagonistas hombres son Genaro, el dueño de la fábrica, heredero de quien la crearon hace muchas décadas, que encarna Joseba Apaolaza, un buen tipo, pero que piensa que hay que invertir en otros sectores más rentables que una vieja conservera.

Inaxio es el capataz o encargado de la fábrica, un tipo con poco carácter pero no es mala persona. Y finalmente, Matías, un marinero y antiguo noviete de Itsaso, que sale con Elena, una de las escabechadoras, una relación que oculta a Itsaso para intentar revivir los amores iniciales.

¿Tendrá aceptación?

Esto es difícil saberlo, porque no siempre lo bueno triunfa; pero tiene todas las trazas de ser una serie de éxito. Es una historia de aquí. Una historia humana. Una historia de mujeres. Una historia de lucha. Una historia divertida. Una historia con personajes encantadores, muy diversos con los que se identificará inmediatamente el espectador.

Es una serie muy bien producida, con medios suficientes para que resulte atractiva. Cuenta con un plantel de actrices y actores inmejorable, a casi todos los conocemos y los hemos visto en otras series y películas, actrices y actores acreditados, que son garantía de éxito.

Empieza este martes, y le deseamos mucha suerte y la seguiremos para contarlo todo aquí, en Onda vasca.

Recomendaciones para el fin de semana

Sábado a las 22:00, en la 2 de TVE. Película francesa titulada Bande des filles, dirigida por Céline Sciamma. Trata del drama de una joven de 16 años, agobiada por su situación familiar, la escuela y la implacable ley de los chicos del barrio, que comienza una nueva vida al integrarse en un grupo de chicas de espíritu libre.

– Sábado, en Antena 3, seguido, a las 00:30. «Conspiración», con Julia Roberts y Mel Gibson. Interesante historia, que mezcla thriller de fondo político y relato de amor. Nada parece lo que es. Pero es una peli que gustará a románticos y los que somos un poco paranoicos y que vemos en todo tramas organizadas.

¡Hasta el próximo jueves!

Tres millones, más o menos

+3

O más. Esta es la magnitud de los vascos. Más de tres millones, así de inexacto, pero así de pocos, efectivamente; entre otras razones porque desde hace décadas vascas y vascos hemos decidido no tener descendencia o reducirla al mínimo. Y quizás porque somos poco en cantidad, ETB estrena hoy «Más de tres millones», con el propósito de hacer hincapié en el hecho de que, en calidad, somos muchísimo. Es lo que corresponde hacer a las sociedades pequeñas pero con alta autoestima. El nuevo producto tiene todas las trazas de ser una combinación actualizada de lo que fue «Euskadi directo», tributario de «España directo», espacios de actualidad donde la noticia es lo de cada día, la vida en su mágica rutina. Y es que con ser un país auténtico, con nuestras tradiciones, cultura y el heroísmo cotidiano de sus ciudadanos que viven con escasez y sobreviven felizmente, nos basta y sobra.

La tarde de ETB se ha puesto muy complicada. A la vez que entra Más de tres millones, sale David de Jorge, a quien envían al exilio del fin de semana. No creo que pueda entenderse que en Euskadi, con toda su fortaleza gastronómica, el espacio de cocina tenga tan limitada presencia en su televisión pública. No es coherente, pero es lo que hay, quizás por motivos presupuestarios o para levantar la tarde y rescatar a los vascos que se han ido, descorazonados, a Telecinco y la Sexta. Somos más de tres millones, pero en consumo televisivo somos muy diversos. Y muy contradictorios, la verdad. Con tanto afán por la telebasura y tan escaso afecto por lo propio.

A «Más de tres millones» le han proporcionado los recursos justos. Una presentadora de solvencia, la getxotarra Erika Barreras, y más tiempo en plató que en reportajes como opción ahorrativa. ¿Y qué hay de los vascos y vascas que residen fuera, no contabilizados? ¿Cuándo televisaremos la realidad del nuevo éxodo, provocado por la crisis y la globalización? Esos miles de jóvenes están muy solos. Entre los que no nacen y los que se van del mundo y del país, pronto habrá que cambiar el título al programa.

¿Qué demonios les ocurre a los políticos con su imagen?

En Onda Vasca hablamos de televisión

11 febrero 2016

 

1. A debate

Los líderes políticos y su repentino interés por la imagen

¿Qué les ocurre a los líderes políticos con su imagen pública? ¿Qué ha pasado para que, de repente, les haya sobrevenido tanto interés por su imagen y por su presencia mediática? ¿Qué está pasando? En mi opinión, estamos ante la manifestación de lo que, de alguna manera, está cambiando la política entre nosotros. Ante su falta de crédito y su desprestigio derivado de las políticas llevadas a cabo por la crisis y los numerosos casos de corrupción y despilfarro de recursos públicos, la clase política ha pensado que su remedio es mejorar su imagen y practicar una mayor presencia en la televisión. Paralelamente, el surgimiento de partidos nuevos, los emergentes, se han considerado productos de la televisión, lo cual tiene algo de cierto, pero no es su explicación. En este contexto, los partidos piensan que en la imagen y en la tele está su recuperación social. Lo hemos visto en la reciente campaña electoral.

Fijémonos ahora en dos aspectos de este repentino interés de los políticos por la imagen. Uno es la distribución de los grupos en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, que tanta polémica ha levantado. Y el atuendo que Sánchez, Rovira e Iglesias lucieron en la gala de los premios Goya del pasado sábado.

¿Por qué les parece tan importante su ubicación física en los asientos del Congreso? Por las imágenes de la televisión. Los informativos de las cadenas de televisión proporcionan miles de horas de este lugar, y sus imágenes son siempre desde la posición frontal a los asientos. Y el hecho de que en esas imágenes se perciba nítidamente y en posiciones preminentes uno u otro político es muy importante. Los líderes y sus grupos tienen que ocupar posiciones destacadas. Esto de por sí ya es un mensaje de fortaleza o debilidad. De ahí que los demás grupos marginasen a Podemos y los enviaran al gallinero. ¿Para qué? Para posicionar su irrelevancia en la cámara. Será una tontería para muchos, porque lo importante es lo que hagan los políticos en ese mundo y no los asientos que ocupen. Pero es importante.

Fijaos si es importante que el partido socialista, esté o no esté en el gobierno, siempre ocupa el espacio de la izquierda, vista desde la posición del espectador. Es un mensaje: somos la izquierda. Lo mismo ocurre con el PP y antes con UCD: ocupa el espacio de la derecha, esté o no en el Gobierno. En el Parlamento Vasco, ocurre lo mismo con las posiciones del PNV, el PSE y la izquierda abertzale. Las posiciones izquierda-derecha tienen su reflejo en los asientos que ocupa cada grupo. ¿Tonterías? Tal vez, pero esto les preocupa mucho y desde luego que la tiene.

¿Qué ocurrió el sábado en los Goya? Pues fue un espectáculo que refleja la crisis de los políticos y sus desmesuras con la imagen. En primer lugar, ¿tenían que estar allí? ¿Eso es importante, dejarse ver en ese espectáculo? A mi modo de ver, es una presencia forzada, muy forzada por la situación de las negociaciones para el nuevo Gobierno. Para mí, es parte del espectáculo. De hecho, se convirtieron en la imagen de la gala, eclipsando otras imágenes del evento. En cuanto al atuendo en sí, el de Rivera era correcto y coherente; pero no así el de Iglesias, que jamás usa corbata y este día se vistió de pajarita, entre otras cosas porque el acto exigía etiqueta. Pero ¿esta era su mejor imagen? Para mí, estuvo forzada y optó por una expresión carnavalesca, correspondiendo a los días de carnaval. Tuvo una intención irónica y hasta burlesca por su parte. Un poco de mofa, según creo. Y en este sentido, es aceptable. Si cuando va a a ver al rey no se pone corbata, no debería haber forzado tanto su atiendo. Y al forzarlo tanto, apreciamos una intención carnavalesca.

Otra cosa es el atuendo de Pedro Sánchez, sin corbata. Esto sí que es absurdo y forzado. Un hombre que siempre usa corbata en los actos públicos (corbata rja con camisa blanca, casi como uniforme) no tiene sentido que en un acto de etiqueta se quite la corbata. Es muy artificial. Es una imagen ridícula incluso. ¿Qué quería demostrar? ¿Que es un hombre del pueblo, un político popular, que es muy guay y muy obrero y que no pertenece a la élite económica o social? ¿Era un posicionamiento de simplicidad o de alejamiento del lujo? Por favor, es ridículo. Una corbata es una prenda simbólica, muy asumida, y no da ni quita posicionamiento ideológico. La verdad es que sentí vergüenza ajena al verle. Que artificial pose.

En fin, más les vale a los políticos que cuiden lo que hacen y no tanto cómo visten o dónde se ubican.

 
2. El impacto

Otra vez, el mar

Aunque la meteorología es uno de los temas que más importancia se da en la televisión, porque a la gente le interesa, en días como los pasados este interés ha subido exponencialmente. Las imágenes de las olas batiendo nuestros puertos y costas y derribando espigones y rompiéndolo todo a su paso ha sido el espectáculo de la televisión de estos días. Y por mucho que ya nos estemos acostumbrando a que esto ocurra un año sí y otro también, no deja de ser, más allá de los daños que ocasiona y los riesgos que comporta, las imágenes que nos han servido las televisiones nos han impactado y también nos han sobrecogido.

Por cierto, ningún placer es más sutil que ser mojado por una ola cuando uno pasea junto a un espigón de un puerto o playa. Es de esas cosas que te devuelven a la infancia y te proporcionan un placer único. Eso sí, te cala hasta los huesos. En algunos casos puede ser peligroso; pero cuando una ola te pilla paseando junto al mar, es un regalo único.

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

Vamos con tres datos interesante.

Por un lado, el estreno del nuevo programa de Patricia Gaztañaga en las tardes de TVE. Fue el lunes pasado, y su primer programa ha tenido una audiencia discreta, pero no mala. “Cuestión de tiempo” obtuvo un 4.8% y 516.000. Por cierto, que este dato en Euskadi es algo mejor, donde Patricia llegó casi a duplicar, con un 7,5%. Como es de los nuestros, y es una gran profesional, le deseamos a Patricia mucha suerte. Hay que ver hasta dónde puede llegar con este programa.

Gala de los Goya. Las audiencias de este espectáculo, celebrado el pasado sábado, no han registrado grandes novedades respecto de años pasados, quizás una ligera mejora. La audiencia de los Goya el pasado sábado fue del 25,8% y 3.900.000 espectadores de media, algo mejor que el año anterior, que fue de 24,7% y 3.800.000 espectadores. A lo máximo que ha llegado la gala en los últimos años fue en 2010, presentada por Andreu Buenafuente, con una cuota del 26,4% y 4.656.000 espectadores. Tres horas y pico de espectáculo, hasta más allá de la una y media de la madrugada es excesivo para cualquiera.

El gran espectáculo americano, la final de la SuperBowl. Fue en la madrugada del domingo al lunes y volvió a concitar a más de 100 millones de personas ante el televisor en los Estados Unidos. Exactamente, fueron 100 millones en lo que fue el partido, más otros 50 millones tras el partido. En el descanso, el espectáculo con Coldplay y Beyoncé, entre otros artistas, fue espectacular. Obviamente, los americanos nos llevan mucha ventaja en el montaje de grandes espectáculos. Es otra cultura, capaz de reunir en familias y grupos de amigos a casi la mitad de los habitantes del país en torno de un espectáculo único. Es una gran ritual social. Y hasta los anuncios que se emiten en la retransmisión se convierten en noticia. Impresionante.

 
4. La buena publi

San Valentín y los amigos

San Valentín es una fecha que tiene mucho significado, o es una excusa como otras para la celebración, además de ser una fecha de mucha importancia comercial. El amor, todo hay que decirlo, es un gran negocio. También para la Lotería que celebra un sorteo especial con el motivo del 14 de febrero.

Y con este sorteo especial, la Lotería Nacional ha lanzado esta campaña, con un anuncio excelente, con un tipo de mensaje y estructura de mensaje que está de moda actualmente. Es el anuncio como un vídeo de youtube, un anuncio sin apariencia de anuncio, algo que pretende ser natural para ser más creíble, pero que no deja de ser un anuncio, un truco comunicativo como otro cualquiera.

En este caso, es un anuncio montado como una conversación entre amigos, que preparan sus regalos de San Valentín para sus novias, que a su vez son amigas y quieren coordinarse para no crear envidias o piques entre ellas. Y de esta idea sale esta conversación tan divertida, muy buena. Debo decir, que la primera vez que he visto este anuncio solté una carcajada. Está muy bien hecho y tienen mucho sentido y acierta de pleno en el fomento de la ilusión, que es la base de los mensajes de las loterías y sorteos por el estilo. Inmejorable anuncio.


5. Recomendaciones para el fin de semana

La tele este fin de semana está marcada por la celebración del día de San Valentín. Mucha película de amor, mucho romanticismo, mucho color de rosa. Quizás un poco empalagoso para muchos, pero que no está mal. Es mejor así que nada.

La película recomendable para este fin de semana en la tele es: El Médico. Una gran película, sobre un libro enorme de Noah Gordon. Para mí, como en otras ocasiones, es mucho mejor el libro que la película. Pero es una gran producción y merece la pena. Será el sábado, en Antena 3, a partir de las 22:10 horas. Protagonizada por el gran Ben Kingsley y Tom Payyne. Dura dos horas y media.

Y para el sábado, otra propuesta. Comienza un nuevo programa de talentos. Es en Telecinco y se va a llamar Got Talent! Será el sábado, a las 22:00 horas. Se trata de un formato muy conocido internacionalmente y estará presentado por Santi Millán. Es un concurso de talentos en el canto, el baile, la magia y el humor. El jurado lo formarán Jorga Javier Vázquez, Jesús Vázquez y Edurne, la cantante. Veremos a ver qué tal arranca en su estreno.

¡Hasta el próximo jueves!

La verdad y la envoltura: test de confianza

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La gala de los Goya fue la fiesta del perro Truman, quizás porque fue una noche con muy poco brillo, algo tediosa, justa de emociones y sin el principal ingrediente del universo del cine, el glamour, más por impotencia que por táctica artística, porque la farándula española no posee esa pátina de elegancia y su mejor opción es el humor y un punto de rebeldía antisistema que esta vez quedó en casi nada, a falta de guerra y de gobierno. Sí, hubo protestas contra el IVA cultural y ácidos recuerdos para Montoro; pero quedaron negativamente compensadas con la carnavalesca imagen de Iglesias con pajarita, al igual que Rivera, y la ausencia de corbata en el atuendo de Pedro Sánchez, una artificiosidad que mueve al bochorno. ¿Alguien tan impostado puede albergar alguna capacidad de liderazgo?

Fue lo peor del espectáculo, junto con la forzada actuación de Serrat, descolocado en un evento que negaba su densa personalidad y su canción; y la intervención de Antonio Resines, zarrapastrosa y cutre, que ni siquiera acertó en el rechazo a la piratería en internet. Frente a este fraude socialmente aceptado, debería el cine emprender una cruzada semántica. ¿Acaso no han sido las películas quienes han glorificado a los piratas? ¿Cómo derrotar ahora a nuestros románticos héroes?

Hubo sorpresa y fue estratégica. La Academia del Cine había hecho creer, a través de filtraciones, que «La Novia» era la favorita, en razón de sus valores estéticos y los versos de Lorca. Más allá de Truman, el perro que es la excusa de una colosal historia de amistad y dignidad ante la inminencia de la muerte, los triunfadores fueron Daniel Guzmán y su abuela, con «A cambio de nada». Ellos pusieron todo lo que faltó a los demás: la fe en un empeño, la oportunidad para un joven actor y la ternura de una anciana. Y así, la gala comenzó con una avería de sonido y terminó estruendosa, quizás porque las emociones (risas, lágrimas, amores declarados y recuerdos de los ausentes) tuvieron una presencia escasa. España, sin rumbo ni gobierno, no está para sueños.