Todos hemos llegado alguna vez a un punto muerto en el que al buscar una dirección o pinchar en un link hemos llegado al mensaje «error 404, página no encontrada». Cuenta la leyenda que en los albores de internet, los responsables de localizar los archivos estaban es la habitación 404 y mandaban un mensaje a los usuarios haciendo referencia a la ubicación en que se encontraban. Y como somos animales de costumbres, nos quedamos con el error 404 cuando una dirección es incorrecta.
El mensaje que aparece por defecto apenas aporta ninguna información, ni desde luego el más mínimo atisbo de diseño.
Sin embargo, se puede personalizar está pagina, con lo que hay autenticas obras de arte escondidas tras un error. Es mejor tomar las cosas con humor cuando nos encontramos perdidos, muchos de estos mensajes intentan arrancarnos una sonrisa mientras nos avisan que no hemos llegado al destino deseado.
En muy raras ocasiones aparece este mensaje en Deia, y por supuesto que existe un diseño para esas excepcionales situaciones.