Existen dos grandes alternativas en el mercado de las cámaras fotográficas, la compactas y las reflex. A la hora de decidirse a comprar un equipo hay varias consideraciones que tenemos que plantearnos y sopesar los pros y los contras de cada modelo.
Lo más importante es considerar el uso que le vamos a dar a la cámara, es el parámetro principal que tenemos que manejar y puede descartar definitivamente alguno de las dos opciones.
Si nos gusta la fotografía y sobre todo si somos de los que «cacharreamos» tocando todos los botones y menús somos candidatos a una reflex.
Por el contrario si lo que queremos es sacar nuestras fotos familiares, estivales, etc de la mayor calidad posible, pero sin muchas complicaciones. Osea que apretemos el botoncito y salga una foto fantástica, nuestra elección puede decantarse por una compacta.
Los puntos positivos de una reflex son:
– Mayor control de todos los ajustes de la cámara (enfoque, exposición, obturación, ISO, temperatura de color y un largo etcétera)
– En general, mayor calidad de imagen, en espacios con escasa luminosidad es donde nuestra elección se verá especialmente recompensada. Incluso en la gama alta ofrece grabación de vídeo en alta definición.
– Posibilidad de utilizar muchos objetivos, nuestro equipo puede ir creciendo con teleobjetivos, objetivos de focal fija, etc.
– Mayor rapidez de enfoque y velocidad de disparo, por supuesto en mayor o menor medida todas las reflex disparan en ráfaga.
– Permite disfrutar a todos los amantes de la fotografía de los ajustes manuales.
En el lado negativo:
– Su precio es mayor, aunque entre las reflex de gama baja y las compactas más completas no existe diferencia.
– Tenemos que estar dispuestos a cargar como un porteador del Nepal. Cuerpo muy pesado, objetivos, flash, baterías de repuesto (y baterías de repuesto para las baterías de repuesto), adaptadores, tarjetas….
– Complicadas de usar, si le queremos sacar partido tendremos que aprender a utilizarla más allá del modo automático
A favor de la máquina compacta:
– Su propio nombre lo indica, cabe en un bolsillo, por lo tanto no nos tenemos que preocupar de estar siempre atentos a nuestra mochila fotográfica. No pesa, y nuestra espalda nos lo agradecerá.
– Fáciles de manejar, la gama baja/media suele traer pocos ajustes manuales, con lo cual la experiencia de usuario desde el momento de la compra es muy buena.
– En espacios luminosos y con una buena cámara podemos obtener unas fotos de gran calidad.
En la parte negativa:
– El tamaño y calidad de las ópticas juegan a favor de las reflex. En lugares poco luminosos perdemos muchísima calidad.
– Aunque han mejorado mucho, la velocidad de enfoque y de disparo sigue siendo muy lenta.
– Escasos ajustes manuales, en general no podemos modificar muchos parámetros como utilizar desenfoques creativos.
Hay una tercera vía, las camaras EVIL, sin el espejo que caracteriza a las reflex, pero con objetivos intercambiables.
Llevan unos años en el mercado y las verdad es que he visto muy pocas y nunca las he he utilizado. A diferencia de las reflex, no tienen visor sino pantalla y personalmente en días luminosos no hay quien haga fotos decentes mirando una pantalla que apenas se distingue.
A todo esto hay que añadir lo que siempre repite un amigo mio (y gran fotógrafo) independientemente del equipo que tengas las fotos siempre las hace el fotógrafo no la cámara.