Es lo que tiene el pasado, que está lleno de fantasmas. Todos los pasados. Los colectivos y los individuales. Las cosas que nos ocurrieron, tanto en nuestra pequeñez de seres humanos como en nuestra medianía como parte de un grupo, van perdiendo brillo, nitidez, contraste… pero jamás acaban desintegrándose del todo. Aunque seamos capaces de estar días, meses, años enteros, sin dedicarles un pensamiento. Incluso en lo más profundo de la amnesia o del cruel Alzheimer, lo que hicimos y lo que nos hicieron permanece adherido a nosotros. El beso que dimos o dejamos de dar, el camino a la izquierda o a la derecha que tomamos un día, aquello a lo que renunciamos y aquello que aceptamos hace una tonelada de lunas forma parte indeleble de lo que hemos llegado a ser. Somos lo que somos, y en esa primera persona del plural está incluído sin remedio lo que fuimos. El presente de indicativo arrastra inevitablemente un montón de pasados imperfectos.
Lo que pasó aún existe
Se lo traduzco, señor López, que ya imagino que un lehendakari no está para filosofías una mañana de domingo. Sólo quiero decir que sí, que como usted alegó con todos los aspavientos recomendados en el manual de despejes a córner, el GAL es un fantasma del anteayer. Un pueblo como el nuestro, del no recuerdo quién dijo que produce bastante más historia de la que es capaz de consumir, había ido cubriendo de polvo ese episodio, mientras trataba de seguir su camino hacia todavía no sabemos dónde. No confunda eso, por favor, con la voluntad de olvidarlo. Primero, porque sería una indignidad, y segundo, porque como acabo de tratar de explicar, es metafísicamente imposible desprenderse de lo que hemos vivido. Y todo aquello -la cal viva, los secuestros de ciudadanos que pasaban por allí, los tiros descerrajados con el cañón apoyado en el occipital, el olor infecto a cañería del Estado- lo vivimos. ¡Vaya si lo vivimos!
Como, diga lo que diga su subordinada Ibáñez de Meztu, soy humano y, por tanto, dueño de muchos recuerdos incómodos, comprendo que no le haga la menor gracia que los cines de reposición vuelvan a proyectar esa película protagonizada por un plantel que le es muy cercano. Algunos, qué cosas, siguen teniendo papeles de relumbrón en las producciones actuales. Pero quédese tranquilo. Nadie le señala a usted, que ya sabemos que por entonces sería un estudiante (perdón por sacarle el asunto) y, como mucho, le tocaría hacer de extra silencioso. Asuma, sin miedo, ese trozo de su historia. Domestique el fantasma. No lo tape.
Excelente Javier. Estos «palmeros» de los Galindos, Gonzalez, Barrionuevo, Amedos, etc, necesitan que se les recuerde que, siempre les recordaremos como colaboradores con la represión del GAL, BVA, triple AAA y e incluso con Franco. Y que «sus» asesinos, jamas han sido reisertados sino indultados, que ninguno de ellos ha tenido que pedir perdón a sus victimas y que a diferencia del escrito de Ines Rodriguez en este diario, ni ellos ni el Gobierno ha tratado de resarcir a estas victimas que, por supuesto, no son las suyas.
Fantasmas del presente … diría yo. Fantasmas del presente que se les llena la boca con la paz, con el resarcimiento a las víctimas (cuáles, de dónde) del terrorismo (cuál, el de estado, el de eta, el del gal, el del batallón…), con la enseñanza a la tolerancia (uyy peligrosa palabra).
Estos fantasmas son los del presente.
Es un placer «leerte». Y mayor placer es leer en libertad.
López vuelve a tomarnos por tontos. Mentir en campaña electoral y conseguir gracias a ello ocupar la butaca de Ajuria Enea le ha envalentonado (sus gestos de chulo de barrio en una tribuna parlamentaria le delatan). Sólo así se puede explicar que trate de colarnos semejante argumentación. Este Sr. debiera de saber que los asesinatos no prescriben. Los autores de crímenes perpetrados por ETA en las mismas fechas son perseguidos y sentenciados. ¿Qué justifica el doble rasero?. Su Justicia no es ciega, no lleva una venda en los ojos que le hace imparcial: hace guiños cómplices a sus «compañeros de partido». Lo que el llama «fantasmas del pasado» son familias víctimas del terrorismo de Estado que nunca han recibido justicia, ni consuelo. De hecho siguen recibiendo por respuesta gestos de macarra. El mismo repertorio gesticular que -seguro- usaban los asesinos del GAL mientras planeaban sus crímenes entre prostíbulos y despachos oficiales.
Yo si que soy un palmero del Sr. Vizcaya. Siga Vd. escribiendo verdades para que por lo menos algunos veamos como alguien con inteligencia y principios morales saque a relucir delitos que se quieren silenciar. Todas la víctimas se merecen el mismo reconocimiento.
No olvidemos que este «Señor» López estuvo a las puertas de la prisión de Guadalajara arropando y jaleando a personas del GAL que allí cumplían una condenilla…
El regimen comunista y mafioso de Fidel Castro tambien tiene su cuota de culpabilidad con respecto a la ETA y a todas sus sabandijas de asesinos ,asi que cuando algun dia se logre llevar a Castro o a su regimen ante una corte INternacional por la destruccion y robo de la isla de Cuba ,habra que encausar al regimen de la Havana por sustentar y brindar alojamiento y financiar tambien a la ETA ,esta demas decir que Cuba es un regimen marcado y encausado como terrorista por el Departamento de Estado de los EE.UU .