Ya que hablamos de las actas…

De alguna manera, continúo donde lo dejé ayer, porque las siguientes líneas tienen la intención de pisar el mismo charco que crucé en la última columna, el del teatral escándalo que se ha montado por el contenido de los resúmenes de consumo interno que escribió Thierry de las conversaciones entre el Gobierno español y ETA. Recuerdo la tesis: todo eso estaba ya publicado con profusión y quienes ahora ponen el grito en el cielo y en los tabloides cavernarios lo sabían del punto a la cruz. Por tanto, la bronca que están montando tiene carácter retroactivo y, de propina, demuestra que los supuestos principios éticos en lo que juran que se asienta son de plastilina. Si de verdad al PP le parecía tan repugnante lo que estuvo sobre las mesas de negociación, lo primero que debía haber hecho es no prestar su votos al PSE, que estuvo en aquel ajo de hoz y coz. Uno de los grandes bastiones del actual ejecutivo de la CAV, Rodolfo Ares, podrá escribir cuando se jubile y esta vaina esté prescrita unas jugosísimas memorias.

Lo que se ofreció a ETA

Por ahí es, de hecho, por donde creo que se debería haber abierto este melón. Si hay algo que pueda mover a la sorpresa o a la indignación en las mal llamadas actas de López Peña o -insisto- en lo que ya se había publicado antes, es ver que los actuales campeones de la firmeza democrática son los mismos que anduvieron jugando al subastado y al cinquillo con ETA. Y en aquellas timbas no se apostaba con alubias, precisamente. Sobre los tapetes estuvieron todas las cuestiones intocables, incluyendo la territorialidad y el reconocimiento del derecho a decidir. Creo que se entiende lo que eso significa, pero por si acaso, lo subrayo: se le estaba ofreciendo a una banda terrorista (en Loiola, a un partido ilegalizado) lo que se niega reiteradamente a las formaciones que, sumadas sin trampas, conforman la mayoría social. ¿Agravio comparativo? Algo peor que eso.

Ares, reitero, fue parte del equipo de sokatira socialista-gubernamental. En el dichoso dossier del Faisán que algún día terminará de reventar en la Audiencia Nacional consta que llamó al teléfono secreto que se le había proporcionado a un presunto miembro de ETA. No me escandaliza que lo hiciera. En una negociación se traspasan esa y las líneas rojas que haga falta. Si lo menciono es por lo revelador que resulta el contraste de esa actitud frente al comportamiento de que ha hecho gala desde que asumió la cartera de Interior. Antes los telefoneaba y ahora no soporta verlos en un cartel. Hay algo aquí que no cuadra.

3 comentarios en «Ya que hablamos de las actas…»

  1. Sinceramente me parece lamentable que digas que pasar líneas rojas en una negociación o lo que es lo mismo saltarse la ley a la torera te parezca bien. Es una verguenza que los políticos se salten la ley, te pregunto que pasaría si tu o yo no saltamos la ley? está claro que los que se la saltan vendrían a por nosotros con todas las de la ley. Es una verguenza que los políticos se salten la ley, te recuerdo que son los que legislan. ¿Esque las leyes que ellos mismos legislan solo valen para el resto?¿esque esas leyes que ellos legislan ellos están eximidos de cumplirlas? y lo que es peor esque los ciudadanos de a pie estamos de acuerdo con ello? que pasa si me salto la ley y me niego a declarar hacienda? tu crees que los politicuchos sean del partido que sean me lo van a permitir? porque tengo yo que permitirles a ellos que se la salten?. Tendrían que tener cárcel y pagar cuantiosas multas como nos toca hacer a los demás cuando nos saltamos la ley. QUE VERGUENZA.

  2. Supuestamente a un político que pagamos entre todos (su sueldo sale de nuestros impuestos) se le pide:

    1.- Integridad.
    2.- Preparación.
    3.- Responsabilidad.
    4.- Capacidad de servicio.
    5.- Coherencia.
    6.- Valentía.
    7.- Honradez.
    8.- Eficiencia.
    9.- Compromiso
    y
    10.- Sacrificio.

    Vamos, por ponerlo en forma de decálogo para que lo entiendan los meapilas que nos dirigen, y además porque es lo mismo que me piden a mi para ser irakasle, ya sea desde el gobierno, ya desde los padres y madres del alumnado. ¿Cuántos de los 10 puntos de arriba adornan a nuestros gerifaltes, sean del signo que sean?

    Pues eso… Javiviz, pedir peras al Ulmus minor es como esperar que un político vea más allá de los 4 años en los que se aprovecharán de los votos obtenidos con cualquier tipo de arte. Cualquiera.

  3. Si se abre el melón , está claro que tiene que ser para todos igual. Pero resulta , nuevamente, que no.
    Loiola , bien vale una visita, pero nos atragantaron con su melón,
    Noria, noria y más noria: El Faisan debería estar, ya ,amortizado.
    Quienes estamos a la espera , que en éste país el proceso autodeterminista algún día se regle, tanto melón abierto por Loiola , con Faisanes en Noria nos sugestiona bien poco.
    Ta Ares jauna , gutxiago.

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