Habrá que felicitar al equipo de guionistas. En las buenas teleseries, el capítulo final de cada temporada debe cerrar algunas de las tramas que han entretenido a la audiencia en las semanas previas y, en el mismo viaje, abrir las que se desarrollarán en la próxima remesa de episodios. El anuncio del adelanto electoral en el último día hábil del mes de julio, cuando parecía que el culebrón había entrado en un bucle duermeovejas, ha sido un acierto argumental para resucitar un cierto suspense. Convocarlas para el 20-N, que no es una fecha cualquiera, sólo puede calificarse como golpe de genialidad. Casi compensa el truñazo que nos han estado sirviendo hasta ahora.
Los espectadores, sobre todo los que por oficio, por inclinación, o por una mezcla de lo uno y lo otro, estamos muy enganchados al serial, hemos recuperado el interés y tratamos de hacernos una idea de por dónde avanzarán los hilos. Salvando las distancias, viene a ser como cuando George Clooney se fue de Urgencias o cuando murió Chanquete en Verano azul. Zapatero, que era el protagonista principal, pasa a tercer plano y el peso de la acción recae en Rajoy y Pérez Rubalcaba. Ambos eran mucho más que secundarios en la anterior etapa, pero en esta son directamente los encargados de que el share no decaiga… por lo menos, hasta el momento de contar las papeletas.
Aunque haya sido accidental, la elección de ambos personajes ha sido otro hallazgo afortunado porque hace que el desenlace previsible -victoria del PP por goleada- se tiña, siquiera levemente, de incertidumbre. Con el Rasputín de Solares como ariete, ya no se descarta una derrota medianamente honrosa del PSOE. Incluso hay quien recuerda la remontada épica del 93, cuando el ya desahuciado Felipe hizo esperar otros cuatro años más a Aznar.
Hay que estar, por tanto, atentos a la pantalla. Por aquí arriba nos jugamos también muchas cosas en los próximos cuatro meses.
Sinceramente creo que las posibilidades de Rubalcaba de superar al PP en los comicios de España han fracasado rotundamente por BOCAZAS.
Todos sabemos que en las elecciones ultimas Zapatero gano por el apoyo incondicional de Vascos y Catalanes, ya que incluso miles de Independentistas votamos al Psoe para conseguir entre todos una derrota de la ultraderecha. Este hecho nunca ha sido reconocido por el psoe y se colgaron medallas que no les correspondía y que cualquier analista político mediocre se dio cuenta de ese apoyo.
¿Bocazas? No creo que se le pueda llamar de otra manera, ya que muchos teníamos pensado repetir el hecho de votarles aunque no volviesen a reconocer el REGALO. Pero después de sus declaraciones contra nosotros, la duda sobre el voto ha sido esclarecida de un plumazo.
Señor Rubalcaba, por la boca muere el pez y usted acaba de escribir posiblemente su propio epitafio que reza: …Aquí descansa el perdedor de las elecciones del 2011 por BOCAZAS