En sus manos

Qué tiempos aquellos en los que, por lo menos, el despotismo era ilustrado. Ahora, ni eso. Los que manejan nuestra barca son una panda de bodoques en los que es imposible distinguir si la ignorancia es más dañina que su maldad o viceversa. Seguramente ambas se complementan y se retroalimentan en una dupla mortal de necesidad. Lo tremendo es que se van superando en lo uno y en lo otro, como acaba de quedar certificado con el inmenso cagarro teórico-práctico evacuado para parchear el pufo chipriota.

Oiga, joven, un respeto, que está usted hablando de personas que le sacan dos y tres ceros en la nómina, por no mencionar los doctorados, másteres y postgrados… Precisamente por ahí va el drama. Cuando el sábado pasado nos desayunamos con el sapo del corralito que habían parido la madrugada anterior todos estos tipos con tantos títulos, hasta los que tienen el Marca como única lectura fueron capaces de imaginarse las consecuencias. Sin necesidad de recurrir a Krugman ni a Stiglitz, cualquiera con medio dedo de frente se olió el pan hecho con unas hostias. Para tapar un agujero de 10.000 cochinos millones de euros —calderilla en relación a las cantidades que se manejan habitualmente—, se corría el riesgo de palmar cincuenta veces más en el resto de la malhadada unión monetaria. Un padrastro en el dedo meñique del pie europeo amenazaba, joder con el efecto-contagio, con acelerar aun más el cáncer galopante de los órganos que acumulan años de castigo, léase España, Italia, Irlanda, Portugal, Grecia y quién sabe cuántos más.

Ni se les pasó por la cabeza a los genios de la lámpara que asistir al robo a los ciudadanos de Chipre podría provocar en el resto de estados una estampida para sacar de los bancos los últimos cuartos y ponerlos a buen recaudo bajo el colchón. 48 horas y varios destrozos irreparables después, la rectificación. Y si tampoco funciona, pues ya se verá. En estas manos estamos.

Un comentario en «En sus manos»

  1. Acabo de mirar en la cuenta…8 céntimos, aunque llegue el holocausto caníbal, a mí no me pueden quitar nada…. lo del dinero bajo el colchón ni tan mal, lo que creo es que los piratas de la city londinense se van a poner las botas… y los pobres del pnv siempre hablando de que fuera de Europa hace mucho frío y que si la Europa de los pueblos… En fin que «lo siento» por los mafiosos rusos que tienen la pasta en Chipre pero el 3% de millones manchados de sangre por el tráfico de armas y el de personas (mujeres esclavas sexuales) no les va a hacer más que un poquito de daño, como un mosquito más o menos. Sí que los siento por los chipriotas pero hoy no estás a salvo ni siendo grande ni siendo pequeño.

    A ver si esto no entra en la bandeja de spam, cuidado con esas zarpasssssss.

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