Izquierda cainita

La expresión que da título a estas líneas es de Julio Anguita. Se la he escuchado varias veces, pero la primera fue hace veintipico años en una curiosa entrevista que le hice a bordo del coche que lo trasladaba de un acto en el campus de Leioa de la UPV a otro que tenía en Bilbao. Favorecido por el tráfico denso y los caprichosos semáforos de la capital vizcaína, pude charlar con él largo y tendido sobre la querencia a la división de los partidos de izquierda. Querencia eterna e innata: las formaciones que pretendían cambiar el orden de las cosas surgieron ya demediadas y desde entonces no han parado de escindirse sucesivamente… y de pelear entre sí con más energía de la que entregan a derribar el sistema que tanto dicen deplorar.

Si los hados y las agendas lo permiten, esta noche en Gabon de Onda Vasca volveré a preguntarle al califa rojo por estos pleitos permanentes, y en especial, por el más reciente. Es probable que muchos de ustedes ni estén al corriente, porque estas reyertas son muy intensas en la marginalia que las protagoniza pero apenas trascienden más allá, hecho que en sí mismo debería darle qué pensar a alguno. La cuestión es que a una Izquierda Unida que, en parte gracias a la escabechina rajoyana y a la nulidad opositora del PSOE, se las empezaba a prometer electoralmente felices, le ha salido al encuentro su propio fantasma.

Curioso juego de paralelos, un día después de que en la diestra extrema se diera a conocer Vox, la siniestra irredenta asistió al alumbramiento de Podemos, bajo el liderazgo de Pablo Iglesias, fino politólogo, según dicen, pero sobre todo, eficacísimo polemista televisivo. En menos de lo que dura un intermedio de los mil programas en que participa, consiguió los avales necesarios para presentar una candidatura a las europeas. Bajo las siglas que sea, asegura, pero encabezada por él mismo, naturalmente. En la acera de enfrente, sonrisas complacidas.

5 comentarios en «Izquierda cainita»

  1. Discrepo con uno de tus últimos comentarios, Pablo Iglesias ha dicho que se enfrentaría en unas primarias abiertas con las personas que salieran elegidas en las demás organizaciones. Eso no implica necesariamente que él gane. A mi, personalmente, me parece que todo esto está siendo una llamada de atención, quizá un poco violenta, para que Izquierda Unida se abra a la gente de los movimientos sociales o su potencial bloque social que no milita en el partido. Seguramente IU sea imprescindible en la izquierda pero como no sea vista como una herramienta útil por todos las personas que están participando en las distintas luchas no va a salir del tercer puesto nunca.

    De todas formas, si me permites, te paso un artículo que me ha parecido muy interesante y en el que se habla de Julio Anguita y su posible papel como mediador entre Izquierda Unida y Podemos dado su papel como cabeza visible del Frente Cívico (Cainita ensalada de siglas en una línea, efectivamente).

    http://danidelpino.com/2014/01/21/il-papa-straniero/

    Un saludo!

  2. Izquierda Unida tiene aún muy marcado el marchamo del partido comunista, con lo que ello significa no de miedo a los rojos, sino de fuerza política anticuada (cosas de nuestros padres, ideas guerracivilistas del abuelo cebolleta). Esta formación debía haber evolucionado mucho antes como fuerza realmente opositora al sistema que nos atenaza con los ideales del 15 M (representatividad real, republicanismo, respeto a otros sentimientos nacionales, ruptura total de la plutarquia del partidismo, lucha feroz contra la corrupción, reforma sindical hacia la autonomía real de los sindicatos, reforma educativa, igualdad real de oportunidades, critica a la globalización, etc…) habría arrasado, o por lo menos evitado la mayoría absoluta de las fuerzas generadoras de las crisis, tanto económica como moral, que nos aplasta.

  3. Y Diego Cañamero? uno de los representantes del Sindidcato de Obreos del Campo, y el mismo alcalde de Marinaleda, Sanchez Gordillo, ¿cómo irán a las elecciones?¿cuales son su relación con Anguita, y el «partido»
    Me vais a perdonar y quizá sea injusta, pero Pablo, (le he escuchado en algunos debates ahora, en relación a Gamonal en la 4), me da la impresión que le sobra pedantería y le falta autenticidad.
    Serán los años, y que me hago viejilla.
    !Qué suerte hablar con el Califa! 😉

  4. No, Quecaro… Al final se nos ha chafado lo de Anguita. Anda malito y ha suspendido el acto que tenía en Donostia… Ya hablaba yo de agendas y hados.

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