Pitar o no pitar el himno

Pitar o no pitar el himno español mañana en el Camp Nou, he ahí el dilema. Anoten, de saque, la profundidad de tal preocupación. Anoche soñé que todas nuestras cuitas eran así. ¿Dónde hay que firmar? Pero nada, ya que la cuestión artificialmente palpitante está ahí, entremos al trapo. Eso sí, reconozco que yo lo tengo que hacer en zigzag y con traje de neopreno porque he inventariado tantas razones a favor como en contra. O bueno, por ahí; tampoco las he contado, porque ya les digo que a mi el asunto ni mucho fu ni poco fa más allá de lo que puede amenizar una sobremesa tonta o una charleta de barra. Y vale, también como material de aluvión para una columnita al trantrán, avisando al respetable que esta vez —y supongo que otras— no se pierden gran cosa si abandonan aquí mismo la lectura.

Empezando por los argumentos favorables, me inclino por silbar la Marcha real porque sí, (o porque por qué no), por los beneficios de soltar adrenalina y el ensanchamiento de pulmones. Por el cabreo sulfuroso que se van a pillar un montón de tipejos y tipejas. Por el mal rato que pasará el Borbón joven, al que le pagan también por comerse estos marrones. Por ver cómo se las ingenia Telecinco para tapar el sol con un dedo. Y por la puñetera calavera de los jetas de la comisión antiviolencia, que amenazan con hacer pagar a los clubs la verbena.

En cuanto a los motivos para mantener silencio, los resumo en uno: si yo tuviera querencia por un himno, me cogería un rebote del quince si una multitud se ciscara sonoramente sobre sus notas. Respeto, creo recordar que se llama la vaina. Pero haga cada cual lo que quiera.

16 comentarios en «Pitar o no pitar el himno»

  1. Hace años se celebraba en Córcega una final de copa de Francia (creo) con asistencia del presidente Chirac. Al sonar la marsellesa, el público inició una gran pitada. Chirac se sintió ofendido y optó por abandonar el estadio. Eso fue todo. En España pueden tomar ejemplo del talante democrático francés: Si al rey le ofende la pitada, que emule a Chirac y listo.

  2. querido jabier

    aun no te hallegado el wp de como van a protestar mañna?? mira k yo estoy en iruña no soy del athletic y ya tengo 3

    innovamos mas k ellos
    y para finalizar cuando acabe el himno y la protesta el camp nou cantara el txoria txori de laboa con los aficionados abrazados

  3. Yo no creo que se deba pedir respeto, al contrario, hay lo que hay…por falta de él; de respeto, de tacto, de empatías y hasta de justicia histórica. Se nos impuso vía impunidad y transición la rojigualda y el himno (que no siendo inventados por los del terrorismo nacionalcatolico, si los convirtieron en sus símbolos).

    No me cuesta imaginar que tras una hipotética (porque en eso se ha quedado todo, en hipótesis) transición democrática (en donde los verdugos franquistas gobernantes y la gran masa social adicta al fascismo hubieran pasado por el tamiz de la asunción de lo hecho y su purga además de la restitución de las victimas ocasionadas por ellos) en vez de imponer la tricolor y el riego, en favor de la reconciliación social, se hubiera optado por una tercera vía: una nueva bandera distinta de las dos en conflicto y un nuevo himno distinto de los dos en conflicto.

    La rojigualda y el himno de la marcha real, no es que no sean del agrado de los vascos y catalanes, es que, encima, no son del agrado de millones de españoles que prefieren ver ondear la tricolor a la actual y detestan la marcha real, por eso mismo, por “real”. No querer ver esto y empecinarse en no reconocer el gran error que fue toda la transición con sus imposiciones y sus impunidades nos sitúa en la realidad molesta que hoy padecemos.

    Una bandera y un himno nuevos para España no sería ninguna estupidez, nos lo dice la calle de aquellos lugares que ni son vascos ni catalanes: las manifas derechistas van llenas de rojigualdas y las otras de tricolores. Ambas banderas han quedado ya como claro distintivo de lo uno y de lo otro, por lo que habrá que concebir unos nuevos símbolos que represente a ambas posiciones, sensibilidades……

    Por otro lado, la intransigencia y negación contra la creación de selecciones deportivas vascas y catalanas inciden directamente en la bronca que se producen en estos actos. Buena parte de los abucheos están condicionados por la lacerante humillación que padecemos los ciudadanos que pretendemos haya estas otras selecciones sin que se nos tenga en cuenta en absoluto obviando lo que en otros países del entorno europeo, como el Reino Unido, sucede sin que por ello se rompa nada ni se desacredite nada.

    El problema no son los abucheos ni la pretendida falta de respeto. El problema siempre ha sido el mismo: la concepción rígida y visceral de España, la unagrandeylibre nacionalcatolica

  4. Yo estaría en silencio, pero de espaldas al palco entre la entrada de Felipe y el final del himno. Otra cosa que podría venir de perlas serían tapones para los oidos.

  5. Si por pitar el himno español y al rey nos sancionan. Démosle la espalda y cantemos el txoria txoria a pleno pulmón

  6. Es verdad que,como dicen algunos,es de educación no meterse con los himnos que a otros son tan queridos…pero es de mejor educación no obligara a nadie a oir o a soportar la presencia de elementos que no son queridos.

  7. «Respeto». Así califican algunos la nueva consigna de agachar la cabeza ante Borbón y su Marcha.

    Penoso.

  8. Marta, las consignas son en otra ventanilla. Y lo de agachar la cabeza también.

  9. Hay que pitar, el Rey estaba fuera de juego y nos ha metido( o eso parece) un gol el año pasado, y en propia puerta , que lo siguen dando como válido.
    Ya lo siento,por los que crean que la jugada fue limpia, pero como que no cuela.
    Y el himno, pues va con la jugada, así que, no hay más.
    Más o menos.

  10. El argumento de que si nos lo hicieran a nosotros nos echaríamos las manos a la cabeza creo que tiene bastante peso. Que, por cierto, no tengo ninguna duda de que nos lo harían pero…entonces somos iguales.

    El himno español representa, cierto, a un régimen X. Y es muy legítima la idea de que ese régimen niega las aspiraciones legítimas de vascos o catalanes y desde ese punto de vista tiene sentido la protesta como forma de expresión política ante una situación.

    Pero de la misma forma ese himno encarna el también legítimo sentimiento nacional de muchas personas (supongo que por aquí entendemos lo que es un sentimiento nacional y lo consideramos legítimo y respetable, no?) que no tienen por qué comulgar con ese régimen y que no tienen nada que ver con la negación de los derechos de los vascos.

    Durante en Tercer Reich los nazis cantaban a plemo pulmón el «deutschland über alles» y eso no quiere decir que todo alemán que se emocionase o se emocione con ese himno fuese o sea un nazi.

    Por increíble que a algunos les parezca…hay gente que se siente española, que tiene sobre esa identidad el mismo sentimiento que tienen vascos y catalanes respecto a la suya. Y el himno es una forma de canalizar o expresar ese sentimiento. Y eso no los convierte en fachas (salvo que admitamos, en consecuencia, que todo el que se emocione con una ikurriña o el gora ta gora sea también un facha; que no cre, aunque haberlos haylos).

    A mi no me parece una buena idea ofender a toda esa gente. Ojo; creo que el derecho a la libertad de expresión debe prevalecer sobre la sensibilidad de quien se vaya a sentir ofendido. Es decir, quien se pique que se rasque y por supuesto que es absurdo hablar de prohibiciones, sanciones y demás.
    Pero con todo y con eso, no me parece la mejor forma de expresión política aquella que supone ofender a la gente agrediendo a sus símbolos (a un himno…no le vas a pegar; por tanto…la pitada equivale a una agresión). Me parece que eso alimenta la rueda de la incomprensión mutua y el bloqueo y agranda las distancias (quizás sea eso lo que se pretende). Después otro falta al respeto al euskera, que es un símbolo querido para los vascos y, lógicamente, nos parece fatal; no veo mucha diferencia.

    Por eso la alternativa de una protesta de otro tipo, como se ha apuntado, dando la espalda…en silencio y mostrando unánimemente senyeras e ikurriñas o algo similar (cuando se quiere, la IA ya le suele echar imaginación a sus performances) me parece mejor, que no contiene ese punto agresivo y que resultaría hasta más impactante para hacer pensar a la gente en vez de hacerles cabrearse.

    Pero…para eso ya hace falta un esfuerzo de organización y civismo que admito que no es fácil con tanta gente, aficionada al fútbol (vamos, que no es el ballet) y que llevarán bebiendo todo el día. Además…la pitada no requiere unanimidad. Sé que van a pitar muchos, supongo que la mayoría (algunos, también, por puro gamberrismo o cachondeo pero,oye, suman) pero no hace falta; con que pitara la mitad…sería lo mismo. Eso resulta práctico

    Por último, Marta; no dudo de que el himno español pueda considerarse una imposición o una obligación no querida para muchos vascos y catalanes. Pero precisamente en este caso no me parece un buen argumento ese de que «obligan a oírlo»

    Hombre…es una competición nacional española. ¿Qué quieres que toquen? ¿El himno macedonio? Si juegas esa competición…pues es normal que en la final tengas que oír el himno (como en todos los países). Es como quejarse…exagerando…de que te imponen la regla del fuera de juego. Pues…leñe…sí.
    Y en este caso nadie te obliga a jugar esa competición, nadie. Nadie obliga a Barça y Athletic a jugar las competiciones nacionales españolas, nadie. Podrían perfectamente organizar sus propias ligas (en mi barrio hemos organizado una liga de txokos y nadie nos lo ha impedido y en la final pues suena el «tractor amarillo»). Nos imponen muchas cosas pero eso precisamente…no. Si jugamos esas competiciones es porque queremos.
    Ah, claro! «pero es que si no…». Ya si no…hay un coste, pues, claro. Como con todo. Pero hay una cosa que se llama coherencia…o todo se reduce a pitos y performances.

    Es como cuando el jugador se escuda en que le obligan a ir a la roja. Falso. Tú le dices al seleccionador de turno que no quieres ir por tus sentimientos y no te convoca. Pero…ah…es que sí quieres ir.

  11. Pues a mí ni me gusta el rey, ni el himno, ni el futbol de los cojones. No voy a ver el partido ni la segura pitada. No entiendo tanto barullo cuando todo el mundo sabe de antemano todo lo que va a ocurrir en este teatrillo, capitulo por capítulo, desde los preliminares hasta las conclusiones. Lo más vergonzoso es que por una pitada corren y correrán mares de tinta, infinitamente más que por la detención de un delegado del govierno. A lo mejor esa es la consigna (Marta) pan y «fumbol».

  12. Yo también pienso como Larry. Creo que atendiendo a la educación católica que la mayoría de nosotros hemos recibido a la fuerza, por lo menos los que ya tenemos más de medio siglo, lo correcto es poner la otra mejilla. Después de que nos hayan puesto la jeta como el culo de un mandril podemos poner la popa y, sin vaselina ni Go Play ni nada, que nos hagan una buena limpieza de cañerías, y podríamos seguir ofreciendo los pelendengues en el caso de los varones y los ovarios en el de las mujeres para que puedan practicar toda esa suerte de artes marciales que enseñan en las academias de policía. Lo importante es ser más respetuosos que ellos…y más gilipollas también. Es que es normal, es una competición «nacional» y además lleva el nombre del título del jefe del Estado, ¿qué va a sonar entonces y quién va a entregar el trofeo? No sé, viendo el panorama reivindicativo, todo el movimiento social tanto en Catalunya y Euskal Herria y la indudable legitimidad de lo que se reclama ¿sería lejanamente posible evitar que sonara un himno que provoca en ese momento y lugar precisos la repugnancia que provoca?¿Es posible que se puedan plantear los organismos implicados en la organización el cambiar el nombre de la competición y a su titular para quitarle sesgo político y darle un carácter únicamente deportivo y no imperialista? No puedo aceptar quejas sobre la politización de un evento deportivo al realizar una protesta de este tipo cuando ya nace politizado. Pueden negarse a jugar el campeonato, o la liga española, u otras competiciones internacionales ligadas a la fuerza al Estado impuesto, o sea, pueden negarse a jugar al fútbol, por supuesto. Como a algún surfero de por aquí, que a partir de que integrasen la federación vasca en la española ya su carrera deportiva no ha sido la que debería de haber sido por no querer competir para España.
    La negación del derecho de autodeterminación debería en un futuro no muy lejano comenzar a mirarse mal, por no decir como un delito o incluso un crimen en algunos casos, al igual que la negación del derecho a una sexualidad libre o al libre pensamiento religioso. Lo que el himno de España y la figura del rey representan en este momento sobre todo para muchos catalanes y vascos es precisamente la negación de esa libertad, y no tiene nada que ver con el respeto a los demás pueblos que integran voluntariamente o a la fuerza ese Estado.
    Acabando: que al rey y al himno se les pita de vez en cuando, en eventos del estilo a la Copa, pero a otros nos pitan (y más…) todos los puñeteros días desde hace demasiado tiempo. No hay color.

  13. En lo que estoy de acuerdo es que el tema hay que solucionarlo. Y la solución no creo que pase por no afrontar la cosa y obviar el himno o llamarle de otra forma a la competición y evitar el marrón. Si se arregla el problema de fondo…no habría ningún idem en que sonara un himno (que no tiene nada de malo; anda que aquí no cantamos himnos que además hablan de soldados y guerras, por no hablar del poético mensaje de els segadors, que cortar cuellos castellanos) o la copa la entregara Froilan o Pablo Iglesias.

    Y estoy de acuerdo en que el problema de fondo se arregla canalizando de un vez por todas que vascos y catalanes decidan lo que quieran (porque también toda esta gente que hoy está indignadísima por la pitada…pues…si tan mal os caen…pues dejad que de vayan o incluso echadles vosotros del país y cada uno por su lado).
    Lo que hagan los catalanes…es que me da lo mismo, es su problema (además, me caen bastante gordos).
    Lo que hagamos los vascos pues ya sí que es asunto mío. Me gustaría que nos pudiésemos poner de acuerdo entre nosotros y que después ese acuerdo se respetara. pero ese es otro tema.

    Con todo y con eso, lo de la pitada me sigue pareciendo una mala idea. Como por supuesto me lo parecen los insultos a la vascos que se oyen en muchos campos (por cierto, Competición ha decretado el cierre parcial del campo del sevilla, en la zona de sus ultras, por 4 partidos, precisamente por insultos contra el Athletic).

    Y me parece una idea no por un tema de posicionamiento político X sino por un cuestión meramente personal que me viene a la mene simplemente por pensar en todos los amigos que tengo en diversos puntos de españa. Asturianos, andaluces, madrileños. Buenos amigos, gente estupenda, que conoce un a lo largo de su vida por curro, estudios, vacaciones, etc, etc, circunstancias de la vida.

    Y pienso que si y fuera con ellos a algún acontecimiento deportivo o similar donde se tocara su himno (nada extraño; algunos son también del Athletic) yo, estando, en su compañía, sería incapaz de ponerme a silbar o a abuchear ese himno que es el suyo (y que unos sentirán más y otros menos). Es que ni se me pasa por la cabeza estar en compañía de un buen amigo, pongamos, sevillano y ponerme a pitar su himno.
    Así que pienso en ellos, en esas personas a las que aprecio, y no me parece una buena idea ofenderles. Por algo tan pasado de moda como el respeto a la gente.

    Quizás el problema se que demasiada gente no ha tenido quizás la suerte de hacer amigos de otros lugares de españa. Lo recomiendo.

  14. Por cierto; acabo de ver en Cuatro…un ejercicio…curioso.

    Ha recuperado lo que pasó el Día de las Fuerzas Armadas de 2010.

    Un acto con el Rey JC y Zapatero como Presidente de Gobierno. Suena el himno en el acto de homenaje a los caídos y el público asistente pitando a saco y abroncando a ZP durante ese acto y ese himno.
    El Gobierno del PSOE lamentó lo que entendió como una ofensa a los símbolos del Estado; al Jefe del Estado, al Gobierno y al himno.

    Repuesta del PP, en boca de Pujalte y Cospedal; El PSOE quiere eliminar la crítica política (que eso era la pitada durante el himno para ellos) y quiere limitar la libertad de expresión de los ciudadanos.

  15. Ni yo te voy a convencer a ti ni por supuesto tú a mí tampoco, y como estoy unos días de descanso fuera y no tengo ordenador y con el móvil es un coñazo no voy a seguir discutiendo esto ahora, sólo te diré que si me metes en el saco del tópico de que quienes pensamos de determinada manera es porque no nos relacionamos con el resto del Universo y nos falta viajar estás bastante, pero que bastante equivocado. De hecho el comentario resulta muy presuntuoso y hasta pueril por lo simple. Gero arte.

  16. En ningún caso he dicho eso ni relaciono abertzalismo con aldeanismo. Ni mucho menos voy de «ciudadano del mundo». Se puede estar muy viajado e ilustrasdo y ser culto, cosmopolita, etc y ser abetrzale, por supuesto.

    Pero repito que cuando uno tiene relación personal, de amistad, con gente, buena gente, que tiene un sentimiento nacional X, se lo piensa (o debería, creo) dos veces antes de hacer gestos que ofendan los sentimientos de esa persona. Aunque no lo hagas con intención de ofender. Intentas (yo, al menos, no ofender a personas que aprecias).

    Repito lo que yo haría. Parto de la base de que yo no habría pitado y que, por esto quo estoy diciendo no estoy de acuerdo con ese gesto, aunque sí creo que quienes lo hicieron tenían derecho a hacerlo. Pero si ideológicamente estuviera de acuerdo con la pitada y estuviera dispuesto a hacerlo..si resulta que voy con un amigo athleticzale de Zaragoza…que sé que se siente español..yo no me sentiría bien pitando su himno. Lógicamente eso lo extrapolo y concluyo que no pitaría estuviese o no mi amigo delante.
    Esa es mi opción.

    Si la tuya es que es irrelevante que se pueda ofender, como daño colateral, a miles de personas que no tienen nada que ver con franco ni nada…pues es la tuya.
    Pero a mi me ayuda a verlo más claro, pensar en amigos, en gente de carne y hueso que sienten esos símbolos y a los que no quiero ofender.

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