Qué les voy a decir que no hayan pensado ya ustedes a la vista de la independencia que ha durado apenas un suspiro antes de irse al cajón hasta quién sabe cuándo. Si me tocase escribir argumentarios, me agarraría, claro, al clavo ardiendo de la altura de miras, la enorme generosidad, el sacrificio colosal de tender la mano cuando se roza con los dedos el objetivo por el que se han dejado quintales de sangre, sudor y lágrimas. No digo que no haya algo de eso, pero sí que a la fuerza ahorcan, que para este viaje han sobrado una hueva de alforjas y que, joder, es imposible no tener la sensación de haber vuelto a asistir al parto de los montes, cuyo fruto era finalmente un ratón.
Lo dije ayer. Era DUI o no DUI. Lo que se viene prometiendo desde hace ya tres años —¿no recuerdan el 9 de noviembre de 2014?— o claudicar otra vez. De acuerdo, por un bien superior, porque era peor el remedio que la enfermedad, porque lo otro era el abismo, porque, como cantaba Gardel, contra el destino nadie la talla. Ocurre que todo eso había que haberlo pensado antes. Sin la menor dote de escrutador de vísceras de pollo o politólogo, se veía a leguas que la desconexión encabronaría a la hidra de mil cabezas, y que de poco valía dejarse hostiar a modo. Mal vamos, si la fuente de legitimidad es recibir palos.
No, no diré como los ventajistas del otro lado que esto en una rendición en toda regla. Mejor que se cuiden antes de cantar victoria. Simplemente, anoto la frustración de quienes creyeron que era verdad lo que les decían. Es revelador que con los primeros que va a tener que dialogar Puigdemont sea con muchos de los suyos.
Es que no había otra. Creo que es un gesto de responsabilidad. Han llegado hasta donde han podido.
Hablan de que ayer por la tarde hubo contactos de «mediadores» internacionales…
Es una forma de decirlo: yo lo que creo que hubo fue…órdenes directas de Europa; tal cual. «No lo hagas».
( el presidente del Eurogrupo había sido muy tajante en público y me imagino que en privado la presión ha sido brutal; insisto…más que presión…órdenes; la soberanía real está en Bruselas).
Sólo espero que esas órdenes hayan llegado también a Moncloa porque el gobierno es perfectamente capaz de volver a activar el tema.
Para una vez que sería bueno que Rajoy hiciese lo que mejor sabe…nada.
Por poner un ejemplo: Esto es como una comida «familiar» de estas de nochebuena (que no suelen ser pacíficas, hay conflicto, diplomacia, alianzas….). Hay una mesa grande donde están los mayores cenando langosta con champagne (Merkel, Macron. holandeses…) y hay una mesa supletoria donde nos dejan estar a los niños (españoles, incluidos catalanes) comiendo croquetas y bebiendo Fanta pero…nos dejan estar «con los mayores». Pero los niños de la mesa se han picado entre ellos y han pasado de tirarse migas a empezar a gritarse, insultarse y tirarse de los pelos. Y la cosa empieza a tocarles los huevos a los mayores y a molestarles mientras cenan y ya se ha levantado alguno de los mayores y ha venido a la mesa de los niños a tirarnos de las orejas; que no montemos bulla o nos quedamos los dos sin cenar.
Es decir; estar en la UE es una bendición y la mejor garantía de que nuestro garrulismo no nos lleva al abismo.
Coincido con Larry y me parece bastante acertado su símil con la cena navideña.
Añadiré que creo que, en el fondo, Puigdemont ha sido bastante astuto pidiendo al Parlamento catalán la suspensión de la declaración de independencia, en vez de directamente negarse a declararla. Así, por un lado le da una larga cambiada a la CUP, y por el otro lado siempre puede contestar al requerimiento de Rajoy que él siempre sigue el mandato del Parlament, y que como el Parlament ha suspendido la declaración, pues él no ha podido declarar la independencia… me releo lo que he escrito y la situación es digna de una escena de los hermanos Marx, vamos…