Aunque solo sea como pequeña distracción del monotema pandémico, tiene su punto el penúltimo motivo de encabritamiento de cortesanos políticos, judiciosos y, faltaría más, mediáticos. Desde butaca de patio y con gran provisión de palomitas, el espectáculo no puede resultar más divertido. A estas alturas del tercer milenio, la carcunda en pleno fuma en pipa porque el Gobierno (felón, radical, antisistema, ilegítimo…) de Pedro Sánchez le ha hecho a su Preparada Majestad la de la trece-catorce para dejarlo fuera de un sarao con mucha pompa que se celebraba en Barcelona, es decir, en la díscola Catalunya.
Fíjense que la cosa podía haberse quedado ahí, en tres bufidos de los predicadores habituales, pero por alguna razón —seguramente, la caliente sangre de los herederos del Cid—, el jefe caducado del llamado Poder Judicial montó el numerito en el acto de marras, que se cerró con un forofo dando un ¡Viva el Rey! más patético que épico. El protagonista ausente, en lugar de joderse y bailar, se las apañó para que se supiera que había llamado al pelota Lesmes para agradecerle la succión. Y ahí fue donde entraron un ministro y un vice que en su día prometieron sumisamente su cargo ante el hijo del emérito a acusar al que firma sus decretos de maniobrar contra el Gobierno. No me pierdo el próximo capítulo.
Pues el próximo capítulo podría consistir en que el gobierno no firme el nombramiento de esos 62 jueces de los que 56 son más bien justicieros destinados a Cataluña, para pacificar aquellas tierras en nombre de la corona.
El nombramiento sería así nulo, pues requiere las firmas del gobierno y del rey (demos gracias que todavía requiere la del gobierno, ésa debe ser la diferencia entre monarquía constitucional y absoluta).
El PP se niega a renovar el CGPJ para hacer cosas como este nombramiento, y por tanto el gobierno puede y debe considerarlo ilícito por parte de un estamento que está en funciones y en el que previamente el gobierno debería haber nombrado miembros.
Así, supongo que el gobierno dirá que ha prohibido al rey acudir al acto para librar a la corona de la verguenza de asistir a un acto ilícito.
Por supuesto, la corona lo sabía perfectamente y esto es un pulso constitucional por parte de los 3 partidos de la extrema derecha aliados con el borbón, para gobernar desde la judicatura sin estar en el gobierno.
Lo último creo que hay que relativizarlo bastante. Sí…el rey firma los decretos de ministros de postureos republicanos. Y mi título de derecho e imagino que el tuyo de periodismo, etc, etc…que me imagino que recogimos sumisamente.
Hay mucho de tacticismo en los arranques de fervor republicano de Iglesias y compañeros y compañeros. Están en el gobierno y se siguen hudiendo en las encuestas y no por mala gestión (eso le tocaría a Sánchez y no lo está pasando, parece reforzado) sino por pura irrelevancia. Está quedando muy patente su condición de muleta, de comparsa, de elemento decorativo de izquierdas. Con la honrosa excepción de la ministra de trabajo (que ya se come con patatas a Iglesias y terminará en el psoe) el resto de ministros dan una imagen de chavales de «al salir de clase» (mención especial, ya que hablamos de ir a clase, para el pájaro de universidades) los que les queda esto muy grande. Descolocados. Mala suerte esto de la pandemia para los garzón, montero y compañía. La gente no está para ocurrencias.
Así que tienen que buscar su hueco tirando hacia la simbología de izquierdas. Pero…es que me da que eso también lo va a capitalizar Sánchez con su postura ambigua al respecto….sin enfangarse mucho pero sin poner pie en pared y yendo a rueda…sabiendo que tal y como está la institución…a medio-largo plazo la txampa republicama puede ser buena pero sin exponerse demasiado aún.
Dicho lo cual. Es perfectamente legítimo. Alguien debería explicar a Casado (que hizo tan rápido la carrera que no se le consolidaron bien los conceptos) que lo que ataca el orden constitucional no es cuestionar la forma de Estado y proponer debates sobre la misma y sobre la Jefatura de Estado (es que de eso deberían hablar los políticos como los entrenadores de baloncesto debaten sobre defensa individual o en zona) sino cuestionar que se cuestione. Lo que vulnera la constitución es pretender acallar la crítica, libertad ideológica y de expresión, a una institución como la jefatura del Estado.
Bueno, van paso a paso. Hace unos años hubieran gritado ¡ Viva Franco! y ¡ Arriba España!
Van adaptándose tan despacito como el proceso judicial contra los autores vivos de los atentados terroristas islamistas de 2017 en Barcelona. Sin prisa pero con pausas.
A estas alturas de «ejemplar transición» andamos aún sin entender el papel de la Corona en el sistema jurídico político del Estado.
Se ha sabido ahora que el Rey se permitió aceptar la invitación del Poder Judicial sin tener en cuenta que debe solicitar permiso al Gobierno. Así vienen luego los lodos. El rey se muestra anticonstitucional si decide por sí mismo los actos públicos en los que participa. ¿No lo sabía? ¿no estaba tan preparado?. El rey es jefe del Estado intocable, inimputable e inviolable, sencillamente porque todo lo que haga es responsable el Gobierno que es el que le autoriza.
Una vez analizada la secuencia temporal, el cristo que se ha formado es un levantamiento institucional contra el ejecutivo, y protagonizado por:
-El PP que no colabora en la obligatoria renovación del Consejo General del Poder Judicial (que ahora mismo, con dos meses de interinidad va a nombrar 6 miembros nuevos del Tribunal Supremo, toma democracia ejemplar)
– El propio CGPJ, formado en su mayoría por peperos de reconocida militancia, que fijó la ceremonia de entrega de despachos en unas fechas que le ponen en dificultades al ejecutivo por la previsión de altercados por la conmemoración de efemérides sangrantes.
– El Rey, que, incumpliendo su sometimiento a los representantes del pueblo -el Congreso, a través del Ejecutivo- decide por su cuenta refrendar, dando mayor altavoz a la ceremonia-encerrona preparada.
Muy constitucional todo, y sobre todo, muy democrático, patriotas de opereta, vestidos e investidos como cualquier esperpento de Valle Inclán.
No sé, no sé; la verdad es que el nivel de la tropa es de traca. Desde el gobierno que a día de hoy no ha sabido explicar, más allá de algunos balbuceos incoherentes de la vicepresidenta primera y el ministro de justicia hasta los “gritos de rigor” de algún vocal del poder judicial, pasando por la “largada” del presidente “caducado” del Consejo General del Poder Judicial o las soflamas para consumo interno de algún ministro o vicepresidente. ¿Con la que está cayendo y la que va a caer nos divertimos con estas astracanadas?
Yo creo que el actual titular de La Corona borbónica únicamente tiene a su favor una circunstancia: ¿se imaginan una republica española en la que hubiese que elegir entre Carlos Monedero y Santiago Abascal como presuntos presidentes? Vamos! Yo me hago “felipista” de la misma. Se me dirá que he buscado los extremos, pero, entre esos dos ¿quién?
Pues asi de sencillo si el gobierno no firma no hay nombramientos y si lo hace pues quicir tan jodido es enero como febrero.
Porzierto el rey dicen por ahi algun catedraticio de derecho constitucional, ( que yo no lo soy pero todavia oigo aunque seguramente mal) que se salto la constitucion pues todos los actos del rey son en representacion y autorizacion del gobierno, y en este caso antes de aceptar la invitacion del tal lesmes, debia tener la utorizacion del gobierno y que de ahi viene su inviolabilidad, que no su irresponsabilidad que esta creo que viene por herencia, padre irresponsable hijo irresponsable y asi sucesivamente.
No se si el preparado sabe bien todavía cuál es su papel .Corre el riesgo de ser el rey de las derechas ,Aquellas que mantuvieron a sus antepasados en el exilio y luego se saltaron a su abuelo para hacer rey al emérito educado bajo la tutela de franco y que caso al primo con su nieta …buffff que país .