Leo en el diario El País que el asesino del niño de Lardero había disfrutado de 39 permisos penitenciarios “sin incidentes”. Me maravilla la omnisciencia del redactor. ¿Cómo sabe que no los hubo? Quizá simplemente no trascendieron. Es lo que hubiera ocurrido en esta oportunidad de no haber mediado el crimen. Una vez que se puso el foco, hemos sabido que en los días previos el depredador en libertad condicional había intentado secuestrar a otras criaturas. Me parece bastante razonable pensar que en la otra casi cuarentena de ocasiones el tipo, de nombre Francisco Javier Almeida López de Castro, pudo haber actuado exactamente igual sin que llegáramos a enterarnos. Sobraba la apostilla, por lo tanto. Pero claro, hay resortes que hacen saltar las malas conciencias progresistas con excusas no pedidas y/o vendas antes de tener la herida. Mientras, la extrema derecha se está dando un festín.
Vamos a ver si en las muy progresís cabezas entra que esto no va de enmienda a la totalidad al sistema de los permisos penitenciarios y a las progresiones de grado. Pero cansa ya, y mucho, el rollo redentorista que lleva a ponerse casi siempre a favor del criminal. El cagarro humano del que hablamos tiene acreditadas la violación y asesinato de una agente inmobiliaria navarra y una agresión sexual anterior. Es evidente de aquí a la Lima, y a los hechos basta remitirse, que el tipejo debería haber cumplido hasta el último día de condena que se le impuso, por mucho que en la trena “mostrara un comportamiento ejemplar”, como dice un funcionario, exhibiendo un brutal desconocimiento de la mente de los matarifes sexuales como el tal Almeida.
Pues vaya desde aquí mi desprecio hacia los progres de cartón piedra que ni siquiera nos dejan sacar la indignación a flote.
Presuntos juicios paralelos, linchamientos mediáticos y falta de respeto a la presunción de inocencia son los argumentos favoritos de quienes en similares circunstancias a las de esta familia actuarían como hienas. Ahora van de guays y tolerantes.
Treinta y nueve permisos a un asesino sexual, falta de vigilancia tras recibir denuncias de la zona sabiendo que el tal asexino vivia en las cercanías de los denunciadores y como broche final el chiringuito de Marlaska, el que hacía oidos sordos a la tortura, soltando en la calle a un criminal en contra de la opinión de la cárcel son suficientes mimbres para completar un cesto de incompetencia, irresponsabilidad, vagancia, mala fe y buenismo dañino.
Un niño menos, un ministro de más.
Se está portando el tercer poder.
Yo pensaba que era solo Zuckerberg el que jugaba con las realidades paralelas, donde honorables ciudadanos con dos condenas por asesinato y/o violación pueden volver a su situación de libertad previa para seguir haciéndolo. Pues no. Parece que nuestra seguridad está en manos de gente que utiliza mucho el «quién iba a pensar» mientras despacha el cafelito matinal.
La incompetencia de cuerpos de seguridad, funcionarios judiciales y magistrados de toga aun siendo similar al de otros funcionarios, no trae las mismas consecuencias que una multa de tráfico mal puesta o un expediente extraviado en un ayuntamiento.
Juegan con nuestra vida, a la que algunos añaden el honor o buen nombre, pero a mi no me hace falta. Es suficiente pensar en nuestra integridad y tranquilidad y la de los nuestros. La idiotez de un juez de vigilancia penitenciaria puede originar muchos ausencias en familias deshechas, vidas truncadas con años por delante de esperanza. Y cobran, de una manera estable y segura, para que ello no se produzca.
Ilustrativo de esto es, además del caso de Lardero y otros, la magnífica serie documental de la BoxMax, Dolores. No es ficción, es un documental con los protagonistas hablando a la cámara. Sucedió hace más de 20 años (supongo que antes también), y seguimos igual. Impagable.
Perdón: La serie es de HBOMax.
“ Mientras, la extrema derecha se está dando un festín.” Pues sí; alguien dijo que , a su manera, claro. Luego, pues eso, a “llorar por la leche derramada”.
Perdón, el corrector hace estragos. Quise decir que: “ Mientras, la extrema derecha se está dando un festín.” Pues sí; alguien dijo que “cuando los BUENOS no toman las decisiones necesarias, las acaban tomando los MALOS” , a su manera, claro. Luego, pues eso, a “llorar por la leche derramada”.
Veo que se cargan las tintas sobre “ cuerpos de seguridad, funcionarios judiciales y magistrados de toga”. Pues de acuerdo, pero nos olvidamos del eslabón inicial de la cadena de despropósitos: LOS LEGISLADORES que elaboran unas normas que parecen hechas a la medida para conseguir los resultados de los que todos nos lamentamos después. Y a esos LEGISLADORES los hemos elegido nosotros, ahí están, en en el Congreso y en el Senado, sin ningún reproche. Pero ellos no se deben a sus presuntos electores, se deben a los partidos que los han puesto en las listas. Disfrutemos de los, presuntamente, votado.
Debe ser mi enfermiza equidistancia pero sigo pensando que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta que los une de la misma manera que si violan a tu hija el dolor y la injusticia es exactamente la misma que si la violada es hija de otro, por muy mal que te caiga el otro. Es matemático, o debería serlo. Viene esto a cuento porque estos días no deja de venirme a la cabeza un caso que conozco personalmente y que contrasta radicalmente con el caso de la alimaña esta. Concretamente se trata de una persona, miembro de ETA, que sin delito de sangre, se mamó 22 años de cárcel y el único permiso que tuvo fue el día del funeral de su padre y más bien parecía un dispositivo policial para detener a Pablo Escobar que cualquier otra cosa su entrada en el pueblo. No sé el motivo que lleva a la justicia Española a regalar permisos penitenciarios a tutiplén y soltar a esta alimaña en menos de 20 años tras abusar de una menor, secuestrar, torturar, sí torturar, violar y asesinar a una mujer y a mantener, en paralelo, a 1.000 km 22 años sin ningún permiso a la otra persona citada. No digo que ser miembro y activista de un grupo terrorista no merezca castigo penal, lo merece, lo que digo es que la desproporción de trato solo se explica en clave de venganza, no de justicia, por un lado, y que el sistema hace aguas y si no que se lo pregunten a los familiares del niño asesinado.
El otro día escuché que uno de los implicados en los atentados de las ramblas de Barcelona salía de permiso de manera inminente, si hubiera sido de ETA se jubila dentro, esta es la realidad objetiva de como funciona la justicia Española.
Muy de acuerdo con el señor Intza.
El problema parte, para mi, del artículo 25 de la Constitución, que dice que «Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social» . Hay que reconocer que no toda la delincuencia surge de la educación ni de problemas sociales y que hay un porcentaje de psicópatas, sociópatas o gente con impulsos sexuales considerados no aceptables por nuestra sociedad, que no son reeducables y que la sociedad debe protegerse de ellos. En cuanto al pensamiento «progre» tendente a hacer de abogado del diablo en estas circunstancias, se explica porque los que han sufrido la cárcel o la tortura en España han sido gente de esta tendencia y no van a desarticular los mecanismos de amparo a los presos porque cualquier día les va a tocar a ellos. Evidentemente, los delincuentes de derechas que siempre salen de rositas o la justicia es magnánima con ellos, no tienen este tipo de preocupaciones. Todos sabemos que no es lo mismo ser el rey o un opusiano de Iruña que mata a su novia que uno de la plebe. Bueno, lo saben todos menos los de la plebe que se creen que los moros todavía están por debajo de ellos.