Ocurrió el lunes por la tarde y sigo sin dar crédito. Representantes significados de las que llamamos, en un tópico que empieza a caducar, fuerzas del cambio en Navarra aplauden a rabiar al artista (será para gustos) Abel Azcona. Su hazaña consistía en haberle soltado cuatro frescas en Twitter al que fuera concejal delegado de Cultura del ayuntamiento de Iruña, Fermín Alonso, sobra decir que militante de UPN. La actuación del hábil conseguidor de espacio mediático merecía la que actualmente es la máxima calificación en materia de polémicas, principalmente en redes sociales: un zasca. Grande, inmenso, enorme, antológico… variaban las glosas de hombres y mujeres que uno tiene por progresistas y, en la mayor parte de los casos, personas muy razonables.
Y sí, muy bien, resulta que en la desigual esgrima dialécticoa, Azcona desenmascaraba, amén de una notable incoherencia en la actitud de UPN, prácticas de abierto favoritismo de los regionalistas… respecto a él mismo. El asunto podría haber quedado ahí, pero el as de la provocación necesitaba despedazar a su rival y para hacerlo no dudó en llevar la diatriba al barro. Atentos, si no la conocen ya, a la demasía que escupe el individuo: “Además tuve reunión y tu partido me ofreció plaza pública en cultura porque me estaba follando a uno de vuestros parlamentarios”.
En ese punto, la denuncia, que es gravísima, pasa a quinto plano. Nada de “tenía una relación”. Qué va, se lo follaba, al estilo de esos caspurientos machotes que cuando son de la diestra, nos merecen la repulsa más firme. En este caso, sigo sin entender por qué, el tipo ha salido a hombros.
Hemos pasado de la dictadura de lo políticamente correcto a la tiranía de la zafiedad y el borderío de lo políticamente incorrecto.
Ante el hipócrita corsé de la corrección política algunos honestamente empezaron a saltárselo diciendo cosas que chocaban, que se salían de lo establecido, que rompían moldes y resultaba saludable.
Pero…como pasa con todo…se no ha ido de madre y se ha convertido en un postureo estúpido. Cualquiera se las da de no tener pelos en la lengua…de ser no políticamente correcto lo que a menudo se traduce en simple zafiedad, falta de educación, agresividad, etc.
Sólo se salvan de momento los ámbitos de género (o ni eso porque ya van animando bastantes a decir barbaridades sobre las mujeres) y la causa animalista (hoy en día lo más sagrado).
sr. vizcaino con el tema de vocabulario y el sexo que fino es ud….
además lo cuenta porque estaba quitando la careta a los de UPN que van de catolicos apostolicos y luego en privado hacen lo contrario.
Vaya, vaya, qué sorpresas… Ahora resulta «Me follaba a» no es una expresión que hable de dominio machirulo como se dice de un tiempo a esta parte. ¿Y si lo dice un «artista» de la derecha en relación a una parlamentaria de izquierdas? El pifostio que se monta, con razón, es de pantalón largo.
Francamente, me alegro mucho de estas justificaciones que retratan tanto a quienes las hacen. Los más progres del lugar son auténticos reaccionarios que se creen autorizados a desvelar cuestiones de las pura intimidad de otros, y además con expresión de chulo de piscinas.