Hay anécdotas que huelen a categoría. Al gobierno que dice perseguir bulos por tierra, mar y aire le han pillado con el carrito del helado. Ni corto ni perezoso, infló los datos de test realizados para salir guapo en el ránking que elabora la OCDE. Y así fue que durante todo el lunes el sanchismo mediático y el mediatizado anduvo sacando pecho aquí y allá porque había conquistado el octavo puesto de la clasificación. Ayer, sin embargo, fueron los de la acera de enfrente los que estuvieron de despiporre porque el organismo transnacional tuvo que darle una patada a España hasta el decimoséptimo lugar de la lista, una vez comprobado —supongo que con manifiesto sonrojo— que desde Moncloa se la habían intentado meter doblada.
Cazado en renuncio, el licenciado en Filosofía y ministro de Sanidad, Salvador Illa, que el día anterior presumía con el mentón arriba del gran logro, remedaba a la zorra de la fábula. Las uvas estaban en verdes. O, en sus palabras: “El lavado de manos, la higiene y las medidas de distancia social son más efectivos que hacer test a personas que no presentan síntomas”. Este humilde tecleador, que carece de los conocimientos sanitarios adecuados, no duda que lo que dice Illa sea verdad. Lo que no entiendo es que por qué entonces se llegó a mentir a la OCDE y a la ciudadanía.
La pregunta es…de quién fue el error…del gobierno español (nada extraño) o de la OCDE.
Quiero decir, ¿el gobierno español facilitó datos falsos a la OCDE? ¿Luego los rectificó? ¿Fue la OCDE la que descubrió por otra vía que los datos eran falsos y logró los correctos?
No es lo mismo lo uno que lo otro.
Lo de falsear datos….pues ya entra en el capítulo de lo grave o muy grave.
Si ha sido un error o incluso la OCDE hizo mal el ranking….pues el gobierno queda en evidencia por su ímpetu propragandístico pero es bastante menos grave.
¡Es queeeee! Sea como sea, el gobierno SABE o, por lo menos, DEBE SABER sus datos. Para empezar, la FUENTE de la que la OCDE obtiene sus dato es “OUR WORLD IN DATA”, que precisamente por la falta de transparencia del gobierno español y la confusión de sus datos, no incluía los datos de España en su informe. La OCDE, al no tener datos de Reino de España, los solicita al gobierno español y desde LA MONCLOA se facilitan datos que INCLUYEN datos de TEST PCR con TEST DE PREVALENCIA SEROLOGICA. La OCDE se fía de esos datos y elabora su informe. Pero, obviamente, el que SI sabía los datos reales era el gobierno español ¡vamos, es un suponer! Pero, como dijo el fraile: ¡todo es bueno pal convento! Y a sacar pecho.
Bueno, lo de los ridiculos de este gobierno fuera de sus fronteras es un clásico.
Hombre es normal que en campaña electoral se aproveche cualquier circunstancia para atribuirse méritos o para criticar al gobierno, según se vote.
Y es que hace poco estábamos en guerra contra un virus, éramos todos soldados, todos los días eran Lunes y los milicos desinfectaban o apatrullaban la ciudad y lo contaban en la tele.
Ahora estamos en plena desescalada militar, hay repliegue a las posiciones de normalidad y comienzo de una nueva campaña, la electoral que en España es como la hoja del pino. Perenne.
Los muertos ahí quedan. Ellos a lo suyo.
Una cosa que me llamala atención es que se reabren bares antes que provincias. ¿Qué dicen a esto las personas que acusaban a Urkullu de querer matar a todo el mundo por solicitar que no se parara la economía en seco? ¿Les parece que abrir lugares de socialización no es un riesgo? ¿O quizá el pimple está por encima de todo?
Como no entiendo que un filosofo sea ministro de sanidad nada mas y nada menos, pues que quereis que diga.
Se que los politicos son la otia la reotia y el padre laburu, una vez metidos en politica les baja el Espititu Santo sobre sus cabezas y ya saben de todo incluso hablan en ni se cuantas lenguas.
Pero la realidad es muy tozuda, y si no sabes lo que es una aspirina mejor que uno se dedique a lo suyo, sanidad no es una cartera filosofica y muchos otros ministerios tampoco.
Si al ministro Illa, algun experto le esta asesorando, lo mejor haria Sachez en colocar a ese asesor de ministro.