Oriol Junqueras ha roto muchos guiones a ambos lados del tablero. El unionismo español cavernario se ha quedado con el molde. Ya no puede decir que el líder de ERC desprecia el indulto. Ni que volverá a intentar lo del 1-O. En su carta desmiente uno y otro extremos y, de propina, lo hace de un modo que deja lugar a pocas dudas. Otra cosa es que los discursos trillados vayan a cambiar. Por supuesto que no lo harán, y menos, a seis del botellón rojigualda en Colón. Conociendo el pañi, apuesto sin temor a palmar, que el ultramonte en pleno va a salir con el comodín de la mentirijilla para engañar a Sánchez. Y hasta pueden citar como argumento a su favor esas grabaciones de la Guardia Civil a un independentista de segunda fila que asegura el inquilino de La Moncloa es el primo perfecto para dársela con queso.
Doy por descontada esa reacción, al tiempo que confieso que me provoca mayor curiosidad por dónde saldrá el sol en las filas del soberanismo que se tiene por más ortodoxo. Por de pronto, la CUP ya ha echado las muelas, lo que tampoco resulta sorprendente. La clave va a estar en la reacción de los socios de gobierno de Pere Aragonès y, particularmente, en su líder indicutido e indiscutible, Carles Puigdemont. La bofetada que les ha atizado el todavía interno de Lledoners no puede ser considerada una mera anécdota. Si pasan a limpio su carta publicada por LaSexta, el mensaje es nítido: se ha acabado el ‘procés’ tal y como lo concebíamos hasta ahora. Sin renunciar al objetivo último, que tarde o temprano se conseguirá, ha comenzado una nueva partida. ¿Cómo continuará? Pregunten a cualquiera menos a los profetas que hasta ahora no han dado una.
Cuando los argumentos son falsos. Cuando las justificaciones para ir contra alguien no tienen consistencia. Cuando toda la polémica se fundamenta en estereotipos construidos intencionadamente. Cuando todo esto ocurre, es suficiente una carta clara, sincera, como en este caso la de Junqueras, para que todo lo que he dicho: argumentos, justificaciones, estereotipos, etc. se desmorone y quede a la vista la falsedad de todo ello.
Por desgracia, en Euskadi sabemos mucho de esto.
Cierto, Oriol Junqueras rompe moldes, no es la primera vez. Habrá que ver qué molde nuevo sustituye al ahora “roto”. De todas formas, sin apuntarme al botellón del próximo domingo, creo que con lo que ha caído en estos años, una elemental desconfianza, por parte de todas las partes concernidas es más que comprensible. Habrá que estar atentos más a las “obras” que a las “palabras” de unos y otros.
Fueron los que «obligaron» a Puigdemont a la declaración fake y ahora entran en el redil de la legalidad Española, esa que jamás convocará ningún referendum pactado por la independencia por mucha mesa y mucho Sánchez con barniz dialogante trileando alrededor de ella.
Estaba claro, desde el minuto menos uno, que la vía unilateral no iba a ningún lado sin apoyo serio internacional, que nunca lo hubo. Para este viaje no hacían falta alforjas y, ahora, si de lo que se trata es de rendirse a plazos pues vale, pero dígase y acabamos antes.
Me da que si Junts juega bien sus cartas gana la próxima vez que en Catalunya haya urnas. Holgadamente.
El nuevo camino va a conducir al mismo sitio que el viejo.
Al mismo callejón sin salida pero esta vez sin tanto pi coleto.¿Alguien se imagina a Sánchez aceptando cosas serias y cumpliendolas luego?
¿Alguien se cree que la ultraderecha española, tan amplia ella, va a dejar sin morder con saña el hueso de la unidad y el uniformismo?
Todavía no se ha recuperado del todo la pobre perdiz y ya la sacan de la jaula para marearla otra vez.
Y si no, ya vendrán los Arfonzo Guerra del PSOE a cepillarse lo que se acuerde, cuando se acuerde y si se acuerda.
¿Por qué ahora? Pues porque en el horizonte asoma una más que probable mayoría PP + Vox, amics. Si no se quiere comer enteritos los años de cárcel, lo único que queda es la vaselina. Es peor cuanto, como se menciona por ahí arriba, fueron precisamente ERC y cía los que empujaron a un procés unilateral con CERO apoyos.
Ah, por cierto, cuando esa mayoría PP+Vox pase el rodillito por un montón de cosas y seguramente se pasen las garantías y derechos humanos por donde yo os diga, recordad una cosa: que primero los catalanes con una mayoría de chichinabo que no llega para reformar el Estatut y luego Sánchez con una política de «mientras lo haga yo, está bien» han construido ese relato en el que se puede uno cargar los mecanismos adecuados «por el bien del pueblo» con una mayoría de mitad más uno…
A ver qué carita ponemos cuando se cepillen la LIVG, usen la misma reforma que Sánchez quería usar sobre el CGPJ o venga la LOAPA del siglo XXI, ahora con el pago de triple del cupo…