Hay que reconocer que Eneko Andueza es un dispensador humano de titulares de chuntachunta. Ayer nos regaló uno de lo más lustroso en su entrevista en Onda Vasca. “No tenemos que tener complejos en traer médicos de fuera, no tienen que ser todos médicos con label”, se adornó ante nuestro querido micrófono azul el lenguaraz secretario general del PSE. Era como la quinta o sexta vez que salía con la misma matraca que él mismo sabe que parte de una falsedad como la copa de quince pinos. Como le dejó claro con paciencia franciscana el portavoz del gobierno del que su partido es socio, ahora mismo, entre los 27.000 profesionales de Osakidetza, solo hay 20 a los que se exija el PL4, es decir, el nivel máximo de euskera. Y esas dos decenas no son de los que llevan bata, sino justamente traductores y técnicos del idioma para las comunicaciones de la organización.
Así que sobran las hiperventilaciones postureras. Lo que le está pasando a la Comunidad Autónoma Vasca es exactamente lo mismo que le está ocurriendo —por ejemplos que han salido estos días en los medios— a Madrid, Aragón, Andalucía, Murcia o La Rioja. Hasta donde uno sabe, en ninguna de esas comunidades (ni siquiera en Aragón, que cuenta con idiomas diferentes al castellano) hay ninguna exigencia lingüistica. El problema liso, llano y terrible es que no hay médicos de atención primaria ni otros perfiles sanitarios. Ni con label ni sin label. Y, como comprendería cualquiera que no tenga una mente obtusa y/o ganas de enredar, de donde no hay no se puede sacar. Manda pelotas tener que explicar algo tan simple.