Con el chaparrón de desgracias deportivas y extradeportivas que estaba cayendo en Bilbao, el Athletic necesitaba pasar página y que saliera un sol de justicia. Los rojiblancos se aseguraron así el pase a la fase de grupos de la Europa League ante un rival que parecía de regional. Como en el Mayo del 68, debajo de los adoquines está la playa.