Partido «cum laude» en La Catedral. El Maestro Bielsa se enfrentaba a su alumno Pochettino. Los rojiblancos desarrollaron un fútbol de alta escuela, sentando cátedra. Con los deberes hechos se daba por cerrado el triunfo local cuando apareció Albín en el descuento para anotar el empate a tres y sacar al Athletic de la Champions. Un resultado que aún chirría.
Los leones quieren seguir con la dinámica ganadora en la que se han instalado. Los rojiblancos se juegan mucho contra los periquitos, un rival directo en la parte alta de la tabla al que si superan se colocarían a las puertas de la «Champions». Que el trino periquito sea esta tarde en San Mamés su propio réquiem. Ñam. ñam, ñam…
El Athletic debe cambiar el «chip» con respecto a la Copa y centrarse única y exclusivamente en la Liga. La euforia y obsesión que se vive en el club de Ibaigane por eliminar al Mirandés y jugar la Final deben quedar aparcadas en favor de consolidar un puesto en la Liga de Campeones.
Al Athletic no se le puede escapar el pase a semifinales con la renta de 2-0 obtenida en San Mamés. Los leones devoraron a los de Caparrós en el partido de ida y ahora solo queda hacer una buena gestión y digestión de este resultado. ¡Buen provecho!. Próximo plato: el Mirandés. Sluuuuurps…
Los leones se presentan en el Bernabéu espoleados por su buen fútbol y en medio del tsunami merengue protagonizado en la Copa ante el Barça. Ell equipo blanco es un polvorín de nervios y dudas y los de Bielsa tratarán de dar un zarpazo al corazón herido merengue.
Los leones, conjurados al estilo Bielsa, superaron con claridad al Mallorca. Tras las flores y loas que ambos entrenadores se lanzaron en la previa del partido , la eliminatoria anuncia el réquiem del equipo dirigido por el utrerano. La trayectoria del Athletic suena a música celestial. Como en la canción de Bob Dylan, los rojiblancos están llamando a las puertas del cielo.
Vuelve Caparrós, el hombre mastica-chicle, a la que fue su casa durante cuatro años. El equipo que dejó tiene una base similar pero un estilo totalmente diferente. Dos filosofías del fútbol se enfrentan. Como dice Bielsa: «La Copa tiene un sabor diferente en el Athletic». Esperemos que no termine con sabor a chicle.
