Acabo de leer el estupendo blog de Carmen Muñoz, refirendose a los micromachismos cotidianos en la señalización de los baños. Suscribo totalmente lo dicho y se podría hacer extensivo a muchos más aspectos del diseño actual.
La señalética es un arte complicado, hay obras maestras repartidas por aeropuertos, centros públicos e incluso en la puerta de los baños. En estos últimos hay diseños originales, machistas, graciosos, ininteligibles (odio acercarme a un baño y tener que interpretar el símbolo de la puerta), clásicos, modernos, absurdos….
Por definición el símbolo elegido debería tener entidad por si mismo, sin necesidad de comparar con otro para «adivinar» el lugar que nos corresponde. En algunos casos es complicado descubrirlo.
Por lo demás podemos encontrar un montón de ejemplos que van desde el mas clásico hasta los más originales e ingeniosos
En resumidas cuentas, un diseñador tiene que aprovechar todos los espacios de expresión, incluidas las puertas de los excusados.