SPORT (¿o SPQR?)

Como ya me he dado cuenta de que insistir en perspectivas apocalípticas desliza a mi exquisito lectorado hacia la comedia más que a la tragedia, y sin que sirva de precedente, merendé ayer jueves con Koldo, psiquiatra anti-psiquiatra , adscrito en otros tiempos a  la Txori-Herri Medical Association y otro de los habituales de la Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes.

La merienda, informal pero bien surtida como corresponde a dos VHVMMS (Varón Heterosexual Vasco Monógamo Moderadamente Sucesivo) tuvo por objeto intelectual dilucidar a la luz de su especialidad con el concurso de la mía el fenómeno de los maratones multitudinarios que tanto proliferan en estas tierras y en allende Despeñaperrros, y que se cobran de vez cuando alguna que otra víctima, tal que la tradicional Behobia-San Sebastián que suma ya cuatro, con la reciente muerte de un corredor veinteañero.

Koldo, entre choricillo va y copa de Bikandi ( un tinto ecológico recien descubierto) viene, adujo que el fenómeno aludido, de procedencia indudablemente yankee – «como esa turbamulta que acude a los gimnasios hasta extenuarse en la vigorexia» añadió – tan sólo es una manifestación más de una carrera , nunca mejor dicho, «en la que el Ideal del Yo y el Yo Ideal entran en un duro combate, bajo el amparo de un Super-Yo que en su siempre condición linguística no cesa de atizar con mantra-consignas el cerebro reptiliano hasta la consumación somática » (sic). (Lo del «sic» no es para menos y para que conste por si algún lector ( o lectora, of course) quiere y puede hacer alguna aclaración: yo ahí lo dejo.

Pero otro sí que retomé la tenida y le recordé a mi amigo , una vez más, aquella frase imperial de Ernst Jünger en su nunca siempre bien leída El Trabajador (1932) y que definía al deporte como «una nueva forma de trabajo» , muy alejada del fair play aristocrático que todavía se puede vislumbrar en Metrópolis, el film de Fritz Lang de antaño (1927) que tanto anticipó el hogaño. Y cómo,con la Democracia y la democratización, el deporte en general, y los de masas en particular, se han convertido en expresiones colectivas en las que se combina muy bien el narcisismo competitivo que nos informa y su necesaria socialización indiscriminada…¡Buf!¡Ya se me había ido la pinza otra vez!

Pero Koldo había entrado en ese fase que todos los miembros y miembras de la Junta bien conocemos y en la que nunca atisbamos a saber si ya está completamente borracho o ha alcanzado en su sonoro silencio la beatitud…Si bien, de pronto, abrió los ojos y con sus dedos pringosos escribió en una servilleta de papel : SPQR….Senatus Populusque Romanus?

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

Un comentario en «SPORT (¿o SPQR?)»

  1. Para otra vez don Vicente le recomiendo unas viandas a base de malvices en su salsa que fue lo que cené anoche en mi sociedad. Lo digo por lo de mancharse las manos. No hay forma de meter cuchillo y tenedor

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