Queda muy lustroso en el calendario oficial un día dedicado a la memoria de las víctimas. Seguro que quienes lo concibieron imaginaron fotografías y discursos desbordantes de emotividad, tal vez canjeables por votos contantes y sonantes. El dolor, extraído de las entrañas con métodos similares a los de ese gas alavés que se pretende ordeñar de las piedras, ha llenado más de una urna. Que dé un paso al frente quien no se haya amorrado al pilo de las lágrimas o a su vecino, el de la rabia, calculadora en ristre.
Era más fácil, claro, cuando las víctimas eran sólo unas muy determinadas, escogidas a mano entre los pedigrís más puros, cuidando siempre que tuvieran una docilidad ovejuna. Conste que ya entonces el genérico era una mentira, porque aun habiendo recibido sus heridas de las mismas siglas, no todas se prestaban al pastoreo ni mucho menos se resignaban a ser reducidas única y exclusivamente a la condición de dolientes perpetuos. Aunque nadie hiciera reportajes artificialmente lacrimógenos (cuando no directamente de casquería) sobre ellas, cientos de personas fueron capaces de seguir siendo lo que eran —periodistas, dependientes, auxiliares administrativos— antes de que ETA les destrozara su vida. Sobreponerse fue su forma de rebelarse ante la injusticia que habían padecido. Quedaron excluidas de cualquier reconocimiento. Y junto a ellas, otras miles de personas alcanzadas por una violencia diferente de la única admitida.
Qué vileza, qué miseria, qué torpeza lingüística incluso, la de los que utilizan la palabra “equiparación” como muro para separar la angustia auténtica de la que, según el libro de pesas y medidas, no lo es. Si de verdad fueran humanos, sabrían que el sufrimiento es personal e intransferible. No hay dos iguales. No se puede ir con los desconchones del alma a que te los homologue un perito oficial en amarguras. Cada dolor es distinto sin dejar de ser real.
Estimado Javier:
no puedo ocultar mi decepción. Tampoco quiero decir que el post me parezca inadecuado, pero hoy accedí a este blog con la ilusión de encontrar algún comentario (preferiblemente sarcástico) sobre el ex balonmanista metido a duque y sus andanzas en su ducado. ¿Tal vez en los próximos días? ¡Ánimo, hombre!, no se nos vaya a arrugar a estas alturas de partido.
Un saludo desde Santiago de Compostela
Este PDF es de obligada lectura si se ha leído esta columna antes
http://paralalibertad.org/wp-content/uploads/fdominguez_elcorreo_10nov11.pdf
Y que cada uno saque sus conclusiones. Como ha escrito Otaegi en su FB, «¿Podemos meter en el mismo saco a un señor que murió de infarto mientras fornicaba y a Miguel Ángel Blanco?»
Efectivamente,las víctimas de «champions league» y las de tercera regional.Para la monja alferez Quiroga,un maestro asesinado por sus antecesores políticos,sí,sí,los suyos, en los albores de la santa cruzada por dios y por España y enterrado como un perro en algún agujero desconocido no es «equiparable» a SUS víctimas,las de «champions league»,faltaría más.Qué hablar de los familiares del pobre maestro;Gentes que van por ahí «arrastrando todo su odio y rencor»,en palabras de la monja alferez,al pretender que alguien haga algo para intentar localizar y dar una sepultura digna a su familiar.Ganas de remover la mierda tienen estos rojos-separatistas…….Todavía hay clases.
Será porque a mí me encanta «equiparar»,pero el caso es que a mí,Txapote,me causa la misma repugnancia que(por ejemplo) Rodriguez Galindo.A la Quiroga y sus secuaces neofalangistas ni a la inmensa mayoría del PSE-PSOE,no.Y es que a mí,Mikel Zabalza,torturado y asesinado en el cuartel de Intxaurrondo por cuardias civiles,me resulta perfectamente equiparable en su triste papel de víctima con Miguel Angel Blanco.Y me parece que los familiares de uno y otro tienen tanto derecho a resarcimiento,homenaje,cariño y (en su caso)peticiones por el que corresponda de perdón como el que más.A la Quiroga no.
Por cierto,Galindo fué ascendido por el gobierno de turno,condecorado y excarcelado.Además de víctimas,es evidente que también hay victimarios de «champions league» y de tercera regional.
Me empieza a aburrir esa milonga de la «memoria» por parte de los que basan su estrategia en la «amnesia selectiva» y en su «selección» de víctimas buenas.
Logela, una persona que se niega a condenar el franquismo no tiene autoridad moral para hablar sobre victimas
Sobre todo en el caso del PP, sólo le interesan las víctimas si son «de l@s suy@s» o si pueden sacar rédito electoral. Y no hay más que ver cómo han (mal)tratado a las víctimas del 11M o lo poco (o mejor dicho nada) que se preocuparon por las víctimas que generó la guerra contra Irak que con tanto entusiasmo apoyó su «líder carismático», que digo yo, que ésas también son víctimas ¿o no?.
Biktimak denak dira, Euskal preso politikoa ere. Euskal Herrian daukagun konfliktoa estatu espainarrak sortua da, beraiek dira terrorista bakarrak.
Las víctimas son, únicamente, las que aparecen en los medios de comunicación. Que no te enteras.
Cierto, Logela. Estoy con Yo Mismo. Otaegi es un heredero del franquismo. Todos los comentarios que vomita ahora tratando de separar con dos varas a víctimas de uno y otro nivel, no son más que la muestra del fascista que se esconde bajo el disfraz de demócrata.
Que condene la muerte de los gudaris enterrados en las cunetas de Nafarroa y le dejaremos que hable después de «sus» muertos